Terminar siempre fue un problema para mí, quizá sea mi crónica maña de distraerme, el asunto es que varias veces me he quedado a medias...
Sin embargo siempre llega el momento en que, a puro tubo, tenés que terminar... no importa si eso implica utilizar métodos alternativos, porque resulta que en esta vida, todo tiene su tiempo de finalización.
Todo este discurso respecto a los finales, es porque hoy estamos a diez días de finalizar el proyecto en la oficina, en las últimas 24 horas hemos corrido, cada quien en su dimensión y a su ritmo, pero me ha quedado la impresión de que estamos corriendo disparatados y cada quien para su lado... eso me preocupa con profundidad.
Cada vez, a medida que pasa el tiempo, me va agarrando una ansiedad bien fea... espero que sobrevivamos a esta semana que viene y poder terminar con elegancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario