Porque el tiempo de inactividad laboral es terrible, supongo que no soy apta para ella.
En épocas así es cuando debería de estar presente la inspiración, porque al fin tengo tiempo para escribir todo lo que tengo en mi cabeza, pero no... me quedo callada y sin decir mucho y el tiempo se hace largo.
Quizá estoy aburrida. A lo mejor me extrañan ciertas cartas o mensajes, me preocupa que la gente sea tan "apegada" solo por que si. A lo mejor esto se da porque yo soy la insensible. No sé.
En este aburrimiento no sé muchas cosas, pero peor aún... no quiero averiguar. Me dedico a hacer planes a corto, mediano y largo plazo. Calculo movimientos, trayectorias y mudanzas. Busco lo más elemental para vivir (cuando ya no esté aburrida) y pienso en los colores que quiero ponerle a mis paredes, cuántas cervezas le caben al freezer de la refrigeradora y si de vez en cuando pueda soñar con tener un perro.
Estoy aburrida y quizá por eso, cuando pienso en un bar, se me cruza la idea de ir a tomar clases de cocina para hacer unas boquitas ricas y fáciles, de buscar fotografías de muebles para un negocio o calcular la temperatura perfecta para visitar México, Madrid y Barcelona...
El aburrimiento es peligroso, sino miren cuántas mujeres, a excusa del aburrimiento, se pusieron a tener hijos sin tener la capacidad emocional de cuidarlos o verlos crecer felices... o de los muchos hombres que tuvieron sueños y que el aburrimiento les dio (a ellos y a sus sueños) el veneno fácil de lo incumplido.
Estoy aburrida y de alguna manera eso me preocupa, porque entonces... el bar cerraría antes de tiempo, los aviones nunca despegarían y yo seguiría acá... haciendo rellenos de papa y guisquil...
¿Acaso necesito más? ¿qué será ese "más" que necesito? Espero que no, que solo sea que hace mucho calor o que simplemente hoy tengo sueño.
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