Se abre la mañana,
sigo siendo yo, solo que con un dígito diferente,
el tiempo no es el distinto,
la distinta soy yo.
Mis fuezas me llevan a una nueva forma de vida,
una que pocos entienden,
una que muchos tildan de inconsistente.
Yo me dedico a ejercer mi derecho a vivir con algarabía.
Vendran los días grises,
no les temo,
la tristeza no me aterra, ha sido mi contraparte desde siempre.
Vendran nuevas palabras,
las acogeré como pequeños pajaritos,
besaré sus alas y las dejaré volar a donde quieran,
yo también volaré a nuevos amaneceres.
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