domingo, 29 de noviembre de 2009

Acaba de empezar el último día de noviembre

y parece que fue ayer cuando empezó, se fue rápido este penúltimo mes del 2009, demasiado rápido para mi gusto.

Ni siquiera tuve chance de apreciar a mi gusto los acontecimientos, los viajes y los encuentros con personas (grabadora incluída). Sin embargo y a pesar de esta rapidez, logré conocer a algunos personajes, me siento cómoda con algunos y hasta me he sorprendido con y de otros...

Escribí dos capítulos del proyecto y aún estoy viendo la manera de que el segundo sea mejor, porque no me quedó como yo quería, quizá estoy jugado otra vez a exigirme lo mejor, sería bueno. Muchas páginas llenas, minutos interminables frente a la "página" en blanco de la computadora, gracias a Dios no escribo a mano, porque presiento que me hubiera acabado una resma solo en el capítulo 2, no por su extensión, sino por los borradores desechados, las páginas rotas y los desesperados rayones que antes hacía, cuando no tenía compu cerca.

Terminó Noviembre, al fin pude pagar muchas cosas, pero me faltan otro montón de cosas pendientes, se graduó Gabriela y Lorena acumuló otro año de vida, hoy me fijé detenidamente en Sebastian y lo veo más largo y con un par de libritas ganadas, mi tío Guayo vino a caer a nuestra casa en huída de su casa y hemos conversado claro y pelado a estas alturas de lo que en realidad un hombre cincuentón como él quiere del resto de la vida: estar tranquilo y que no lo jodan, y resulta que eso quiere toda persona.

Noviembre ha sido bueno, mi papá al fin consiguió trabajo y yo también. Noviembre estuvo bueno, con sus luces y oscuranas, con sus lluvias y sus sequías, con sus muertos y sus vivos, con el silencio y con la música que no me deja en paz. Noviembre, te podes dormir ya... te espero dentro de un año.

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