jueves, 13 de septiembre de 2012

Yo soy el viento,

soy la ráfaga en tus días,
el recuerdo de una piel jamás poseída.

Este cuerpo me detiene
me apresa, me pone obstáculos
me amarra a la tierra.

No me gusta pensar si puedo amar
no por miedo a no hacerlo,
es que nunca nadie ha amado,
nunca nadie ha entendido mi amor,
además,
¿quien, si no ha amado,
podría distinguir un amor de viento?
por supuesto, estas tristes personas
no ven con buenos ojos que yo te ame como te amo
sin que me pertenezcas,
sin esperar nada,
sin certezas de gente terca.

La eternidad es tan corta
que no tiene gracia buscarla
no vale la pena algo tan trillado
para los besos,
para los abrazos,
para los sueños.

Creo que al final
todo se resumen en uno de tus pensamientos,
todos somos unos hijos de puta.

No hay comentarios: