Mi fama histórica de perder cosas ha sido eso... una fama construida a base de experiencias, algunas bastante penosas...
Siempre he sido de la teoría de que a personas como yo, que nos ocupamos de "otros" menesteres de la vida, no nos deberían de dar pequeñeces que se pierden con facilidad... digo yo...
Recuerdo que tuve que aprender a cuidar mis llaves de la manera más drástica... me las amarraba al pantalón, no había otra forma para quitarme esa mala costumbre de olvidarlas donde fuera.
Otro caso han sido las sombrillas y paraguas... desistí de usarlos, prefiero mojarme a perder uno más.
Cuando inicié la vida con uso de celular, perdí varios en el intento... quizá unos cuatro o cinco.
Pero resulta que lentes... lentes nunca había perdido, si los dejaba olvidados por ahí, pero siempre regresaban sanos y salvos, pero ahora... no ha sido el caso. El martes fue el último día que recuerdo haberlos visto y luego de una búsqueda exhaustiva en dos partes he llegado a la resignación: he perdido mis lentes.
Tengo dos días de estar revisando documentos con lupa... sin lupa. u_u
Aunque un día de la semana pasada pensé que "sería bueno" hacerme un examen de la vista porque a veces siento que me "patinan" los ojos, no es una gracia ahora estar obligada a hacer el examen y de paso encargarme otro par de lentes.
"Deberías de usarlos con cadenita" me dijo él... yo digo que de paso voy a tener dos pares, por si acaso....
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