Le debo un almuerzo, un consejo y varios abrazos. Resulta que soy una tosca y a veces no sé qué palabras decirle para aliviarle un poco los dolores cotidianos y saber estar.
Tengo una amiga que me ha escrito varias veces, tengo más de un año de no verla, con ella y otras chicas nos íbamos a tomar cerveza y a hablar sobre los hombres, pero no en ese tono de "todos los hombres son iguales", no ... créanme, hablábamos de la forma más adecuada para quererlos sin salir dañadas. Ella siempre daba los mejores consejos.
Tengo una amiga que colecciona nubes, es mamá bien "pro" y anda afligida cuando yo le cuento que no me siento bien, que ando triste o que me ataca el desánimo. Es una amiga bien linda porque ama las palabras y las suelta al viento.
Tengo una amiga me llamó una noche, quería que fuéramos a vagar como lo hacíamos hace años, me esperó y esperó pero al final tuvo que partir, hoy, sin mi. Sé que ya no he coleccionado recuerdos con ella y soy una ingrata porque debería haberlo hecho.
Tengo una amiga que vive frente al mar, siempre me invita, me dice que llegue, su hijo ha de estar enorme, siempre me deseó lo mejor, era cariñosa y estaba pendiente de que comiera cuando trabajábamos en los cantones incrustados en laderas de Ciudad Arce.
Tengo una amiga... aún digo que es mi amiga... a veces la extraño, extraño las risas que solo con ella podía tener, la conocí cuando éramos unas niñas y su partida, aunque a veces necesaria, me parece que sigue siendo una piedra en el zapato de mi corazón. Ella, la música, colocha y chelita... se fue en marzo, hace un año.
Tengo una amiga... varias, a las que admiro por diversas razones, aunque no se me note, pero es cierto... nunca lo digo, nunca se los he dicho... posiblemente algunas ni me creerían esto que escribo, pero es cierto. A veces pienso que ellas son mucho más fuertes y valientes de lo que yo he sido, aún contrariando lo que ellas piensan de mí.
1 comentario:
Sí, la contrariamos, porque yo lo único que quiero que me prometa es que no se va a ir.
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