La calle oscura, desolada
acoge mis pasos lentos
acoge mis pensamientos revueltos,
desata algunos recuerdos,
desata alguna palabra de mi interior.
Que haga frío mientras se está triste
es lo peor que pueda pasar.
¿Dónde encontrar paz?
¿Dónde encontrar tranquilidad?
El cielo se abre
deja caer sus estrellas sobre mis cabellos
deja caer su sereno cristalizado.
No es malvado el cielo...
no, es su forma de acompañarme,
de desearme mejores horas,
de otorgarme lo que antes encontraba en alguien.
Hay un trozo de mí que no reconozco,
pero no importa, es mío al fin y al cabo,
es parte de lo que soy,
de lo que vivo,
de lo que menciona un nombre específico
y a pesar de no gustarme
a pesar de darme terror
lo abrazo como se abraza a los gatos,
sabiendo que en un instante se van
porque si y ya...
El cielo se abre ante mi paso
el frío me hace suya
y yo te menciono en un susurro.
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