Cualquiera diría que he escapado a muchas formas de presión, debido al estilo de trabajo que tengo, pero no es así.
Últimamente he tratado de oxigenar un poco mi cerebro con otras actividades o pensamientos, pero esta presión que siento ante la eminente llegada de varios eventos... me preocupa, me estressa, me llena de ansiedad, me mantiene alerta... me aterra, me baja las defensas y me proboca MAS desorden de sueño. Sueño que sigo trabajando cuando justo he terminado jornadas muy intensas de horas y horas...
Añadamos más presión: pagos, fechas de entrega, fechas de pago incumplidas, atraso en cuotas, y recuerde que no solo es el hecho de saber eso... sino tener a alguien insidioso a la par que te lo recuerda de las maneras más creativas posibles, en mi caso mi amada madre.
Cereza del sorbete: presiones menores, pero que de tanto escucharlas molesta: discusiones con mis hermanas, búsqueda de silencio, dejar de meditar ya empieza a hacer estragos en mi, mandados-favores maternos que me quitan impulso para otras cosas, comentarios inhóspitos en cuanto a otras áreas de mi vida no laboral, sino más bien de tinte personal... bodas, divorcios y otros menjurges... libros atrasados, olvidos importantes, encontrarme con quien no quiero, subirme al bus equivocado, mil, mil... mil cosas...
Mil cosas que me hacen sentir bajo presión... "Fuck you"... como diría él...
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