Una nube oscura y tormentosa se había posicionado sobre mi cabeza... pero ya basta de mal humor, de repente: en mi ruta... en todas las rutas... en todo San Salvador, he notado su presencia, están por todos lados... son bonitas, son pequeñas, son amarillas y me ponen de buen humor al verlas...
Las he visto por Monserrat, cerca de mi casa, caminando por avenidas importantes y por caminos humildes...por todos lados... nos han invadido! Y que bueno, me dan un toque de alegría y mi nube negra se disuelve.
Aquí están y que bueno fuera que siempre estuvieran:
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