respiro, pienso y siento.
Inconmesurablemente pienso, siento y sueño.
Inconmesurablemente siento, sueño y veo estrellas.
Inconmesurablemente sueño, veo estrellas y escribo cartas.
Y así, en una larga y difícil rutina me dedico inconmesurablemente a existir en este pueblo, sin un abrazo, sin un consuelo, sin la manera adecuada de detener las lágrimas en las madrugadas. Por supuesto esto no es en ninguna manera algo especial, a lo mejor, mis vecinas o compañeras de trabajo y toda mujer que coexiste en este territorio conmigo, también puede estar pasando por la misma experiencia.
Irremediablemente, ellas también vivirán inconmesurablemente mientras yo me dedico a escribir cartas, posts, poemas y otras vanidades que solo tienen como objetivo aliviarme este inmenso vómito de sentimientos y emociones.
Inconmesurablemente respiro, pienso y siento.
Inconmesurablemente pienso, siento y recuerdo.
Inconmesurablemente siento, recuerdo y escribo.
Inconmesurablemente recuerdo, escribo e intento olvidar.
Inconmesurablemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario