Sucede que soy un caos, no lo digo como novedad o como aflicción... nop... para mí, el caos es algo natural y suave. Si no tuviera caos en mi vida no sé qué hiciera. Posiblemente ya me habría muerto de aburrimiento.
"Para mientras"... así se llama una carpeta en mi escritorio de la compu... en ella reposan solicitudes de cheques del proyecto... también sus respectivas liquidaciones, los sondeos, las matrices, las cartas que escribo (y nunca envío), fotos que quiero olvidar pero no borrar y cosas que no encuentran un lugar específico en otras carpetas.
Estos días de desorden, en los que la comida y el horario de dormir solo han sido un parámetro, donde el relajo de mi cuarto me delata como caótica, en los que tres actividades conjuntas y paralelas me han dejado más historias, más sustos y un reguero de facturas que no sé cómo organizar, porque resulta que para eso de las cuentas nunca he sido buena... y creo que nunca lo seré.
"Para mientras" es una frase que me está haciendo cosquillas en la mente, en algún lugar del cerebro también tengo una "carpeta" donde tengo guardados sentimientos, pensamientos e ideas... para mientras logro resolverlos. Por lo general la gente no entiende eso, no comprende que es una forma de "organizarme" porque de alguna manera tengo que sobrevivir a las emergencias, con la ganancia de no hacerle daño a los que me rodean.
Nunca he sido mujer de "demasiadas esperanzas", cuando vuelo muy alto siempre aterrizo (o me aterrizan) y ser realista siempre fue una virtud.
Tengo una idea, no para evitar el desastre... es para aminorar su impacto, al menos hasta que me acostumbre de nuevo a lo ya conocido.
Nunca he sido mujer de "demasiadas esperanzas", cuando vuelo muy alto siempre aterrizo (o me aterrizan) y ser realista siempre fue una virtud.
Tengo una idea, no para evitar el desastre... es para aminorar su impacto, al menos hasta que me acostumbre de nuevo a lo ya conocido.
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