miércoles, 30 de octubre de 2013

Él

Es parte de una tradición de varios Migueles... su papá, él y su hijo ostentan el mismo nombre. 

Llegó a esta vida hace 47 años, tiene casi dos de estar acompañándome desde el teclado, desde un bus en marcha cuando nos da por viajar y en los sueños más descabellados. Debo confesar que es un buen cohabitante de mi corazón. 

Como buen santaneco es creído y a veces he sospechado que se cree más malo de lo que en realidad es, porque sentirse malo es otra forma de vanidad. Cuando le agarran esos temas, lo dejo... al fin y al cabo... nunca he pretendido cambiarlo, así lo encontré y él sabe qué es bueno y qué es malo al final de cuentas. Además, a veces me veo reflejada en sus defectos.

Es de esa escasas personas que pueden reeducarme, quererme, besarme y regañarme... todo al mismo tiempo. Dice que siempre tiene la razón, pero lo he sorprendido dándome la razón en algunas y eso me gusta. Tiene la magnífica capacidad de maravillarse de algunas cosas del lenguaje y de la literatura, aunque se cree infalible en las matemáticas. Yo lo dejo, soy feliz explorando su racionalidad mientras veo que aún tiene suficiente humanidad para redescubrir la vida. 

A pesar de todo ese lado lógico, lo he sorpendido cursi, como cuando me envía poemas en los días más agitados, o cuando me dedica canciones o me pone sobrenombres amorosos que nada tienen que ver con diminutivos, sino con la tarea de andar pastoreando estrellas. 

Él que es cantante cuando está bolo, que baila salsa y me trajo nuevas posibilidades corporales. Él que es orgulloso, numérico y resentido. Él que tiene pendiente empezar a escribir una novela, que me invita a caminar, a resolver cosas, a arroparme para dormir, aunque no esté haciendo frío. Él que guarda silencio si está molesto, él que ama profundamente a cuatro adolescentes, que espera que el tiempo nos lleve a México, Barcelona y a Madrid. 

A él lo descubrí en canciones que jamás pensé escuchar nunca. A él... a quien he decidido querer un rato... hay que felicitarlo por la vida.


martes, 29 de octubre de 2013

Vivir con la hermana

Cuando Gabriela me contó que le habían dado el puesto en un restaurante en cierta zona de San Salvador, me alegré tanto por ella. Me alegré.

Siempre he sospechado que mis desordenes de sueño son como una forma de libertad, si no tengo sueño, no duermo y ya... no hay problema, pero cuando tengo sueño o al fin he logrado dormirme y me despiertan, ahí tenemos un problema. 

Tiene un mes de estar trabajando la bichita y ya no soporto... primero el estrés de hacerla "parte de" una rutina que había determinado como muy mía... sumado a la culillera que me dio el día que conoció a Miguel, quien para mi familia es casi un mito, terminando por el pseudo desvelo en noches de lluvia (como anoche) cuando me toca levantarme a abrirle la puerta. 

Se preguntará el estimado lector... ¿y por qué no le da una llave? Muy simple... es mi hermana, la amo, pero también la conozco, si ella tiene llave de mi casa, el resto de mi familia llegará a parquearse... como el sábado, cuando mi madre DECIDIÓ que llegaría a verla.

Para hacerles corto el cuento... todos los días pongo la alarma a las 12:30 a.m. porque esa es la hora en que SUPUESTAMENTE la llegan a dejar. Esta mañana eran la 1:30 y ni sombras de la chef... estaba a punto de caer dormida de nuevo cuando escuché el microbus que llega a dejarla parquearse frente a la casa. No hay  nada peor que bajar las gradas medio adormitada para abrirle la puerta y verle su redonda cara de ratona diciéndome... "hola... platiquemos". Claro, ella duerme hasta las 10 a.m. mientras yo a las 5:30 a.m. ya estoy de pie, o bueno... a esa hora empiezo a luchar por levantarme. 

Otra tragedia... no me dura la leche. Durante los meses que he vivido sola he podido hacer un cálculo de cuanto tiempo me duran ciertas cosas, como: leche, queso, detergente y shampoo; aunque ya la compañía temporal de Miguel me había dado parámetros, nada me preparó para la mañana en la que se me antojó comer cereal y vi el bote de la leche... vacío. 

Esta niña parece gato tierno! solo leche pide... yo no es que tome mucha leche, pero me da paz mental pensar que si quiero hacer un vaso de leche solo tengo que buscar en mi bote asignado. 

Se lo dije a Miguel una vez, lo sostengo, la única oportunidad de sentir esa "aflicción" fea, maternal, solo se me da con esta bicha. Desde siempre ha sido así, pero creí que eso terminaría cuando me fui a vivir sola. u_u. 

Son las 3:13 p.m. y me muero de sueño, porque por supuesto, luego de su llegada y de que me espanta el sueño... me dan las 3 a.m. y yo sin poder dormir de nuevo. Hoy sonó dos veces el despertador y ni siquiera lo sentí, fue a la tercera cuando logré abrir los ojos y poder coordinar dos pensamientos juntos. Ella, como era de esperarse, quedó fondeada... 

El colmo de los colmos es que ni puedo tomar café para espantarme el sueño... por dos razones: tengo prohibido tomar café y porque al fin y al cabo, el café nunca me quitó el sueño. u_u.

Qué difícil es tener hermana chef... 

lunes, 28 de octubre de 2013

El abuelo

Se llamaba Vicente. Siempre fue "macho sin dueño", vivió el 75% de su vida bolo, se casó con una indita de panchimalco, hizo 8 hijos, de los cuales solo 5 sobrevivieron... la última es mi mamá.

Mi abuelo siempre me intrigó, era un ser particularmente romántico, no lo digo en el sentido de cursilería, sino de ese romanticismo tan propio de la capital al iniciar el siglo. Nos enseñó a sus nietos que la vida era una cuestión seria que merecía ser reída a pulmón suelto. 

Lo recuerdo tosco, lleno de arrugas y pleitisto con mi hermana menor. Lorena nunca fue de su agrado, en cambio, no sé por qué razón siempre conté con su cariño y complicidad. Desde siempre lo recuerdo así, como cuando me dejaba comerme los mini tomatillos que nacían de su parcela, yo a penas llegaba a los 4 años para ese entonces. A nadie más le permitía eso. Hasta hace poco aún andaban por ahí los últimos restos del libro de ciencias naturales que un día me regaló cuando yo a penas aprendía a leer. Ese libro me ayudó en el 70% de las tareas de esa materia en mi primaria. 

Finales de cada octubre es para él, quizá porque al amanecer de un día de esos se le ocurrió buena idea morirse, luego de haber llevado la contraria a todos los doctores que siempre decían, luego de sus tres derrames, que jamás podría caminar. Esa madrugada, para despedirse de esta vida me puso a leerle lo que estaba estudiando para mis exámenes finales de octavo grado. Era un poema de Manuel Acuña. Con la última fuerza que le quedaba me dijo dos cosas: "estudie, hija... y no deje que nadie la joda". Para mí ha sido una cuestión de honor obedecer a ese viejito tufoso y huesudo. 

Ayer se cumplieron veinte años de haberse ido. Es increíble lo rápido que ha pasado el tiempo y yo sigo oyendo esta canción cuando pienso en vos, Chele Vicente.


jueves, 24 de octubre de 2013

Signo de escorpión

Sabrás que para ti no habrá descanso,
la paz no está contigo, tampoco la fortuna:
El signo así lo ordena.
Te pagan bien los astros esta guerra:
Por más breve que sea la cuenta de tu vida,
Pequeña no será.
(José Saramago)

miércoles, 23 de octubre de 2013

36

Llegó el día en el que cambio un dato más en mi vida. Ayer el doctor me preguntó "¿Edad?", automáta (por la costumbre y la fiebre) respondí... 35.

Hoy tengo 36.

También tengo canciones, cansancios injustificados y una salud que por días es una mierda. Además unas amigas que me auxilian en mi (a veces estúpida) gana de independencia (sabiendo de mi salud de mierda), un rimero de pastillas sobre la mesa, a veces carezco de la disciplina que debería de tener para leer, escribir y amar más.

He coleccionado lesiones, adopté a un hombre como padre y con él llegaron dos hermanas, un sobrino y ahora un perro que se vuelve loquito cuando me ve entrar a su casa.

Poseo manías, mañas y costumbres comunes y corrientes... además de otros defectos, en el último año he adquirido algunas canas más, un par de arrugas se van asomando y según mi tía más viejita soy la imagen viva de mi abuela, la que murió a los 36 años de cáncer endometrial.

Llegué a esta vida gracias a una madre muy particular, de esas que se aman y se odian a la vez, porque al final una termina siendo igualita a ella... enojonas y superprotectoras. El tiempo me enseñó amarla nada más y permitirle ciertos pecados, porque al final, a la que le dolió parirme fue a ella. Hemos sobrevivido una a la otra y sé que me ama. Eso es suficiente.

Tengo 36, perdí el tiempo en la universidad más de 13 años, tengo unos títulos empolvándose en casa de mi madre, para ella son trofeos, para mí son puritita vanidad, invertí 9 años para aprender todo lo que debía aprender sobre adolescentes en un colegio que me vio crecer. Luego me he dedicado a vivir.

Tengo 36 años, insomnio, ideas para una novela que se perdieron y una casa con escasos muebles. Hoy llegué a los 36, al fin la fiebre se ha ido y pude dormir 4 horas... soy feliz. Estoy viva y a la espera de los 37.

lunes, 21 de octubre de 2013

El miedo

Nunca he sido demasiado miedosa... es decir, como rara cuasi profesional me dan miedo cosas que la gente normal ve como mínimas... eso no significa que vaya por la vida o teniendo miedo por todo o no sentirlo cuando ese miedo se expande como un cáncer en una multitud.

Ayer venía de la casa de mi madre, al abordar el bus que me acerca más a mi hogar hice lo que NUNCA hago, me fui hasta el último asiento. Me senté junto a una chica bastante más joven que y emprendimos el camino a nuestros respectivos destinos. En la siguiente parada se subió una gran cantidad de gente, en medio venía él. 

"Va... no es nada a la fuerza... pero espero que colaboren... va... yo soy retirado de la MS pero tengo mi futuro asegurado en la calle... va.. por mi barrio vivo, por mi barrio muero..."

Su pinta sucia, su mirada perdida me deja claro que es cierto, vive en la calle, su pelo cortado casi al rape, su ropa floja, su manera golpeada de pronunciar las palabras... todo abona al miedo. No solo yo lo tengo, veo de reojo a mi compañera de asiento, en un movimiento instintivo se ha replegado a la ventana, me imagino que quisiera salir por ella. 

"Ustedes no saben lo que es sufrir, pero la mara me ayuda, hemos hecho cosas malas, antes de matar a unas jainas hicimos que nos la mamaran y les dimos por el culo..."

Siempre me he preguntado por qué los hombres, a la hora de querer intimidar sacan a relucir la violencia sexual, la imagen de lo que decía el tipo me pareció grotesca, no solo a mí, las personas que me rodeaban se notaban  incómodas. Saca un arma. 

"Usté madre, no se asuste... deme lo que ande ahí en la cartera"...

Su cara cerca de la cara de esta señora que va unos asientos adelante de mi, ¿por qué le dice que no se asuste si le apunta con su arma? qué feo es el miedo. Nadie dice nada, nadie se mueve. Yo abrazo mi bolsón.

"La verdad ustedes no comprenden que a uno no le gusta andar haciendo estas cosas, pero no hay de otra... la pnc nos respetan, no digan nada. Vos bicho, dame el celular..." 

No nos va a asaltar a todos, va escogiendo a sus víctimas, es tan evidente su estado de euforia por la droga, qué se habrá metido? ¿coca, piedra, algún ácido? No posa su mirada, nos ve como una sola masa. Somos una sola masa llena de temor, de pánico, de inmutismo... cada uno pensamos... "Que no me vea a mí!", cada uno pensamos en de dónde venimos y hacia dónde vamos y que es una desgracia que en nuestro camino apareció este tipo.

Blandea su pistola, me dan miedo las armas, no solo la de este tipo, sino todas. Avanza en el bus, asalta a un señor, intimida a una muchacha... pasamos por el Salvador del Mundo... se queda en la puerta trasera del bus, a unos pocos centímetros de mí, lo miro de reojo, sus zapatos tenis blancos, sin calcetines, su bermuda de lona curtida, su piel morena, sus tatuajes. Todo es un contexto, todo es una historia y está a escasos centímetros de mí, él y su pistola. No me mira, tiene la mirada perdida en la oscuridad de afuera, se mete el arma en el cinto, todo lo que ha robado en sus bolsillos. Algo murmura. No le entiendo nada. Quiero que se baje ya, el bus no para. 

El miedo es un cáncer, te recorre e invade y no te deja pensar claramente. Pensé en ese momento en mi amiga... fue asaltada dos veces la misma semana, pensé en los recién asaltados, pensé que es fácil sucumbir a todo esto que no se quiere sentir.

El bus al fin para, se abre la puerta y el tipo se baja, se pierde entre las calles aledañas al estadio, en esa misma cuadra donde está la PNC... "ellos nos respetan" dijo... que es como decir que ellos también les temen.

Veo a la muchacha de al lado, "al fin se fue" me dijo con voz entrecortada. Es tan joven, es casi una niña, tiembla y está pálida, en medio de mi miedo le digo... "tranquila, ya se fue". Empiezan a salirle grandes lágrimas. Pobre niña, pienso. Pobre de mí... pienso después, al comprobar que sigo abrazada a mi bolsón, en una reacción natural e inconciente de mi propio miedo. 

Non-Girly Blue

Somos cinco mujeres que nos dedicamos a cosas tan distintas entre sí pero que compartimos algunas cosas... el gusto por la música y nuestra afición por escribir.

Flor nos convocó y aunque en lo personal creí que nos quedaríamos solo en el impulso, hubo algo que permitió que ocho meses no se sintieran mucho y acá estamos... este lunes se estrena Non-girly Blue.

Quedan invitados a leernos, a escuchar las canciones y a compartir con nosotras sus canciones.

jueves, 17 de octubre de 2013

Retrospectiva

Iba a empezar este post diciendo que muchas cosas han sucedido en el último año, pero siendo honesta la vida ha sido tan sin treguas, para todos, no solo para mí, que decirlo sería algo tan inexacto. Cada año suceden tantas cosas.

Recordé que hace tres años fui a una muestra retrospectiva de un artista salvadoreño. Me pareció que la curaduría y la museografía fueron lindísimas y me dio gusto ver todo lo que había hecho este hombre con el arte que sale de sus manos. Pensé en ese entonces que todos deberíamos hacer una retrospectiva en algún momento de la vida, no importa si no se es demasiado viejo, cualquier edad es buena. 

Muchos, al ver hacia atrás y hacer ese recuento de cosas buenas tendrán hijos, trabajos, parejas cuasi eternas, amores escondidos, casas, cosas materiales, dinero en el banco... lo que algunos suponen que son éxitos.

No tengo de qué quejarme, la vida me ha dado justo lo que le he pedido... todo y no tengo nada a la vez, "nada" de todo aquello que la gente cree normal poseer a este edad a la que estoy llegando. Por un momento me preocupé y caí en el juego sucio de pensarme desposeída de esa palabra tilitante: éxito.

Puede ser que no tenga éxito, ni dinero, ni carro, ni casa propia... tampoco he publicado algo decente, a veces (solo a veces) me he dedicado a perder gente, amores y recuerdos, no tengo hijos, no tengo mascotas y la gente que habita en mi corazón es bien contada. Muchos pensarán que mi vida es descolorida y sin sentido y puede ser que no se equivoquen. No lo sé.

He coleccionado dolores, lesiones y enfermedades raras. Hice lo posible por acumular libros, historia y conocimientos... todo eso lo he ido perdiendo. 

En cambio me han ido quedando cosas lindas... atardeceres, canciones, abrazos, historias que nunca muestro, palabras en un repertorio escondido, me queda el amor que prodigo, el calor de mi hogar y los planes para el próximo marzo... las risas pasadas y presentes, suficientes lágrimas para cuando me conmocione la próxima vez, la indignación que me recuerda que debo buscar el bien común. Poseo lo más bello que uno puede poseer: besos de un hombre, abrazos de un niño y los cuentos que me contaba mi abuelo. 

Posiblemente mi retrospectiva, a estas alturas de la vida, aún sea sin pena ni gloria; puede ser que se ponga mejor en unos años, puede ser que encuentre un nuevo punto de quiebre. No importa si pasa o no. 

Para cerrar este post iba a decir que muchas cosas me han sucedido en el último año, pero eso ya lo sabemos, eso nos pasa a todos, la vida de eso trata... de darnos elementos diferenciales entre los humanos para que cuando se nos de la oportunidad adecuada podamos hacer una retrospectiva y podamos maravillarnos de la vida misma.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Sobre leyes y preferencias sexuales

Tengo amigas lesbianas y amigos gays... iniciando así este post sigo hablando de lo que ha acontecido en estos días.

Un domingo, recuerdo, esperábamos el bus con Miguel cuando vi un "anuncio" pegado a un bus... "Soy lesbiana porque quiero y porque me gusta". En ese momento le comenté a Miguel que me parecía una campaña demasiado agresiva. 

Luego me enteré que el mismo anuncio estaba en una valla, que fue suspendida por algún ente regulador de la publicidad de este país. Miles de comentarios y reacciones vinieron en despelote. 

Ahora que venía hacia la oficina me di cuenta que "una lesbiana" se dio a la tarea de llenar toda una calle con mensajes sobre su preferencia sexual. 

Comento esto porque me parece que se ha perdido el rumbo. No solo de las feministas, también la gente que dice tener la autoridad moral para decidir quién puede o quien no puede expresar ideas distitnas, también la hemos perdido la sociedad civil. El mundo es un caos, nos iremos todos al carajo... no. Pero casi.

A los pocos días de ver aquel bus, mientras esperábamos otro bus, volvimos a tocar el tema con Miguel, llegamos a la conclusión de que si don Calvo quiere censurar esta campaña, también debería censurarse campañas que muestren personas DEMASIADO jóvenes en contacto con bebidas alcohólicas, los anuncios de condones y sobre la viagra y sus derivados (testitón y otros menjurges) pues todos "atentan contra las buenas costumbres morales y éticas".

Me parece que el colectivo que lanzó la campaña ha dado un mal mensaje, no por el hecho de estar dispuestas a defender sus derechos de preferencia sexual, sino que cometieron dos errores:
1. Dan a entender que para vivir el feminismo se tiene que ser lesbiana. Eso es incorrecto. 
2. Que ser lesbiana es estar SIEMPRE en eterna guerra con el mundo, que el menosprecio a los que son distintos a ellas es lo menos que pueden dar. Eso es incorrecto también.

En conclusión, el bichito que es chillón y la nana que lo pellizca. Estoy de acuerdo con las luchas reivindicativas de las mujeres, no importando su preferencia sexual, pero episodios como este nos afecta a la credibilidad del gremio, oscurece un camino que tanto tiempo y esfuerzo ha tomado esclarecer y termina dándole argumentos (estúpidos) a machistas.

Nunca me consideré feminista, soy demasiado tímida para declararme como tal, pero soy mujer, con una sexualidad definida y con la seguridad de tener derechos y deberes que hacer cumplir y cumplir. Soy persona que pienso, medito y actuo de acuerdo a mis circunstancias. Es triste saber que una feminista lesbiana no pudo hacerlo, al tomar un spray y manchó propiedad privada con mensajes como "Soy feliz, descubrí mi clítoris" y que crea que eso abonará a una lucha que inició desde mucho antes de que ella lo descubriera.

Por último, debo hacer mención, ya que hablamos de publicidad, de la campaña de MD. Esta última campaña han buscado "hacer las pases" con las mujeres que siempre nos sentimos insultadas por sus anteriores campañas carentes de sentido y poco profundas. Que bien. Honestamente eso es ser astutos y querer tener a un público cautivo aunque sigamos sin comprar sus tacones de 15 cms. 

Y como dijo Emma (@morirse)  un día de estos... a ese anuncio lo único que le faltó fue la frase... "por aquellas que vieron una cuca voladora y no gritaron!", esas son verdaderas guerreras.

martes, 15 de octubre de 2013

Definirse

o autodefinirse, es una cuestión difícil, a mí me da cada año, con la proximidad de un nuevo ciclo traslativo al rededor del sol... sumado a esto, tengo que escribir una presentación "de mi persona" para un proyecto colectivo que pronto se lanzará...

Es difícil definirse, cuando una cree que ha llegado a un punto donde dice conocerse, zaz! algo pasa y abona un poco a la persona en construcción, esa que no es la misma de hace un día, una semana, de hace seis meses, de hace tres años. Yo tengo casi 36 años de estar definiéndome y a veces, en días como hoy, parece que muto mucho, lo que me hace pensar que jamás lograré terminar esa misión definitoria.

Esta mañana al abrir los ojos y darme cuenta que la vida sigue, no importando si a mi me duele todo el cuerpo, no importando si el apetito se ha ido, no importando si tengo fiebre... la vida sigue, sigue como gigante avanzando más allá de lo que podemos esperar, solo una puede decidir levantarse, ir a ducharse, comer algo luego de dormir 20 horas, de salir a la calle y pensar que se tiene todo el tiempo por delante, para seguir autodefiniéndose, porque al fin y al cabo... hay algo que siempre me ha definido mucho, el amor.


viernes, 11 de octubre de 2013

Ser niña

Estoy por llegar a los 36 años y la vida ha sido maravillosa. Pasaron ciertas cosas no gratas en este tiempo, pero creo que fueron (medianamente) soportables y necesarias para poder crecer. 

Ser niña en los ochentas, en un país en guerra, educada por jesuitas, en un entorno familiar clásico y católico ortodoxo forjó en mi un caracter bien particular. Tan particular como el de millones de niñas que vivieron conmigo esa época. Cada una tomamos decisiones y formas distintas, pero el caracter está ahí.

Tatiana, de quien luego hablaré, me enseñó y recordó que la mejor manera de vivir es sonriendo y tratar de buscarle el lado "gracioso" a la vida. Por supuesto a mi me cuesta un poco por este caracter tan horrible que a veces me aflora. Suelo ser gruñona, más en ciertas circunstancias. Sin embargo, a veces regreso a esa forma de ser que me recuerda a mí misma cuando era niña. 

Por ejemplo, cuando llegué a la edad adulta de la universidad y el trabajo, siempre me daba por no ir a clases en el segundo ciclo, influenciada por mi recuerdo reciente colegial, en el cual desde medidados de octubre la vida aminoraba su ritmo y me dedicaba a leer, hacer manualidades y hojear interminablemente un diccionario viejo y destartalado tirada en el suelo de la sala de la casa. 

Volverse adulta es algo fellito si una se deja... se olvida que a los 8 años una soñaba con llegar a los 10 porque se iba a ser "mas grande", o la emoción de tener su propia llave de la casa, la cual se prendía con un gancho de daiper a la bolsa de la falda del uniforme de colegio porque se podía perder o tantos artilugios para ser la hija y hermana mayor responsable y buena que todo mundo quería, pero que no lograba apagar el fuego cálido de la imaginación infantil. 

En el proceso de llegar a los 36 he olvidado tantas cosas, importantes realmente, como subir a los árboles, leer sin interrupciones, escuchar una y otra y otra y otra vez la misma canción... o aspirar el olor de los bebés que le dejaban a cuidar solo porque le gusta a esa niña que fui, el olor lácteo de su piel. 

Ser niña en un terremoto y ver el edificio de su colegio colapsado y tener ese recuerdo mientras ve heridos y noticias terribles y ver que su casita resistió con valentía, ser niña en medio de las palizas recibidas por una madre inexperta y sin embargo seguir queriéndola como que nada ha pasado, ser niña y ser valiente porque no se puede contar ciertas cosas por pura pena y reírme hasta que me dolía el estómago con un papá que siempre fue gracioso y ocurrente... cuidar a las hermanitas, proteger gatitos huérfanos  y sentarme a esperar a que la noche llegara sentada en el techo de la casa y preguntarme si anochecía de la misma manera en todos lados del mundo. Todo eso me gustó de esa etapa.

Hoy pienso en la Karla que fui, la que era tímida y nunca opinaba nada porque pensaba que lo que pensara no le importaba a nadie, a la que siempre le daban asco los mariscos, a la que le encantaba andar en bicicleta en las tardes de los meses de vacaciones, la que se quebraba los sesos tratando de descifrar los misterios de las fracciones y otros artilugios matemáticos, la que siempre le pareció tan sencillo el lenguaje y que soñaba en cómo era Salarrué. Hoy la pienso a esa niña y me alegra haber sido ella y que ella ahora viva en mí, entre mis preocupaciones, mis enojos desmedidos e injustificados, entre mis temores, mi anhelos y mis actuales amores... se asoma ella con su inocencia, sus distracciones y alegrías y me recuerda que puedo volver a ella cuando el mundo me parece demasiado cruel. 

Ella, esa Karla sigue viva en mi interior, me acompaña y me alegra tenerla, precisamente ella es la que me salvó durante todos estos años. 

Día de la niña

El Sum desporticó el primero de octubre que por qué se había "separado" el día del niño y la niña. Que era "mejor" tener la celebración para ambos géneros en un solo día, el primero de octubre porque puesi, ya ese día tenemos establecido. Hasta dijo que era una "nueva forma de discriminación"

Me dió cólera.

Pero no se fijen en eso, a mi me da cólera media cosa, a veces injustificadamente, pero en esta ocasión me quedé pensando en  eso que hacemos los adultos y que no benefician a las niñas.

Veamos algunos datos:

- Quien tiene un alto porcentaje de MORIR por dar a luz a temprana edad siempre serán las niñas y adolescentes, el progenitor (menor o adulto) no corre ese riesgo jamás. Este factor se acrecenta con situaciones de mal nutrición, nulo acceso a control prenatal y escasa educación sexual y reproductiva. Sumado a eso, en el género femenino, en especial menores de edad, se encuentra el mayor porcentaje de nuevos casos de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.

- En una familia de abundantes hijos e hijas, sobre todo en la zona rural, se prefiere que sean los niños los que no abandonen los estudios de educación primaria, siendo las niñas las que inician a trabajar, en promedio, a los cinco años de edad, en tareas agrícolas y comerciales, sobre todo, al llegar a los 12 se inician en el trabajo doméstico (no en sus casas). El 65% de las trabajadoras domésticas son menores de 18 años.

- El 71% del trabajo de "acarrear" agua en las casas en las que no se tiene el servicio de agua potable es realizado por niñas, por lo general utilizando depósitos con capacidad de la mitad de su propio peso.

- De cada mil agresiones sexuales (las que son contabilizadas), 600 son contra niñas. La mitad de esas 600 agresiones sexuales, son contra niñas menores de nueve años.

- En nuestro país, 56,744 niñas, entre los 4 a los 17 años NUNCA han asistido a la escuela. A nivel mundial 17 millones de niña NUNCA se matricularon en la escuela y 31 millones de niñas dejarán la escuela al terminar la primaria.

- También, en nuestro país, un total de 52,230 niñas, entre los 5 y los 17 años, han tenido que trabajar para subsistir. En esta cifra no entran las niñas y adolescentes que han sido explotadas sexualmente, pues por lo general nunca reciben un pago por esa actividad.

- Una de cada tres adolescentes, entre los 12 y los 17 años, que viven en pareja admiten haber sido objeto de maltratos (físicos o psicológicos) por parte de sus parejas. A esto hay que agregar que 4 de cada 5 de esa misma población no estudian ni trabajan. Solo se dedican a "su familia".

Y así pudiera seguir contándoles tantas cosas más...

Mi amigo tiene dos hijos... un niño y una bebita. Entiendo y comprendo perfectamente, para él es más logístico poder celebrar un solo día la niñez de sus hijos. Pero ojalá comprenda que tener un día "especial" de la niña no es un capricho o una nueva forma de discriminación. Es un esfuerzo concreto por hacer visibles y denunciar lo que si ha sido discriminación, maltrato y violencia contra seres totalmente vulnerables. ¿Los niños? si, también sufren discriminación, maltrato y violencia, como las niñas, pero a veces... solo a veces... no pasan por las mismas experiencias.

Si seguimos pensando que las niñas... están incluidas cuando decimos... "niños" jamás daremos importancia a sus necesidades de protección, educación académica, educación sexual y reproductiva;

Por último, les comparto este video que encontré hace unas semanas, donde dice, más ordenado y bonito, algunas cosas que ya mencioné acá:


Y... solo para aclarar... por su ustedes o mi amigo se lo preguntaban... si, una de mis grandes "causas" es este tema de la educación de las niñas. Porque yo también lo fui... y alguien, a mis doce años, me dijo lo más hermoso que me han dicho en la vida: yo que era niña, tenía los mismos derechos y deberes que mis compañeros niños.

Es mi deber, ahora de adulta, tratar de decirles a mis amigos papás de niñas... tu niña tiene la suerte de no pertenecer al porcentaje antes mencionado, pero si tantas otras niñas que vemos a diario y que si queremos un mejor mundo para las nuevas generaciones... pues hay que empezar por darle vida a una causa.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Matando ratas

Sé que el título de este post es apto para titular una cruenta venganza contra políticos en campaña, pero no... ando matando ratas.

Resulta que hace, mas o menos, un mes vi un ratoncito... nos asustamos mutuamente un domingo por la noche. Luego seguí viendo sus rastros de vez en cuando.

Hace una semana mi hermana, Gabriela, se quedó a dormir en mi casa y a media mañana, mientras ya estaba yo en la oficina y ella descansaba plácidamente en mi casa, me mandó un mensaje asustada... "¡Hay una rata en tu casa!" decía.

Luego, hace un par de noches escuché ruidos ya un poco alarmantes. Como no es ninguna gracia estar cohabitando con ratones, decidí poner manos a la obra. Primero llamé a una exterminadora para saber cuánto cobran por sus servicios y cuales son sus métodos. No gracias, demasiado caro y me hablaron de "4 a 6 meses de trabajo" para eliminar la plaga.

Ayer hice lo que cualquier mujer soltera e independiete puede hacer en estos casos... fui al supermercado a comprar mataratas.

Previo a eso, en la oficina hice una investigación sobre los métodos y venenos más efectivos para acabar con los visitantes. Ahí me tenían en el pasillo donde venden jabones y artículos de limpieza leyendo todas las etiquetas de las marcas en el mercado... viendo cuál tenía el componente químico que no permite que los animales apesten al morir; en eso se me acercó una anciana, carretilla en mano, me suelta... "yo debería llevar veneno para ratas", con mis escasas capacidades sociales emití un sonido de aprobación. ¿Por qué la gente insiste en hablarme? No bastándole interrumpir mi investigación sobre matarratas, me pidió que le alcanzara un par de bolsas de distintas marcas, luego me preguntó cual le parecía mejor marca. "No sé - contesté - es primera vez que voy a intentar matar a mi marido".

Como supuse, abrió mucho los ojos y asustada puso  las bolsitas de veneno en su carretilla y se fue más rápido que un correcaminos.

Terminé de hacer mi compra y me fui a casa a preparar las dosis, no para mi marido... no crean... para las ratas. Espero que se mueran rápido... y que nunca más ningún desconocido me hable en el supermercado.

martes, 8 de octubre de 2013

Dolor de espalda, una pastilla, jugar mahjong y los gatos en mi tejado

Tuve una mala noche.

A mis múltiples lesiones se les dio la idea de joderme todas de una sola vez, así que desde las 2 p.m. anduve una combinación de dolor de cabeza, espalda y bajo vientre.

Lo más terrible es el dolor de espalda.

De hecho es el que ha estado presente desde el domingo, primero lo atribuí a mala posición para dormir una siesta del domingo, pero no, a estas alturas ya descarté esa teoría.

Es un poco triste que, cada cierto tiempo, hago inventario de mis lesiones y dolores... para una persona que pierde cosas a cada rato, ya debería haber perdido un par de estos dolores, los pinches siempre me encuentran.

Anoche no soportaba el dolor, así que decidí regresar a las drogas duras... con la valentía requerida me tomé una codeina y esperé el momento de soponcio para olvidarme de los dolores. De hecho el dolor de cabeza se fue, el de vientre también... el de espalda no.

Me dispuse a dormir, pero no contaba con la astucia del insomnio. ¿Les he contado que soy medio clavada con ciertos juegos? pues puedo pasar horas y horas jugando mahjong y no sé por qué, pero cuando me siento mal físicamente me genera cierta paz. 

Paz que se rompió a eso de las 11 p.m. cuando empecé a escuchar ruidos en el tejado. Al inicio eran pesados y como de una persona no tan grande. ¿Saben lo que eso genera en la mente de una mujer que vive sola y que tiene poca movilidad por el dolor de espalda? Me tuve que enfrentar a un par de dilemas: 1. No tenía saldo para llamarle a alguien. 2. ¿A quién llamar a esa hora? ¿de qué sirve? 

El tal ruido y mi muy florida imaginación me desconcentraron del juego y sentía ganas de llorar del pinche miedo. En serio. Me acordé de la vez que Miguel me contó de los ladrones se habían querido meter a la casa de una conocida de él . ¿Por qué me vengo a acordar de esas cosas en momentos no adecuados? 

Amo mi vida de soltera independiente en un 85%, un 5% corresponde a no gustarme por otras razones... y este pinche 10% por el miedo. 

Nuevamente me obligué a mi misma a ser racional y zarandearme y decirme... "calmate!, en este momento no podes sucumbir a tus miedos ¡No podes!"

Cuando el lado derecho de mi cerebro reaccionó puse atención y confirmé que los pasos que escuché eran los preparativos para una batalla gatuna. Entonces, volví a mi juego.

A eso de la 2 a.m. (y luego de superar la segunda etapa del Mahjong) decidí que no podía seguir sin dormir y con el dolor, hice algo arriesgado... me tomé otra pastilla, era imposible que no me noqueara. Sucedió lo imposible... no me dormí, al contrario sentí que mi estado nervioso empeoró y ahí me tenían recordando cuentos de miedo que Emmety y Fernando me han contado. 

Finalmente el efecto psicoseador de las dos pastillas pasó a las 4:20, a esa hora sentí como AL FIN el sueño empezaba a llegar. Supe que era momento de avisarle a mi jefa que era posible que me durmiera y que llegara tarde al trabajo, le mandé un mensaje diciéndole las peripecias hechas para quitarme el dolor y que sentía que iba a hibernar. 

En efecto, vine tarde... 8:30 a.m. y eso gracias al buen taxista que me auxilió y no permitió que me viniera en bus ya que iba a llegar más tarde y más moloteada... porque, adivinen qué... sigo con el pinche dolor de espalda. 

En días como hoy es necesario no hablar con nadie. Este esta doloroso me pone menos tolerante. Permiso, voy a sumergirme en el trabajo para ignorar este dolor. 

jueves, 3 de octubre de 2013

De cómo Johnny Cash me robó el corazón.

Si, siempre he sido de gustos sencillos.

Tenía 14 años y creía que la amistad era un compromiso imperecedero y con mi mejor amiga vimos una película que nos impactó mucho: Beaches, la historia de dos amigas desde la infancia, algo triste... luego de relaciones fallidas, una de ella tiene una hija, esta mujer muere y le "hereda" su hija a su amiga de toda la vida.

La vida no es tan trágica del todo... mi amiga y yo crecimos, nos peleamos unos años despues y ninguna tuvo hijos para ser heredados en caso de fallecimiento. Lo único importante que quedó de ese recuerdo de adolescente es la canción que aparece en el soundtrack de la película:



Luego Johnny siguió siendo un desconocido hasta que se me ocurrió leer algo sobre él a raíz de escuchar que era un bochinchero, medio loco y que cantaba lindo. No es cierto, él no canta lindo como tal, su voz es rara, sin embargo... es rico escuchar su música tranquila cuando no se quiere salir de la cama en mañanas frías. Supe que tenía una esposa (bastante paciente a mi parecer)... ha de ser chivo ser amada por un titán. Saber que no importa la absoluta oscuridad de la noche o lo infinito que es el universo, alguien desea terminar sus días con una.



Por supuesto, el amor verdadero va más allá de la simple poesía y a pesar de que ella también era compositora y cantante, cedió mucho espacio a Johnny, él lo reconoció, June se vio eclipsada por su trabajo. En los últimos meses de vida (de ambos) ella le insistió que siguiera grabando, él le hizo caso y justo unos meses antes de morir ella, logró sacar maravillas como esta:




La primera vez que la escuché lloré... por dos razones... Uno, porque soy una fina chillona. Dos, porque ni siquiera la versión original de Nine Inch Nails es tan bella, aunque tiene un destello de gloria... la versión que hizo Johnny mejoró la original. Nunca antes visto, un cover superando a la original.

Además, ¿quién es capaz de cantar tan bellamente al dolor? ¿quién puede hacer que una herida purulenta de desgracia, muerte y destrucción sea un reflejo hermoso del ser humano? ¿quién encuentra en su imperio de mierda la entrada a la magnificación de la vida? ¿quién? Solo él.

June murió el 15 de mayo de 2003, fue esposa de Johnny durante 35 años, sus peores y mejores años. A pesar de la pinta de "chico malo" Johnny siempre manifestó una ternura desmedida por su diminuta segunda esposa y aunque no fue por su causa, ha de haber pesado en su ánimo su muerte, tanto que cuatro meses después murió él, exactamente el 12 de septiembre. Ese mismo mes salió esta maravillosa versión:



Siempre he tenido la curiosidad de saber por qué los genios suelen ser bastante antisociales, bastante incomprendidos... o por qué los hombres con esas características me roban el corazón.

miércoles, 2 de octubre de 2013

¿De qué nos sirve?

Con la propuesta y lucha por la derogación de la Ley de Amnistía sentí un poco de esperanza. Pensé que cabía la posibilidad de hacer justicia a crímenes cometidos en la guerra civil de mi país. Pensé que al final, un poco de aquella trillada frase "construir un mundo mejor... solidario y justo" podía ser cierto. 

Soy una tonta.

Históricamente mi país ha sido el lugar perfecto para delinquir y vivir en la impunidad y no solo me refiero a los crímenes de guerra, todo tipo de crímenes, antes y ahora. No hay un sistema de justicia limpio y eficiente. Somos un pantano. 

La última patada a nuestra identidad, a la memoria y a la esperanza de reivindicación de la población nos la dieron hace unos dias.

La conferencia episcopal y su máximo representante, el Arzobispo de San Salvador, decidieron cerrar Tutela Legal. Oficina que nació hace más de 35 años, justo al inicio del tiempo de la guerra y que fue la representante legal e investigadora de casos emblemáticos de ese período histórico: masacres, asesinatos, desapariciones, violaciones, torturas. Hoy peligra toda esa memoria, todos esos documentos que incriminan o pueden ayudar a investigaciones actuales de los responsables (de ambos lados) de todos esos pecados de guerra. 

¿Ahora qué pasará con todos esos papeles? ¿Quien los resguardará? Si a caso se deroga la Ley de Amnistía toda esa documentación sería clave. 

Ante esta oscura realidad algunos propusieron buscar como apoyo o al menos que los documentos fueran entregados a Mons. Rosas. Esta mañana confirmó que estaba de acuerdo con la decisión de su Arzobispo. No solo nos dieron una patada, ahora encima se burlan del dolor. 

Definitivamente hay que dejar de ser tan inocentes y pensar que algún día se logrará el reconocimiento público de los culpables. Para algunos eso no es importante ya, les parece poca cosa. Es una opinión distinta a la mía, no podemos quejarnos de lo que sucede con nuestros jóvenes quienes han crecido pensando que son impunes y que además no les interesa nada fuera de sus necesidades, cuando nosotros propiciamos algo similar a nivel macro. A veces creo que nunca nos hemos preocupado en construir una identidad nacional más allá de que si algunos pescadores triunfan jugando futbol, cosa que es lindísima, pero que no pasa de ser una alegría efímera. 

Me declaro decepcionada, ¿de qué sirve "abrazar la memoria"? si los que deben velar por el bien del pueblo se burlan de sus necesidades, de qué sirve.... si jamás se hará justicia. 

Si usted aún tiene fe, por favor... ahí me comparte un poquito. Este miércoles ha sido gris. 

martes, 1 de octubre de 2013