jueves, 31 de enero de 2013

Capítulos

Últimamente me parece que la vida me llega por capítulos... o más bien, la vida me trae a mí por capítulos.

Debido al ajolote/prisa por terminar un documento extenso en menos de 12 días termino los días bastante cansada.

Este mediodía caí en la cuenta que vivo en capítulos cortos la vida cotidiana y la laboral en graaaaandes capítulos de 10 a 12 horas continuas.

Ejemplos de capítulos cortos:
1. Decidí ver Sherlock Holmes y tardé tres días en terminar de verla, porque siempre me quedaba dormida
2. La noche del miércoles decidí pasar a un restaurante de comida mexicana y ordené un burrito para llevar... el mentado burrito parecía transgénico porque era monumental... al llegar a casa, a pesar de tener un terrible dolor de cabeza me dispuse a cenar... di dos bocados y ya no quería, guardé la comida... terminé de comerla hoy al mediodía.
3. Lavar ha sido dificultoso... echo la ropa a la lavadora en la mañana y me toca tenderla en la tarde/noche que regreso... por supuesto no se seca en la noche y tengo que esperar otro día más para tener ropa limpia disponible, llevo tres días intentando terminar de lavar toda la ropa acumulada.
4. Dormir ha sido así también, tengo tres noches de estar soñando cosas feas, me despierto a las 3 o 4 am y ya no puedo dormir.... resultado, mis ciclos de sueño han vuelto a ser de 2 o 3 horas. ¬¬
5. Tengo dos intentos fallidos de sacar la basura acumulada...  u_u
6. Sin contar que libro que me ha costado MESES en terminar ha sido retomado para finalizarlo, tengo plazo hasta el sábado y cada vez que lo agarro me toca regresar dos o tres páginas de donde me quedé porque ya no me acuerdo del contexto general.
7. El colmo de los colmos es que ahora hice lo que NUNCA HABÍA HECHO: dejé a medias un post, no logré terminar de escribirlo porque ante tanta interrupción de la oficina (como si fuera a trabajar jajajajaja) se me fue el hilo conductor del relato.

Solo espero regresar a un "ritmo" normal para lo cotidiano a partir del 12 y para mientras, que me socorra la mejor de las energías o dios o el diablo o quien se ofrezca primero.

Amanecer

El amanecer me encontró en vela... desperté a las 4 am y no pude dormir más, así que me levanté y terminé dos evaluaciones, avancé en el informe, leí un rato, pero a eso de las 6 a.m. me dio por ver fotos... encontré unas de Sebastian. Estaba tan pequeño... lo extrañé.

Siempre lo hecho de menos, pero sucede que esta mañana, extrañé su versión de dos años y medio, esa versión más gordita y rosada que llegaba cada amanecer a mi cama y a empujones me hacía a un lado y se quedaba acostado a mi costado... fue linda esa época, vivíamos en San Marcos y tengo buenos recuerdos de esos meses. 

Esta es la foto:

Supongo que todos los niños a esa edad son hermosos, pero como este es el que se enquistó en mi corazón, puesi, lo veo lindo. 

Para rematar mi nostalgia... encontré este viejo post, que es de esa época, justo de esos meses:

Rescate de última hora...

Mi ánimo ha estado mortuorio últimamente, sin embargo cuando estoy con él trato de darle la parte menos dañada de mi alma... y es que él se la merece, Sebastian siempre anda rondándome como pequeño duendecillo cariñoso y cualquier asalto de mi mal humor, de las batallas con mi madre, de las discordias con el resto del mundo.... él me lo hace olvidar.
Pero sucedió que desde hace días, cuando le pedía un beso... no me lo daba. En cambio ponía su cachetillo para recibir uno de mi parte... así había estado y yo rogándole uno de sus besos de nube... pero nada...
Anoche fue buena noche... hasta que llegué a casa, el escándalo sin fundamento, la acusación, el juicio emitido, la condena y la posterior ejecución me sacaron las lágrimas.
Estaba en el patio, disimulando lágrimas sin sentido, viendo los aguacates que las ardillas se han comido, que las orquideas que le regalé un día a mi madre han floreado y emiten un dulce aroma... cuando de repente, sentí sus pasos diminutos... su mano en mi pierna llamando mi atención. Lo alcé y justo cuando estabamos cara a cara, sin pedirselo... me dió un beso, me abrazó se arrecostó en mi hombro y empezó a buscar sueños.
Ha sido la mejor caricia para mi alma en estos días.


Y puesi, yo que tengo corazón de pollo no encuentro más remedio que seguir extrañándolo... 

¿Pendeja o no pendeja?... ese es el dilema

El tema me había estado dando vueltas en la cabeza desde hace un par de  días, cortesía del apartado sobre género del informe del proyecto que estoy redactando, sumado a una conversación que tuve con un amigo y rematando con un correo que me cayó esta madrugada; por si todo eso fuera poco, además encontré un artículo muy bueno sobre insultos a las mujeres (que pueden leer AQUÍ).

El asunto es que, como lo señala el artículo, el lenguaje en sí mismo no es machista, ni misógino. Somos nosotros los que damos una connotación específica y acá viene el tema sobre los insultos a las mujeres. Debido a una acción concreta de MD, la cual fue muy criticada, la columnista hizo una reflexión sobre los insultos realizados a mujeres, por mujeres. 

Es un hecho demostrado que somos las mujeres, las que tenemos el poder de dejar un legado, ya sea a través de educar a las nuevas generaciones, o las que fungen como comunicadoras y en parte también, las que no somos de ninguno de los anteriores grupos, las que propiciamos y heredamos el machismo. 

Referirnos al machismo es hacer mención de actitudes y comportamientos ya muy establecidos: golpes, malos tratos y abuso sexual, pero casi nadie dice nada sobre el lenguaje, y acá no solo está la cuestión de la invisibilización, que si hay que incluir a ambos géneros en los discursos, textos y otros medios de expresión, es poder caer en la cuenta que a través del lenguaje es que se marcan esterotipos y prejuicios.

Vamos a lo que nos toca, yo he insultado a otras mujeres, abierta y públicamente, lo he hecho y lo he sostenido reiteradamente. No desde hace poco, desde muy joven tuve esa mala costumbre. Confieso que cuando alguna mujer no cumple mis altos estándares de calidad la he calificado como pendeja. PENDEJA.

Quizá sea porque desde pequeña siempre me enseñaron que lo importante era lo intelectual, el insulto más grande para mí es decirle así a las personas... a las mujeres... supongo que para otras mujeres, que tienen como estándar de calidad de vida la moralidad... el insulto muta y se vuelve puta. PUTA.

Nunca le he dicho puta a otra mujer, no me agrada, de hecho... esta semana tuve una seria discusión con Iba Pasando sobre el tema de la prostitución... y eso que hablábamos de sexo servidoras, sin connotación moral. 

Pero si, le he dicho PENDEJA a varias mujeres... y he sido incoherente en esto, totalmente. Porque si la capacidad intelectual de la persona está en tela de juicio no es la forma de expresarse, me he vuelto abusiva con alguien que no puede defenderse, o he cometido un error si dejo que otra mujer dude de mi capacidad intelectual. El hecho es que es políticamente incorrecto hacerlo. Además... qué arrogancia más grande es creer que soy intelectualmente superior a las demás. 

No puedo regresar las palabras salidas de mi boca, no voy a disculparme con las mujeres que ya insulté, porque ya ni las veo.. y no creo que estén esperando que lo haga en realidad. 

Lo que me queda es no seguir con ese patrón cultural machista, que me parece más válido y concertador que estar poniendo las/los cada tres palabras en un informe. Y asegurarme de que las mujeres a mi al rededor se den cuenta que hemos estado equivocadas, que no es una forma de defensa utilizar ningún insulto... y menos estos dos... patriarcalmente heredados. 

Nota: este post tendrá segunda parte... pronto. 

Caos

El caos de lo externo me visita
viene en forma de canto de gallos
motores recién despertados
alarmas que intentan volver a la vida a los humanos.

Todo se escucha tan drástico.
Luego viene el sol.

Me abrazo para buscar el consuelo
del silencio,
no lo encuentro.

El caos ajeno llega
se materializa en una carta
que no debería ser para mí,
lamento su falta de paz
pero nada puedo hacer.

Todos quieren su propio drama.
Luego viene el sol.

Abrazo tu recuerdo
encuentro en él un alivio
y decido no explotar.

El caos me acecha
yo le digo que soy parte de él
que no me maltrate
que no me haga perder la paciencia
que no se ensañe conmigo.

El caos invade
pero no se da cuenta,
que hace tiempos,
le perdí el miedo.

miércoles, 30 de enero de 2013

Ya no atino...

Luego de 15 correos, del avance de dos párrafos de informe, de la lectura general de las 70 y pico gráficas, dejar listo el borrador para ser presentado mañana, de hacer cuentas para ejercer la libertad y darme cuenta que a las 5:44 p.m. tengo dolor de cabeza, calor y ni una tan sola pizca de ganas de seguir escribiendo el mentado documento... lo tengo claro, ya no atino pensamiento coherente y coordinado.

Lo que me viene a la mente es estar en una hamaca, viendo el atardecer en el mar... si, increíble... en el mar, a mi ni me gusta el mar, pero a esta hora si me gustaría, estar ahí y hacerme la maje un par de días y no pensar en absolutamente nada que implique análisis de realidad, lectura de medios de verificación y ver miles y miles y miles de fotos. Todo es lindo y sirve, lo sé, pero estoy cansada.

En medio de todo esto, recuerdo que dejé los platos sucios del almuerzo, es decir, tengo que llegar a lavarlos, a ver si me alimento y me tomo mis pastillas... ¬¬

Una hamaca, chancletas, brisa marina... y una piña colada, eso es lo que quiero.
Una hamaca, blusa de tirantes, un libro, sonando de fondo "i'm yours" o cualquier ukelele, eso quiero.
Una hamaca, un atardecer, el sonido del mar y...

Me acabo de acordar, tengo que ir a lavar los platos ¬¬ nos vemos mañana

Deseo un día de 36 días

(versión accidental de mis prisas)

Justo cuando recién me acostumbraba a dormir como la gente normal... he vuelto a dormir poco, a comer menos y a parecer sonámbula por la casa, haciendo cuadros a las 11 p.m. Simplemente siento que no me alcanza el tiempo. No... corrijo. No es que no me alcance, llevo ritmo acelerado de trabajo, pero extraño tener tiempo para otras cosas. El día termina bien aprovechado laboralmente, pero yo me quedo con la sensación de que algo me falta.

Algo me falta.

No es el desayuno con cereal y fresas, no es el silencio que no alcanzo, no es el tiempo que no invierto en la lectura diaria que me prometí. Tal vez si está relacionado con las largas duchas que tomo en la mañana, para tener la sensación de que vivo cuando siento que el agua me recorre, es lo más cercano que he tenido a una caricia en los últimos días. 

Esta mañana, mientras me alistaba, entiéndase... me echaba crema para evitar la resequedad de este pueblo... pensaba que me gustaría hacer todo lo que hago, pero más despacio, sacar el jugo de las naranjas que se pudren sin perdición y tomármelo, caminar como me dijo que debía hacer el doctor, participar de otras cosas que no son de trabajo con mis compañeros, encontrar una manera de organizar mi entorno y preparar mi mudanza a San Salvador, buscar una casa que me prodigue independencia y un espacio propio, poder salir una noche a la semana con Miguel, preparar viajes pendientes, llevar al circo a Sebastian, construir nuevos recuerdos con mis papás. 

Hay tantas cosas que quisiera hacer en esas doce horas extras... y "quince días" suena tan poco y demasiado a la vez.

Luego, caí en la cuenta de mi arrogancia y pensé, mientras me vestía, que no deseo varios días o que todos sean de 36 horas. No. Como niña que pide un deseo con una estrella fugaz como intermediaria, solo pediría UN DÍA, solo una jornada de 36 horas. 

Quisiera recordar qué se siente amanecer a tu lado sin prisas.

martes, 29 de enero de 2013

Borrar

A veces quiero borrar ciertas cosas... comentarios... personas.

Como sabrá querido lector, soy una odiosa. Hoy ha sido un día de desear muchos borrones. Quizá sea que hoy amanecí intolerante.

Tanto así, que hasta he sido intolerante conmigo misma... me parece que he cometido demasiados... DEMASIADOS errores en los últimos días, lo bueno es contar con un par de personas que hacen ver esos errores. Es una forma de superar-me.

El asunto es que aunque quiera, no tengo un borrador mágico, con el cual deshacerme de las cosas feas, de las fechas que me pesan, de las personas que no me agradan, o los comentarios que hago y no debería. También...y eso si puedo... es tratar de borrar el exceso de entusiasmo que me da y que no sirve para nada. Como hace años me dijeron... "los juzgados no sirven para nada y solo nos complican la vida".

¿Qué me queda?... parafraseando a Benedetti... ¿qué me queda?

Seguir escribiendo el informe, hacer cuadros, trabajar matrices, no contar ciertas cosas, callarme otras, ir al banco, seguir buscando, seguir perdiendo.

Quisiera borrar... o rebobinar.




lunes, 28 de enero de 2013

Tal vez

Estos días han sido de vorágine, lucho por tener una vida laboral estable y estabilidad personal: retomar la lectura, hacer tiempo para salir y divertirme, platicar con mis hermanas... llamar por teléfono a mi familia y a Miguel al menos una vez al día, al menos unos breves minutos, hacer planes que nada tienen que ver con lo laboral.

En medio de todo esto, que es lo más normal del mundo, choco con mi madre.

El sábado, mientras cerrábamos con una actividad grande el proyecto, me llamó para reclamarme mi falta de tiempo, mi incapacidad para atender sus necesidades, mi ingratitud de olvidarla. No se imaginan lo "pesado" que me resulta escuchar todos esos reclamos. Como cereza del pastel, perdí los estribos y le dije que no tenía tiempo en ese momento, que soy una adulta con obligaciones, que ella no comprendía y le dije que cuando tuviera chance le hablaría de nuevo... colgué. Soy una mala hija!

Siempre me he preguntado en qué momento de la vida es que ella y yo dejamos de ser aquella pareja amorosa madre-hija que nos muestran las fotografías cuando tenía 1, 2, 3... 5 años. ¿qué hizo que yo me perdiera? ¿qué generó este conflicto eterno armamentista? ¿por qué no logra entender que no le pertenezco? ¿por qué no logro entender que siempre seré suya?

El domingo llegó con otras luces, en medio de buscar otros horizontes, sucedió que me di cuenta de mi propia fragilidad y cuando salí de una reunión, cansada y sola, tratando de respirar hondamente para calmar la mente, de repente estaba ahí, en una de las esquinas de Suchitoto, estaba con Sebastian, sentados esperándome. No sabían donde estaba yo, solo sabían que me enfrento a la vida desde otra batalla... y que además venían a traer a mi hermana y sus amigos que habían venido a trabajar el sábado conmigo.

No recuerdo desde cuándo no me alegraba tanto verla. Es decir... siempre me alegra, pero no como ayer.

No me dijo nada de lo conversado una noche antes, no dijo nada y yo tampoco lo hice, en cambio... fuimos al mercado, compramos alimentos y  nos fuimos a mi casa a cocinar, le conté lo que me acontece, escuché su consejo y la vi pelar pepinos mientras  yo cocinaba la carne y el arroz que tanto le gustan. Los demás existían fuera de la cocina, mi papá y Sebastian jugaban en la cochera, Gabriela y sus compañeros se repartían las tabulaciones, Lorena se dedicaba a curosear por toda la casa.

Lo he pensado en otras ocasiones, por esta maña estúpida de creerme "buena" en lo que hago no logro ver que hay cosas más importantes que un trabajo, supongo que es algo seguiré aprendiendo en cada día. 

Estoy muy segura, que habrá otro momento en el que me vuelva a reclamar, en el que vuelva a decirme que siente que no me importa, sé que habrá otro momento en el que pierda la paciencia y le diga alguna barbaridad, pero también estoy segura que habrá otro almuerzo, donde se congregue no solo la tribu, sino que se unirán otras personas que son importantes para todos. 

Estoy muy segura que la vida nos proporcionará más felicidad y más molestias... pero cuando sea el momento, estoy muy segura... no habrá dolor incurable ante nuestras ausencias. Segura estoy, que a pesar de sentirme tan distinta a esta mujer, soy un poco de ella en mis decisiones, en mi forma de vivir, en mi manera de amar.

Yo sigo acá, enfrascada en un informe y ella está en su trabajo, ayudando a los cardíacos que se le cruzan por el camino.


Tal vez el mundo no sea tan grande
como uno suele siempre imaginar
quise encontrarme a mí
y me crucé con el dolor
con la locura de cantar
todos los días.

Tal vez el río no tenga salida
y los recuerdos se ahoguen en el mar
quise encontrarme a mí
cansado y solo en un hotel
perdido como el que no ve
lo que es mentira.

Pero hoy, tan solo hoy
yo me enfrento a la vida
curando heridas
hoy, tan solo hoy
yo perdí de mi vida
lo mejor que tenía

Y sé, me dijo al partir,
estoy muy segura
nos volveremos a ver,
y guardé su voz de papel
su olor en mi piel...

Tal vez el cielo no sea tan claro
como no es claro lastimarse así
quise encontrarme a mí
y me tope con la razón
con ganas de sentir que hoy es otro día.

Pero hoy
tan solo hoy
yo me enfrento a la vida
curando heridas
hoy, tan solo hoy
perdí de mi vida
lo mejor que tenía
y sé, me dijo al partir
estoy muy segura,
nos volveremos a ver
y guardé
su voz de papel
su olor en mi piel...




jueves, 24 de enero de 2013

Quiero contarles

Que yo no solo soy mujer que trabaja... en algún momento, quizá el momento más corto del día logro desprenderme de todo lo feo y lo malo que surge en un equipo de gente cansada, incluso logro desprenderme de lo lindo y hermoso que surge de trabajar con ese mismo equipo, porque, qué se le va a hacer? somos personas y nos cansamos.

El asunto es que yo también me canso y cuando eso sucede, yo dejo de ser yo.

Dejo a la seria que siempre tiene audífonos puestos, con el ceño fruncido y cabellos en eterna atadura. La que calcula estadísticas, la que justifica proyectos, la que evalúa acciones, la que busca fuentes de verificación y regreso a mi estado de mujer libre.

Entonces me doy permiso de soñar, de recordar que tengo otros planes que incluyen viajar, ver horizontes, otras estrellas y nuevas aguas marinas... regreso al instinto primario de soñar con proyectos que una vez dejé colgaditos en algún perchero porque no era momento para vivirlos, no habían llegado las personas adecuadas para compartirlos, no era momento para ser yo sin ellos y sin mis sueños.

Y sueño en recorrer muchos caminos, de vez en cuando acordarme que caminas cerca y que cuando sea el momento la amargura no nos ate como para desear nunca cruzarnos los caminos. Quiero llevar a mi Sebastian a los lugares que me marcaron, que vea con sus ojitos sorprendidos el encuentro entre la tierra y el cielo, tal como me sorprendió a mí. Quiero contarles que sueño no tener ataduras pesadas, solo aquellas que no me aten en realidad, sino esas que me dejen quieta solo porque si, solo porque así debe de ser. Que quiero tener sueños que no me hagan llorar, que no me hagan arrepentirme, que no me arrebate amistades. Sueños que me den ganas de vivir.

Ganas de vivir lejos de este escritorio, de toda esa lista de textos que tengo que escribir, de todos los conflictos, de todas las luchas de poder... Quiero contarles que a veces, solo a veces, en un breve momento del día, todos los sueños que poseo y que  poseeré se reduce a uno solo: estar a tu lado platicando de todo y de nada. 





Así o más "me vale riata"

Intenso, así ha sido el día.

Urgencias, atropellamientos, un almuerzo grasoso, cinco correos explicativos, uno concertador, búsqueda incansable de papeles perdidos, un viento arrollador en el pueblo...

Dos entrevistas, una de radio, porcentajes que no entiendo, un cigarro... regar las plantas, desayuno tarde, planes para el finde, una llamada de mi mamá, mi hermana y Sebastian.

Tres razones para huír, dos para quedarse, "navegar con bandera de pendejos" de vez en cuando sirve, creo que lo haré más seguidos

Hoteles, revisar documentos y tratar de explicarle a Karina que no... que diploma de reconocimiento no es lo mismo que diploma de participación. Esta es la tercera que me interrumpen la canción.

Un mapa, diez cartas y dos balazos... quiero sorbete, lo merezco.

En serio, me porto demasiado bien... llueve sobre Suchi, al fin comeré Sushi por primera vez, todo es una cadena caótica de ideas en mi cabeza... mientras suena "Highway to hell", mientras me digo... que no importa cuánto falte, siempre hay un "más tarde" y mañana, a las 3 p.m. y les diré... "hasta mañana".



miércoles, 23 de enero de 2013

Comunicación

No les ha pasado que siempre han dicho que no les gusta hablar por teléfono y de repente, de la nada, y sin buscarlo tan siquiera... necesitan una llamadita?

¿No?

"La luna es una naranja
del color del carmín 
a medianoche...
descalza, trás la ventana..."

Es bien raro, pero a mí si me ha andado sucediendo. 

Quizá sea porque paso "casi" todo el día en silencio, a menos que vengan a sacarme de mutismo para preguntarme algo concreto, porque escribir requiere concentración o porque últimamente es una forma de tomar un poco de distancia y poder pensar "lo mejor" para todos, porque al fin y al cabo, como me dijeron ayer, tengo que hacer honor a lo que hay que hacérselo y termino admitiendo que no solo me preocupa el volumen de trabajo, sino lo que sucederá al cerrar este proyecto. 

"¿Qué estás haciendo?
ahora yo intento que el corazón
que es un gran muelle de acero
no se me salga del pecho..."

¿Qué hago con todos los pensamientos que me rodean a partir de una sola fecha? 31 de enero. A veces, en mi lado más oscuro, pienso que todo esto no debería de afectarme o preocuparme, porque al fin y al cabo, yo estoy segura.... pero ¿y los demás?... soy una sentimental de mierda!

Y acá estoy, seria y concentrada, Nelson a veces duda si hablarme o no para consultarme, no porque le conteste mal, sino porque dice que siente que si me interrumpe no voy a lograr agarrar el mismo ritmo que llevaba, si supiera que estoy escribiendo esto que siento atravesado en la garganta....

"Te necesito, ya ves
odio reconocer
que necesito tener
tu aliento para estar bien
que no hay mejor alimento 
que el que me das con tus besos..."

Emmety y yo tenemos un bisnes pendiente, debemos arreglar cuestiones básicas y sencillas, pero todo eso que parece básico y sencillo se complica... sin embargo... mientras almorzábamos esta tarde... llegamos a una conclusión... sobreviviremos.. y con elegancia.

"La radio con sus propuestas
para un mundo feliz
me desconcierta...
me pasan por la cabeza
mil locuras que no ni tomo en cuenta..."

Pienso en el desempleo que viví y que no le deseo a nadie, menos a mis compañeros, porque es bien feo, porque es tan limitante, es tan deshumanizante y lo sé... no me corresponde, pero a veces siento que puedo ayudar un poco más, pero entonces me doy cuenta: tengo miedo. 

Así es, miedo. Porque yo soy bien tonta por ratos, en serio... padezco de inseguridades estúpidas, de complejos ridículos y no siento valor para algunas cosas, sumado a que sé que no será fácil no contar con algunas personas si hago lo que quiero hacer. Pero de repente... de la nada... en este mi "silencio" que en realidad no lo es... porque siempre hay una vocecilla que me acompaña al otro lado de la pantalla, me dice... "tenés que tomar una decisión"... así es, no me dice que me quiere, no me dice pendejadas tiernas, no me dice estúpidas cursilerías... me dice... "tenés que decidir..." solo eso y yo me quedo con el cerebro aún más acelerado.

Por la noche, mientras las estrellas brillan descaradamente, las plantas hacen ruido al crecer y yo me doy cuenta que el valor no es eso que siempre nos dicen que es, el valor es solo escuchar y saber tomar decisiones. 

"Llama por favor...
estoy tan indefensa,
me falta voluntad
no me puedo concentrar
y no encuentro la salida..."

Y una... simplemente sigue pensando, en lo del trabajo, en el sobrino que se ha de ver bien guapo en su pantalón nuevo de uniforme, en lo que le molesta de su entorno, en lo que quiere publicar, en lo que es importante, en lo que no, en los planes para viajar, en los árboles de enfrente de su ventana, en que... no importa si tiene miedo... debe tomar decisiones. 

Es cierto... a veces no recibo llamadas, pero siempre llega tu mensaje. 

Orden

Textos: Memoria, informe narrativo, pmf.
Estadísticas: Perfil beneficiarios, perfil personal, municipales, nacionales, regionales.
Más textos: revisión de cartas, manual y reglamento.
Reuniones: Mercadeo, Administración, Recursos Humanos, Gestión.
Visitantes: dos canadienses, dos voluntarios, cuatro cipotes de horas sociales.
Documentación: Listas de asistencia, guías pedagógicas, fotografías, videos.
Más y más textos: sondeos de salida, nuevas matrices, evaluaciones y auto-evaluaciones.
Compromisos personales: viernes, lunes y no aguanto porque llegue el primero de marzo.
Más documentaciones: fotocopias de sondeos, contratos y cartas compromiso.
MÁS: entrevistas, minireuniones con Nelson, tragarme un par de molestias y redactar correos demasiado políticamente correctos.
Revisar: afiches, producciones, informes de clases.

u_u

Debí haber aprendido malabarismo ¬¬

martes, 22 de enero de 2013

Solidaridad

Hay muchas formas... varias maneras, una es cuando, luego de escuchar una respuesta tonta, te den un consejo (aunque hayas enojado al consejero u_u), que te esperen porque saben que andas acabada y no vas a lograr llegar sana y salva a la casa materna si no es llevarte directamente, que la menor de las hermanas diga... "te voy a llegar a ayudar" cuando le contás que vas a tener trabajo arduo el fin de semana.

Pero también es solidaridad la manifestada en una Mangoneada (especie de paleta de frutas, criollas especialmente, insertas en un vasito y bañada en jugo de limón, si gusta puede agregar sal y chile, pero para mí, solo limón).

Estaba a punto de caer dormida sobre el teclado cuando Ingrid entró Mangoneada en mano... todas suspiramos del deseo... pero ninguna podía dejar de hacer lo que estaba haciendo, es lo malo del final de proyectos, el tiempo no es tiempo o una no es una... lo que usted prefiera.

Acto seguido... Ingrid dice "va pues, se las voy a ir a traer..." todas buscamos la cora respectiva y la entregamos. Solo así he podido combatir el sueño, el aburrimiento y el calor... mangoneada de arrayán con limón, acompañada de "Estrechez de corazón". n_n

(8) "Estas llorando y no haces nada por perdonar a nadie excepto a tí... " (8)


lunes, 21 de enero de 2013

La cena

Luego de un dia cansado... la cena es necesaria. Llegar a la casa materna y encontrar frijoles molidos y crema n_n es el final adecuado de hora y media de viaje desde San Salvador.

Agregar un huevo revuelto al menú y sea feliz!

domingo, 20 de enero de 2013

Trabajar

Estuve casi toda la semana en San Salvador, entre cosas de salud y de ir a varios lugares para sacar datos e información. Cualquiera (es decir, mi mamá y hermanas) pensarían que tendría vacaciones, no.

Lo decía anteriormente, todo este jelengue tiene que ver con terminar el proyecto. Lo terrible es que ahorita (1:13 a.m.) tengo que hacer esas cosas terrenales que no hago por estar escribiendo, es decir: planchar, pintarme las uñas y otros menesteres propios de una buena presentación para el evento de mañana.

¿Por que siempre hay algo que no me gusta de mis trabajos? En realidad, este es de los que más me han gustado y llenado profesional y personalmente, pero resulta que igual.. están esos eventos a los que no puedo ir en jeans y tenis... ¬¬

Mañana (más tarde) tengo que ir a trabajar, en esa parte que no me agrada mucho, no solo aquí, sino en todos mis anteriores trabajos, esa parte que implica que me maquille, aunque la asesoría de hoy estuvo interesante n_n

Supongo que así debe de ser... Los dejo... iré a planchar

Poder terminar...

Terminar siempre fue un problema para mí, quizá sea mi crónica maña de distraerme, el asunto es que varias veces me he quedado a medias...

Sin embargo siempre llega el momento en que, a puro tubo, tenés que terminar... no importa si eso implica utilizar métodos alternativos, porque resulta que en esta vida, todo tiene su tiempo de finalización.

Todo este discurso respecto a los finales, es porque hoy estamos a diez días de finalizar el proyecto en la oficina, en las últimas 24 horas hemos corrido, cada quien en su dimensión y a su ritmo, pero me ha quedado la impresión de que estamos corriendo disparatados y cada quien para su lado... eso me preocupa con profundidad.

Cada vez, a medida que pasa el tiempo, me va agarrando una ansiedad bien fea... espero que sobrevivamos a esta semana que viene y poder terminar con elegancia.

sábado, 19 de enero de 2013

Les cuento...

un cuento... bueno dos.

Resulta que Fuentataja, una organización española (y que conocí gracias a @FlorsyPower), donde imparten talleres de escritura creativa lanzó un concurso con un tema: "El dios tecnología", el correo de convocatoria me llegó a inicios de la semana, me pareció que el tema no era para mí y más bien le reenvié el correo a Miguel porque él es loco tecnología y esos temas raros.

No sé en qué momento de la conversación al respecto, terminamos diciendo que escribiríamos los dos y los intercambiaríamos, hasta ese momento no tenía en mente publicar, porque (insisto) no me siento con el talento de escribir sobre tecnología o que tenga que ver con ello.

Pero como dice el otro implicado "hay cosas que nunca pensamos hacer" así que él escribió y lo publicó primero, cosa casi impensable para él (el hecho de publicarlo en la red). Yo, un poco "halada", me senté una tarde y escribí un relato para participar también, cosa nunca pensable para mí (el hecho de escribir sobre tecnología).

Y puesi, ahí están los relatos, si quiere leerlos y si decide que merecemos su voto, les dejo los links, el de Miguel está ACÁ y el mío a este OTRO LADO.

jueves, 17 de enero de 2013

Salir de la zona de comfort

Varias personas (3) siempre me dicen que soy cabeza dura, por supuesto no me lo dicen así, pero ese es el trasfondo de sus discursos al decirme que soy academicista, que soy un cerebro andando, que me aferro a mis conocimientos y que no salgo de ellos, que no le doy paso a  nuevos conocimientos... en palabras de mis amigas psicólogas... no me gusta salir de mi zona de comfort: admitir que me equivoco, admitir que racionalizo todo y que a pesar de estar ahogándome en las emociones no las expreso tal como son: explosivas, que no admito nuevas propuestas de arte.

Y si, ya entendí que no soy snob, que usaba mal el término y ahora simplemente digo... es mejor navegar con bandera de pendeja en algunas ocasiones.

El martes pasado que venía de Suchitoto, veníamos con mi jefa hablando de todo y de nada, de mi salud, de su salud, de las ilusiones laborales, de las expectativas de nuevas experiencias académicas, de los perdones y las recriminaciones que tenemos guardadas para el momento adecuado, de las familias, de los compas, de las flores, las nubes y la música.

Aunque parezca que no solo escribo caóticamente, sino que yo misma soy la personificación del caos, ese caos que está oculto en medio de la tranquilidad de la explosión de los ínfimos átomos que nadie sospecha que nos mantiene vivos a los millones de personas. Yo soy el caos, pero soy el caos en un estado pasivo, en la zona de comfort.

Esa tarde, mientras el asfalto era solo un recuerdo vago de segundo de mirada fría, mientras el verdor de las lomas que rodean Suchitoto me decían "hasta el lunes", mientras todo eso sucedía... sonó esta canción.

Es el caos, es lo nuevo, es lo que me saca de el aburrido comfort, es lo que retumba en mis oídos. El grupo se llama Perrozompopo, son de Nicaragua y tienen la virtud de componer sus letras en una conjunción perfecta entre la realidad nacional y el desamor que se vive en la juventud, es decir, son esas letras que reúnen un huracán desbocado de música, ritmo, emociones, euforia y enojo. Yo soy así.

San Salvador, 17 de enero 2013, 5:47 p.m. EL CAOS INICIA.





9 días


Hoy veré caer de lejos tu garganta seca,
hoy veré caer de lejos toda tu bondad,
hoy son 9 días de tener el beso seco,
hoy son 9 días que también te eliminé,
hoy son 9 días que no tomo la pastilla
de chiquitolina para desaparecer,
hoy son 9 días que no escucho las noticias
ni la radio ni tus ojos ni quien roba ni quien fue.

Hoy veré decirte lo que siento desde dentro,
hoy veré decirte lo que dice mi puta canción,
y es que hace 9 días que debía de enterrarte,
hace 9 días de revolución.
Y es que hace 9 días que aplicaste una medida
que dejo amarrada mi verdad y mi dolor,
pero ya vendrán los días en que todo vuelve y gire
y al disparo llegará por atracción.

No le debo a nadie cantar lo que quiero,
no le debo a nadie tocar el violón,
no le debo a nadie besarte la falda,
besarte Carlota y volverte a besar


Hace 9 días que en el barrio y en mi casa
nadie sabe lo que pasa de verdad con la elección,
y es que ahora dicen que el que vota por confianza
es el pendejo y que le duela mucho, mucho el corazón.
Hace 9 días que pensaste que bajaba la mirada
y que en el wáter me moría de desilusión,
pero no pensaste que en el wáter hace 9 días
yo también escribiría esta canción.

Todavía cargo en mis espaldas tantas cosas que he vivido,
cargo el filo en la katana, cargo el aire que corto,
cargo tu puta mentira, llevo el agua de mis ojos,
cargo tu revolución.
Y es que hace 9 días que aplicaste una medida
que dejo amarrada mi verdad y mi dolor,
pero ya vendrán los días en que todo vuelve y gire
y al disparo llegará por atracción.

La magia de las palabras

Redactar y editar es como un magnífico acto de magia... podes dar a conocer al mundo o simplemente ser consciente... de todo lo que te habita: ideas, conocimientos, argumentos, sentimientos, emociones... todo lo que sos por dentro.

Las palabras, dicho de otra manera, son como una radiografía, una idea vocalizada de la persona que somos. Son tan bellas las palabras, gracias a ellas, hasta las tristezas más grandes, cobran vida y pueden ser superadas, sino las alegrías quedan trotando al rededor un buen rato gracias al uso de las palabras. 

Por supuesto, no es sencillo, a veces no encontramos las palabras idóneas para decir lo que queremos, lo que pensamos, lo que sentimos. Por supuesto, hay palabras que no decimos seguido, pero sabemos que existen en la punta de la lengua de otros, listas para ser pronunciadas, listas para ser arrojadas al oído adecuado, otras se quedan en el filo del lápiz, en lo líquido de la tinta. Pero siempre existen. 

Esta mañana, Gabriela, mi hermana enamorada, escuchaba una canción, bastante cursi, la escuchó al menos tres veces y ya sentía el hastío de la repetición, cuando puse atención a la letra, no importa quién la canta, ni el título de la misma, ni siquiera la recomendaría... pero escuché esto: "si este mundo cabe en dos palabras... te quiero", irremediablemente pensé que algo de razón tiene. 

Yo tengo días de no decir eso, caí en la cuenta de eso ahora, caí en la cuenta de muchas otras cosas también, menos loables, menos tiernas y menos sentimentaloides. No importa, pensé que era importante que supieras que te quiero y nada mas... 

Esa es la magia de las palabras.

miércoles, 16 de enero de 2013

Incomunicada

Estar y no estar es una incoherencia, porque resulta que la mayoría no me ve, pero casi siempre estoy "conectada". Es una cuestión de "autoprotección" como diría Lelouthan, quien SIEMPRE se queja que lo dejo abandonado y solitario mientras yo existo en otro lugar.

Pero resulta que casi siempre estoy en realidad, menos hoy. Hoy TIGO decidió que yo no estuviera más que en mi cama leyendo un buen libro, no tuve acceso al internet, solo me permitió postear un rudimentario poema en UN SERIO ACCIDENTE y cuando estaba a punto de publicar acá... se cayó y rebotó varias veces hasta quedar muerto. Pobre internet. 

Luego me enteré que tampoco podía hacer llamadas, total... anuncié que no estaría y un mensaje me aconsejó: "Lee". Y como yo soy una niña obediente leí, luego escribí, luego hice más gráficas, redacté y me dediqué a escuchar música.

En realidad una ha perdido la noción del tiempo en el último quinquenio... porque antes la vida era más sencilla y sin tribulaciones cuando no se estaba conectada 7/24, cuando... para hacer una llamada a la casa... tenía que buscar un teléfono público y con un par de "coras" le hablaba a medio mundo, incluído Mynor allá en Xela. 

Como solo podía enviar mensajitos directos, mandé un par... uno de índole social y otro laboral y seguí en el afán de escribir sin publicar. Tal vez algún día les comparta lo que hice hoy, no es en ninguna manera un texto demasiado especial, pero si sentía la necesidad de escribirlo y que se quedara en el silencio de la página en blanco del word. 

La incomunicación también me hizo recordar algo que he estado vivendo en los últimos meses y creo que fue bueno recordarlo, porque ahora sé cómo reaccionar ante eso. Supongo que una no deja de aprender cada día. 

¿Y si escribo menos y vivo más? ¿y si escribo menos y leo más? ¿y si escribo menos y veo más tele? ¿y si escribo menos y camino más?

Todo lo que pasa en mi mente solo por ser obsesivo-compulsiva... déjenme ser... divagar a veces es bueno, es como estar incomunicada.


martes, 15 de enero de 2013

Encontrar

"El que busca encuentra" repite cuantas veces puede mi mamá. Mi naturaleza escéptica no ha querido creerle del todo, porque resulta que yo ando buscando respuestas desde hace tiempitos y no las he encontrado. ¬¬

Dejé de buscar exhaustivamente a mitad de los años veintes. Es decir, las respuestas a las preguntas más personales, porque sentía que clavarme en algunas cosas no era bueno, así que dejé que las respuestas llegaran cuando quisieran. Al fin y al cabo, cuando una tiene veintitantos tiene ese tremendo derecho, esperar a que las dudas se despejen por sí mismas.

Ahora que he llegado a la mitad de los años treintas, algunas dudas han regresado de sus vacaciones, se me quedan viendo muy serias cuando les abro la puerta de mi mente y mi corazón y no las invito a pasar, descortés las dejo en la puerta mientras busco la forma de no palidecer ante ellas.

"Ya no tenes edad para eso" me dijo el domingo Miguel, cuando el conté una de las varias dudas o inquietudes que me han venido en los últimos días. Por supuesto que lo sé. Ya no tengo edad para varias cosas, no solo para eso, pero a la naturaleza no le interesa y cruza una imagen por mi mente de repente y esa imagen es la que se queda en mis ojos.

Anoche, en medio de una película que me hizo llorar y una llamada de Lelouthan tan extraña, porque me llamó solo para saber si no me había sucedido "nada extraordinariamente bueno", pensé que hay cosas que nunca encontraré y que por breves momentos, serán una especie de luto predicho, pero luego recordé todo lo que aún me falta encontrar, esas cosas que no busco, las cosas que igual me hacen bien, esas que encuentro casi por accidente.

lunes, 14 de enero de 2013

Sentirse así

¿Será que hay días de días? No es un día malo ahora, ha estado entretenido, lleno de detalles, de apurar gente, de enviar correos, de verificar... de dar seguimiento.

Pero esa es mi "yo externo", en cambio, mi "yo interno" está como triste, no cansada... triste, no enojada... triste, no melancólica... triste. 

Flor siempre me lo ha dicho, es un derecho poder estar triste. Poder decir... "no, hoy no quiero ir a almorzar" porque sabes que no vas a encontrar silencio, o poder decir... "si llaman, no estoy para nadie", porque resulta tan rico esconderse del mundo de vez en cuando, estar sin estar, estar ahí, oculta tras un icono verdecito, que dice que estás ahí, pero estár callada . 

Yo me he dado el bárbaro lujo de la tristeza este día. Porque me doy cuenta de varias cosas, que no son tan importantes, pero si lo son... porque me doy cuenta que soy incoherente pero que da igual; porque solo yo me entero de eso. Porque me llaman de la casa para ponerme queja, porque me llama un proveedor para seguir en la misma cantaleta, porque nunca quedamos en nada y no logro agarrar el coraje de hablar en persona lo que tengo que hablar, porque nuevamente las hormonas me hacen una nueva mala jugada, porque nunca logro reunirme con mi jefa, porque pienso que las cosas que valen la pena a otros no les importan tanto. Porque febrero se ve lejos aún. Porque hay que ejercitar los lagrimales de vez en cuando, porque siempre he sido la triste de la familia, porque no he aprendido tantas cosas. Sentirse así, sin embargo, no es tan malo, es natural y necesario, es un magnífico ejercicio emocional, es desear silencio, es desear escuchar solo lo que da consuelo, o simplemente sentir que te abrazan y no te dicen nada, solo te abrazan. Sirve estar triste... en serio. Aunque no parezca, porque al final, cuando viene la calma de nuevo, se puede comprobar que una es más fuerte.

Hoy estoy triste y en mi cabeza suena, interminablemente, esta canción: 

Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta.

Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. Tengo que tomarme la pastilla a la hora exacta. TENGO QUE TOMARME LA PUTA PASTILLA A LA HORA EXACTA!!!

¬¬

Mis hermanas y sus asuntos

Tengo dos hermanas, las amo profundamente y me desconciertan de igual manera. Estoy segura que eso mismo dirán ellas de mí.

Somos totalmente distintas, nuestros planes de vida solo convergen hasta el momento en que llego a dormir un par de noches en casa de mi madre. Personas que nos conocen ya nos han preguntado si en verdad somos hermanas. Las diferencias son abismales.

Desde pequeñas, nuestros "asuntos" siempre han sido muy diferentes y la forma de resolverlos también. Posiblemente ellas tiene una mejor manera en algunas ocasiones, en otras yo. Anoche tuvimos una densa conversación sobre futuro, opciones y responsabilidades.

Me hizo recordar cuando éramos unas niñas. No importan los hechos o las decisiones en sí mismas, lo importante es que estén bien, siempre lo he pensado y mi papel de hermana mayor me determinó bastante, es imposible que ahora, que somos adultas, no busque lo mismo, que estén bien.

No me molesta el pasado, pero el futuro tiene que ser mejor que el recorrido hasta ahora. Ellas seguirán siendo las mujeres joviales, sociales y encantadoras... yo seguiré siendo la matadita, la antisocial, la cae mal... pero lo importante es que, de diversas formas, seguiremos caminos distintos pero mejores.


sábado, 12 de enero de 2013

Molesta

La semana ha sido... interesante... digamos.

Entre un proveedor de camisetas, un canadiense, la tensión por el estreno de la obra, mi jefa, la presidenta de la asociación y un par de decisiones que he tenido que tomar me han tenido un poco tensa.

Lo primero, empecé a delegar las tensiones, digo... las tareas, traté de organizarme lo mejor que pude y enfrenté cinco días de huracán.

Tratando de ser ecuánime, lo más que pude, siempre hay ciertas cosas que molestan más de lo que deberían, de todos modos, una tiene que acordarse que es un ser humano ínfimo y limitado que a final de cuentas... puede darse el lujo de las emociones. Todo está en tratar de controlarlas. Sin embargo, el jueves sucedió algo que me molestó... pero lo que me esperaba el viernes era aún peor.

¿Será que estoy perdiendo la tolerancia? ¿Será que estoy cansada? No lo sé, lo que si noté es que no solo yo estoy en esas... y los comprendo, pero hay que seguir, hay que terminar, hay que resistir.

La molestia terminó. Hay cosas que puedo cambiar y otras que no, no puedo engañarme de esa manera y quitarme la vida por cosas que no dependen de mí. Además, sigo rodeada, no solo de gente mala, hay toda una serie de personas muy buenas que  me hacen el día cuando todo deja de molestarme tanto.

Lo que tengo que hacer es resolver mis propias cosas.


viernes, 11 de enero de 2013

Cosas que una hace...

Tengo varias compañeras nuevas. Son un grupo de jóvenes entre los 23 a los 26 años, es tan refrescante platicar con ellas, todas son mujeres.

Anoche, luego de la función decidimos en irnos de "Lady´s night" al ÚNICO bar de este pueblo... pero en eso se nos unió Nelson, por negación a quedarse solito y por cuestiones de seguridad, aunque sigo pensando que más lo cuidamos nosotras a él, que él a nosotras. Pero como él no se ahueva, se vino con nosotras.

Nos adelantamos Ingrid y yo, que ya estábamos hasta el copete de estar saludando y sonriendo como estúpidas a cuanto ser humano se cruzaba por la puerta de la escuela, así que nos fuimos al bar primero, solo ella y yo. 

Hemos tenido un arranque de año algo agitado... digamos... movidito... tanto así que no hemos tenido ni chance de conversar decentemente, así que Ingrid propuso que durante la beba no habláramos de trabajo, nada... solo de nosotras y nuestras circunstancias fuera del trabajo. 

Empezamos a beber, fumar y a conversar sobre lo que hacemos, poco a poco fueron apareciendo las demás... y Nelson...

¿Qué haces?, me preguntó Ingrid.

Verán... es una pregunta complicada... lo primero que una piensa es... lo que hago es lo que hago en el trabajo... hago documentos, redacto, reviso... eso hago. Pero la cara de Ingrid me indicaba que no era la respuesta esperada, pero es cierto... fuera de esos documentos laborales, lo que yo hago es escribir.

Yo escribo, le dije.

Escribo cosas que me pasan, cosas que quisiera que me pasaran, cosas que siento, de personas que me rodean, de cosas que me impactan, cosas que me molestan e incomodan, "asuntos" que tengo que arreglar, quejas, chistes, cartas a amigas que me invitan a almorzar (ellas estando en San Salvador y yo acá) argumentos, derrotas... no todo lo publico en este espacio... unas cosas se quedan en la dimensión de la complicidad con otra persona... otras se quedan en mi secreto. 

Yo escribo. Lo dice mi dui, lo atestiguan antiguos cuadernos donde escribía antes de tener este blog, lo confirma mi familia que siempre se ha preguntado qué escribo tanto en las noches de insomnio. Otras personas bailan, pintan, joden a otros, crían hijos, leen, buscan, otras hornean, hacen flores de papel, diseñan camisetas, otras atienden emergencias, regalan abrazos, hacen reír a otros, llaman por teléfono, juegan, besan... yo escribo.

Y... a veces... mientras escribo... sueño que vuelo.

¿Qué es el teatro para vos?

Unos días atrás @FlorsyPower me hizo esa pregunta. No estoy muy segura para qué me la hizo, pero igual... me la hizo.

Me quedé pensando un rato y le contesté. Para mí el teatro es una emoción. Posiblemente estoy diciendo una barbaridad y los dramaturgos, actores y actrices me pueden refutar todo lo que quieran. Pero para mí, es eso. Una emoción.

Una emoción que te conecta. 

Podes ir a ver una obra solo, igual te conecta con la energía emanada de las circunstancias en las tablas y con el personaje en sí mismo. Te conecta con una realidad planteada, que pudimos o no haber vivido, que puede incluir o no a tu entorno, pero igual te conecta.

¿A qué nos conecta?

Yo creo que nos vincula a un espíritu humano, ese que nos hace reír o llorar solidariamente con situaciones que cualquiera puede vivir, esto se da con todas las ramas del arte, pero en el teatro, estás ahí... sentadito viendo, oyendo, fijándote en cada detalle, pensando en lo que harías, en la reacción que tuvieras si vos fueras el personaje. 

Pero resulta que el teatro me ha impactado de manera distinta en los últimos meses, porque una cosa es ir al teatro y ver la obra, pero ser parte de la producción, ser parte del equipo de profesores, ser la que escribe los informes, los presupuestos y las líneas guías de los proyectos, junto a un grupo genial de compañeros, me da una perspectiva muy distinta, muy colorida de la experiencia.

Ayer, la primera generación de estudiantes de EsArtes presentó el Popol Vuh (fragmentos), que es su examen final para graduarse. No les contaré de la obra en sí, para que, si tienen oportunidad, la vean y se hagan un criterio propio, solo diré que debo reconsiderar mis estándares de exigencia. u_u, sin embargo no es malo el montaje, supongo que yo me fijo en cada detalle porque he estado en ensayos y me puedo el libreto de pe a pa. Pero si, vénganse y véanla... hoy viernes y mañana sábado a las 6 p.m. en la Casa EsArtes en Suchitoto.

Fuera de los detalles de este montaje, sigo creyendo que el teatro es una emoción que nos vincula, al equipo de trabajo, a los alumnos de la escuela, a los demás beneficiados del proyecto, al municipio, a nuestras familias y amigos. ¿Dónde termina este vínculo? no lo sé, no quiero averiguarlo. De momento seguiré disfrutando de esta nueva forma de vida: el teatro.

jueves, 10 de enero de 2013

Ir de compras

A veces dudo de mis niveles de estrógeno. No me gusta ir de compras, a menos que sea compra de libros. Pero a diferencia de la mayoría de mujeres que se vuelven locas a la hora de ir de compras de ropa, zapatos y otros menesteres femeninos. Yo me estreso... sí, así de loca y contradictoria soy.

Hoy tenemos un evento formal, conjugado con la visita del director de uno de los cooperantes y puesi, el martes me dijo mi jefa... hay que ir lindas... u_u

¿Cómo adorno a mi intelecto? ¿Cómo maquillo a mis conocimientos? ¿De qué manera le pongo tacones a mi sentido del humor?

En fin... ante tal circunstancia no tuve más remedio que ir de compras... porque, acá en Suchi, solo tengo mis tenis y mis chancletas... jeans y camisetas y, si... un par de faldas, pero no son apropiadas para la ocasión.

¡Como si tuviera tiempo para ir de compras! Tuve que modificar mi agenda varias veces para encontrar el espacio para ir a Soyapango y poder encontrar en el centro comercial más grandecito de ese municipio algo que pudiera ir acorde a la ocasión.

Primero los zapatos... algo que no sea pachito, pero que no sean zancos, algo que pueda servir en la ciudad, y que no me reviente la jeta en el empedrado de Suchi, un par de zapatos que pueda usar con falda y pantalón... ¿por qué me complican la vida de esta manera? Resumen: cuatro zapaterías, tres de las cuales fue de entrada por salida...en la cuarta... los encontré. O el pie me está creciendo o los zapateros ahora han cambiado el 6 por el 7, porque desde los 12 años calzo 6 y ahora resulta que no me queda esa talla y tuve que comprar 7. 

Blusas: Tenían que ser negras o en tonos neutros, confirmé que los años me van pasando facturas, cada vez más altas, resulta que desde hace un tiempo estoy en el limbo de las tallas, porque este cuerpo que habito no ha crecido, sería lindo que si aumento de peso... aumento de estatura... porque el eterno problema a la hora de comprar ropa es que si no me queda de lo ancho, no me queda de lo largo... y me frustra estar en ese limbo que ninguna fábrica, ni ningún diseñador se ha dado la tarea de resolver... el "medirge" (punto medio entre el medium y le large) u_u

Tanta blusa linda... ¡que no me queda!

Por eso, mi mamá me molesta porque dice que siempre compro ropa parecida, del mismo "estilacho" y puesi, ya vi que ese es el que se adapta a mis 140 libras y pasa recordándome cuando pesaba 115 a 125 libras, pero no entiende que a una le cambia el metabolismo, que no, que no quiero hacer dieta (aunque debería por el tema de salud), que no... que no me gusta ese estilacho despampanante.

En fin... el asunto es que compré dos blusas. En todo el proceso invertí... 50 minutos.

Sorbete de premio por el estrés consumista. Ahora solo falta el proceso de ir a ducharme, maquillarme y vestirme para el asunto. Ahí les cuento mañana cómo nos fue en el evento.

miércoles, 9 de enero de 2013

Días largos

"Esta semana la he sentido larga, como "empezó" lunes" - dijo él. Por supuesto tuve que refutarle que las semanas siempre inician en lunes, que otra cosa distinta es que la semana pasada solo tuviera dos o tres días laborales.

Luego de una discusión, que fue calificada como "comunicación sana" sobre el asunto, él solo dijo... nada cuesta decir que si, que la semana se está sintiendo larga... (o en una versión con otras palabras, pero con ese espíritu).

Pero sí, él tiene razón, los días se están sintiendo muy largos, muy cansados, muy llenos de cambios imprevistos que joden todos los planes realizados... en fin, solo espero que para mañana a las 7:30 todo este tiempo agitado y voluminoso acabe y que el viernes sea más al suave.

Escribir sobre violencia

Me encanta investigar, escribir y buscar razones y justificaciones a todo esta pila de gráficas nacidas de unas encuestas. Analizar toda esta información con Abigael y Nelson se ha vuelto un ejercicio mental enriquecedor. Temas como discriminación de género, violencia intrafamiliar, oportunidades laborales, índices de niveles académicos, perfil de los jóvenes beneficiarios de estos que nos rodean con sus rostros específicos, con sus sacos de frijol, con sus caminatas de más de una hora para venir a las clases, la realidad palpable y concreta de una persona que va más allá de ser un cipote sin nada que hacer. 

Pero en medio de todo esto... hablar, leer e investigar sobre la violencia, sus causas, sus consecuencias, su forma desgarradora de matar antes de matar... de arrebatarle el futuro a un cipote con habilidades, con expectativas, con días mejores.... todo eso, al menos a mí, me desgasta.

El domingo estábamos viendo una película de acción, mi acompañante dijo "vos no hubieras podido ser de la Polícía de Hacienda" cuando vio que me descompuse al ver una escena de tortura. Es cierto, soy de tripas débiles, distinto es el instinto de defensa ante el peligro. Ya me ha tocado defenderme y aunque físicamente soy vulnerable, creo que logro defender mi vida decentemente, señal de eso es que ante hechos de violencia he podido salir ilesa. 

Hablar de violencia es tan distinto a vivirla. Ni mis compañeros, ni yo estamos en situación de riesgo, pasamos sentados tras un escritorio, reconozco que somos potenciales "víctimas" de violencia social, como el resto de la población de este país. 

En medio de datos, de discusiones, de reuniones, de encuestas, papeles y sueños horribles que tengo en las madrugadas... pienso en mi gente, los que me rodean y los que están en San Salvador, pienso en mi sobrino, pienso en unos cipotes que deberían tener acceso a irse a estudiar fuera del país, pienso en mis alumnos, en los niños del taller de ilustración y las niñas de ballet... pienso. 

Esta mañana le conté a Nelson, tengo tres noches de tener pesadillas: violaciones, asesinatos, sangre y visceras. Me da miedo contarle estos sueños a cualquier persona. Mi cerebro me está diciendo que no puedo procesar la violencia o que simplemente, el miedo se traslada del papel a mi corazón.

"Cuando se lee poco, se dispara mucho"


Kitsch

Primero, trataré de explicar el concepto. Kitsch en pocas palabras y resumidas cuentas es un producto "barato" y de producción en masa, pensado para el alto consumo de la mayoría de la gente. El concepto se originó en Munich, entre 1860 y 1870 y desde entonces se ha utilizado para designar artículos artísticos de gusto bastante... de mal gusto... se acuñó de esta manera el concepto tratando de explicar el mal gusto que tenían "los nuevos ricos", es decir personas que con educación muy básica (a veces escasísima) pretendían ser coleccionistas y compraban cualquier obra, a alto precio, pero sin valor estético alguno.

Segundo, aclararé que el término Kitch, aunque no sea de uso exclusivo para la pintura o esculturas, no ha sido acuñado para designar el "valor" de obras literarias. Aún así... podríamos dejar abierta la posibilidad de poder utilizar el concepto para algunos textos. 

Tercero... les contaré este dolor que llevo dentro desde anoche... resulta que Miguel está leyendo un libro que le he prestado, omitiré el título y el autor, para no prejuiciar el criterio. Al parecer no ha sido de su total agrado y conversando sobre el autor me preguntó cuál era el género de la obra... le contesté: novela, no contento con mi respuesta... me pidió ser más específica y como el libro hace referencia a sobrevivientes del Holocausto y a la Segunda Guerra Mundial.. añadí: "novela histórica". Casi le da ataque al leer mi respuesta. u_u. Admito que, por varios factores, esa novela no puede calificar TOTALMENTE como histórica. Pero lo siguiente, casi me mató a mí... él... este hombre... me dijo que era "novela kitsch". 

Verán... en mi opinión, tal vez sesgada, dicha novela es cualquier tipo de novela... menos kitsch, primero porque, legalmente, la novela kitsch no existe como tal en los parámetros de clasificación de géneros literarios y segundo porque el libro no es tan malo. De existir la novela kitsch, se referiría a esos libros de consumo masivo, por ejemplo, los libros de superación o esas sagas de vampiros adolescentes engominados. Pero repito... esa es mi opinión.

Luego de meditar un poco sobre el género del dichoso libro, solo puedo decir que me parece una novela de ficción, que es como decir algo tan global como decir.. novela escrita con letras.

Esto me deja dos aprendizajes: uno, investigar más sobre autores contemporáneos y no solo leer los libros y dos, no dejar que Miguel ande diciendo esa barbaridad sobre "literatura kitsch", que como el mismo dijo: decir kitsch es exagerar. ¬¬

lunes, 7 de enero de 2013

Nunca he odiado los lunes

De hecho es mi día favorito, no entiendo por qué a casi nadie le gusta, a mí me parecen encantadores, llenos de luz y azules. Me dan ganas de vivir los lunes.

Pero ESTE lunes ha sido complicado, lleno de movimiento vertiginoso y mi gana de agarrar todo con calma y como si nadie me afectara al final, si me afecta, en el interior.

A la 1:30 a.m. desperté con una pesadilla horrible y desde entonces no he podido dormir, un viaje de tres horas, calor y para variar olvidé mi bolsita de medicinas en casa de mi madre... 

A penas son las 2:41 y a estas alturas ya tuve la visita de los cooperantes, he taloneado proveedores de camisetas, he tenido cuatro mini reuniones con mis compañeros para organizarnos en esta semana de locura y todavía fuimos a almorzar para no sucumbir ante la inanición. Sumado a esto, parecer ecuánime y serena cuando siento que quiero explotar cuando la paciencia me abandona y veo a Karina a mi lado derecho bailando al ritmo de la música que le ponen a la llamada en espera de un banco, a mi izquierda está Nelson Arturo que nunca termina su parte del informe de la SEC, Stef me está preguntando de qué hora a qué hora va nuestro turno de hoy... y yo pienso en que no tengo blusa ni zapatos negros para el acto formal y protocolario del jueves... ni tiempo para ir de compras. Koky me pregunta cómo se escribe "a cabo" pues él pensaba que se escribía "acabo" y resulta que al fin y al cabo... yo cometo tantos errores de ortografía. Soy un desastre... no, no... en realidad no lo soy, solo me siento así.

Y la gente me ve, piensan, la KR está bien fresca escribiendo, no la vemos inmutada... y más no saben que estoy desahogándome en este post, por no gritar y salir corriendo despavorida a mi casa y no regresar hasta el sábado, a la hora de la función.

Me lo ha dicho Jennifer: "yo estuviera más que estresada con todo eso que tiene que hacer". No sabe todo lo que pasa por mi cabeza en este momento. 

El problema no es tener mucho qué hacer... no... el problema es que no puedo concentrarme y lo sé... lo sé perfectamente... ahorita no se me ocurre nada para redactar, tendré alguna magnífica idea a alguna hora guajira. 

¿Cómo no enloquecer en algunos días como hoy? Cuando todos agarran mis lapiceros, mi lápiz, mi borrador, mi regla del escritorio, cuando la 129 se vuelve una dimensión de mareos y malestar, cuando el calor está insoportable, cuando todo, todo, todo se ve magnificado.... ¿cómo?

No me hagan caso, creo que al fin, la mayoría me contagió de ese "Síndrome de Lunes", ya me pasará... luego de escuchar a Charly...




Tesla vrs. Rulfo

¿Qué tienen en común un ingeniero y una letróloga? Muchos dirán que no mucho, a veces hasta yo lo he pensado, con la gran cantidad de ingenieros que he conocido... al tal cual más loco... pero, con este ingeniero en particular, llegamos al punto de reconocer que hay abismales diferencias, por ejemplo... esos dos señores que están dándole el título a este post.

Para mí, Juan Rulfo es de los más geniales escritores mexicanos, un solitario por vocación, amoroso escondido, nadie sospechó que una mujer le había robado el corazón; Miguel ni siquiera puede terminar Pedro Páramo porque siente que se ahoga del calor. Para él, Tesla es la mente científica más brillante, muchas veces incomprendido y de paso... le robaron algunas ideas por ahí, que al rato aparecieron patentadas con otros nombres; para mí Telsa era un señor al que vinculaba con la vaga idea de un campo electromagnético, pero nada más.

En este caso, muchos pensaran que Tesla y Rulfo comparten una tan sola cosa: la fecha de su fallecimiento, un 7 de enero, con diferencia de 43 años. Pero no es cierto, hubo algo que los unificó a estos dos: la locura creativa (en cada una de sus áreas), pero también esa necesidad de solitariedad, de pasar tiempo con sus pensamientos, de hacer polvillo de tanto macerar sus deseos, el tiempo dedicado a cada una de sus pasiones, poniendo todos sus recursos (materiales e inmateriales) para el logro de cosas que cambiarían a la humanidad. 

Tesla y Rulfo son tan distintos y tan iguales a la vez. 

... o quizá sea solo mi necesidad de unificarlos, aunque eso parezca imposible... no lo sé. Sigo preguntándome ¿Qué tienen en común un ingeniero loco solitario y una escritora obsesivo-compulsiva, mal humorada?

sábado, 5 de enero de 2013

Rememorando

Siempre me dio risa esa palabra.

Esta mañana venía caminando por Suchitoto y no sé por qué me acordé de la primera vez que escuché Reggae. A pesar de que mi papá fue un fiel seguidor de Bob Marley no logró hacerme escuchar esa peculiar música.

Estaba en noveno grado, no recuerdo por qué razón, andaba buscando una canción de Elvis Presley, de esas que me gustan tanto, en el registro de audio que tenía la biblioteca del colegio y de puritita casualidad acababa de llegar un nuevo cassette... decía UB40... y en el repertorio venía una versión de la canción que buscaba: Can´t help falling in love.


  Me enamoré!

Por supuesto... tuve que escuchar más música de ellos... y entonces llegó Kingston Town, la cual escuché por primera vez en La Femenina, cuando era una estación de respeto... luego, gracias a los videos del canal 6 pude enterarme que son un montón de hombres, entre músicos y los cantantes... el video de Kingston Town me enternece como no tienen idea, no sé por qué.



Aunque siempre he pensado que a UB40 siempre le han "lucido" los covers, miren este:




Me pregunto... ¿qué habrán sentido Sony y Cher al escuchar esta versión de su canción más famosa?



Y puesi, Nelson se me queda viendo raro porque bailo suavecito en mi silla mientras escribo este post y con indignación propia de las personas que son descubiertas en una travesura, le digo: "hoy es sábado, merezco escuchar a UB40..." recibo una sonrisa desde su escritorio...



:)

Feliz fin de semana...

viernes, 4 de enero de 2013

Yo camino

Una de las grandes discusiones (temas de conversación) que hemos tenido estos días con Miguel es sobre las posibles soluciones al asunto del paro de buses. 

Aquel entretenimiento el nuestro... ¬¬

Lo que él dice, entre tantas cosas, es que deben reordenarse las rutas de buses y entre todo eso, hacer que la gente camine. Que no existan paradas de buses tan cercanas (él dice que cada cuadra hay, pero no es cierto, bueno, no tanto...). Como CASI SIEMPRE le doy la razón en algunas cosas y en otras no. 

Le comentaba que antes yo caminaba, me ahorraba pasajes y además mantenía una condición física mejor que la actual. Pero, poco a poco, decidí dejar de hacerlo, por malas experiencias en el tema de seguridad. Le hice una lista de aspectos que DEBERÍAN mejorar ANTES de impulsar una campaña nacional para que la mara camine por las calles: 
1. Seguridad básica: es decir que no te "pongan" mientras pasas por la calle.
2. Adecuada iluminación: porque digo... de vez en cuando la hora en la que haces tus traslados al hogar u otros lugares menos santos, es en la noche. 
3. Que eduquen al atajo de conductores IRRESPONSABLES y que dejen de parquear sus carros en plena acera y así evitar que los peatones NO nos veamos en la necesidad de caminar por la calle y utilizar la acera COMO DEBE DE SER. (Si... odio cuando pasa eso)
4. Señalizar adecuadamente para los peatones, no solo pensar en señalética para conductores, hay un registro visual y lingüístico específico para los peatones. 
y otros etcéteras....

Me parece que si, que sería beneficioso para el pueblo caminar un poco más, pero si bajo esas medidas de seguridad, porque en serio... caminar es bien chivo. 

Recuerdo cuando caminaba más seguido... era divertido. Una se enteraba más sobre datos interesantes de la ciudad, por ejemplo, si caminara más seguido, hubiera sabido que en el país hay una obra de Oscar Niemeyer y no tendría que haberme enterado de otra forma.

Ni modo...

En vacaciones salí a caminar.. por puritito hobbie. n_n



Lapsus Estúpidus...

Dícese del momento del día en que usted se descoca o se desubica.

Entre todo el jelengue que implica una producción teatral, los talleres libres, las presiones y las redes sociales, las frustraciones personales, la redacción de la sistematización, la revisión de textos, las visitas indeseadas y los temas de actualidad nacional (llámese paro del sistema de transporte público)... me sucedió un lapsus estúpidus.

Desde las 11 a.m. se me ocurrió que tenía antojo de comer huevo picado con tomate... así de simple. Así de sencillo. Así de básico.

Mi jefa y mi nueva compañera de trabajo me dijeron "vamos a almorzar", a lo que contesté... no gracias, prefiero ir a la casa a comer. 

Dicho y hecho me fui a mi casa... camino a ella... mi vecino que es un especializado DJ en antiquisimos ritmos y alabanzas al dios castigador había cambiado el patrón y tenía ESTA canción: 


ay... 199.. no me acuerdo...

Estaba en pleno proceso culinario de cortar los tomates para mi huevo picado tan deseado... cuando sonó mi celular, era mi editora, me llamaba para INFORMARME que ya tienen "la excusa perfecta" para el lanzamiento del pinche libro que tiene ya TRES AÑOS de proceso editorial. Ya ni me alegran estas noticias u_u

Lo terrible de todo, es que entre la llamada y la pinche canción que se me había quedado trabada en algún lugar de la cabeza, cuando regresé a la cocina a ver mi guiso... el guiso se había quemado. T_T

(8) Ayudameeeeeeeeeeeeeeeeeee... a salir de este laberintoooooooooooooooo (8)

¿Qué me tocó? Agarrar mi cólera y tragármela para comer algo ¬¬


La triste historia de una mujer que casi pierde un libro de Sabines

Estoy empezando a creer en el Karma.

Hace doce días me fui a casa de mi madre para las vacaciones, llevaba una mochila exclusivamente utilizada por libros, documentos y la compu, en el momento de empacar, pensé en echar el libro de Jaime Sabines que compré recientemente para seguir leyendo los poemas que más me han gustado del mexicano. Cuando llegué a casa de mi madre... me enteré... Jaime no venía en la mochila ¬¬

Pasé trece días sin él... TRECE.

El miércoles que regresé a Suchi, llegué tan tarde y tan cansada que no recordé que Sabines estaba en esta región, pero ayer... AYER... recordé que tenía que leerlo de nuevo. Estaba en mi oficina cuando lo recordé, no lo vi por ningún lado de mi caótico escritorio, así que asumí que estaba en casa, pero me quedó la espina porque no tenía idea de haberlo visto una noche antes. ¬¬  Empecé a preocuparme.

Dieron las 12 y mi pensada era ir a casa a la hora del almuerzo para verificar que ahí estuviera el libro, pero no contaba con la astucia de mi jefa, quien me preguntó si tenía "unos minutos" para resolver algo de trabajo... me soltó a la 1 p.m. y sin decir mucho corrí a casa. Para entonces mi ansiedad de ver el libro había crecido, sentía algo bien feo en medio del pecho, como cuando algo se pierde. u_u

Pensaba mientras caminaba al hogar... ¿cómo podría enfrentar esta nueva pérdida? ¿qué vacío y silencio se instalaría en mi vida si Sabines no aparecía? ¿cómo le contaría a Miguel, quien NO compró el otro ejemplar que había en la libraría, que había perdido el libro? ¿sería capaz de soportar sus burlas y el escarnio de la pérdida?... 

Llegué a casa, empecé a buscar... en mi mesa nada... en el escritorio/librera comunitario nada, en la cocina... en el caos de maletas recién llegadas de mi Runmeit y la rummie.... nada... empecé a tragar grueso. Me tiré a la cama con actitud derrotista, le pregunté al Che si lo había visto, le pregunté a mis pinturas pegadas en la pared, le pregunté a la veranera que asomaba por mi ventana... nadie me daba cuentas.

Regresé a la oficina... tenía esa sensación de abandono que nunca me ha gustado. Acallé mi pensamiento con trabajo... resolví problemas, revisé textos, hablé con un canadiense, hice llamadas pendientes... todo tratando de olvidar mi drama personal de haber perdido a Sabines. A las 5 p.m., hora legal de dejar de trabajar, se me ocurrió preguntar a mis compañeros, tal vez alguno lo habrá visto por ahí, después de todo, pasé la última semana de trabajo, antes de las vacaciones, abrazada al libro. Era un recurso desesperado, sabía que nadie diría: "está en tal lado" o "lo vi, me dio curiosidad y lo estuve hojeando mientras no estabas... aquí está"... no ... nadie. 

Llegó la Emme y me encontró preguntándole con mi inglés medio masticado a Anand si había visto mi "big, green book", ella me preguntó qué me pasaba, le conté, le pregunté si no lo había visto en la casa... en la alacena, en su cuarto, a la par de San Miguel Arcángel, bajo el almendro... donde fuera. "No". Esa terrible respuesta nunca esperada y siempre recibida. 

Nos fuimos a casa, ambas en silencio, le dije... "puedo perder cualquier cosa, menos ese libro.." Y es cierto, en el último mes perdí mis llaves, mi usb (la linda), dos documentos, algunas lágrimas y un par de sonrisas... perdí una estrella, algunas horas y varios cafés. Pero, ¿perder a Sabines? Esto era el colmo. 

Al llegar a la casa, fui a ducharme, tenía que ir a una cena y el agua tal vez me mejoraba el ánimo y empezaba a darme consuelo ante mi pérdida. Mientras me caía el agua encima empecé a pensar cómo darle la noticia a Miguel. No sería fácil.

Con la parsimonia del olvido me estaba alistando, cuando de repente (en el último esfuerzo de memoria) estaba recordando qué estaba haciendo justo antes de empacar el 21 de diciembre pasado... no sé qué me dio por mover la cama... y ahí estaba... tirado, empolvado y olvidado... ¡mi libro de Sabines! Salí a decirle a la Emme que lo había encontrado, mi euforia era grande... y nada... ella solo me hizo "sonrisita de gato", luego en la cena anuncié triunfante que había encontrado el libro y nadie se conmovió ante la noticia, más bien, el canadiense visitante me preguntó quién es Jaime Sabines, le contesté que un poeta mexicano, y mi runmmeit hizo un gesto desdeñoso... u_u

No importa, pensé... 

Al regresar de la cena, luego de cansarme de pensar en español, para luego traducir al inglés mis pensamientos y sacarlos con una gramática medio decente, llegué a mi cuarto y lo vi en mi cama. Me despojé de todas mis ataduras: celular, llaves y monedas; los adornos: el anillo de madera, los aretes, el maquillaje; tomé mis medicinas con un sorbo de agua, me puse la pijama y  me acosté. Abrí el libro y leí:

Esta mañana imaginé mi muerte:
despeñado en el coche o de un balazo.
Me tuve lástima. Lloré por mi cadáver un buen rato.
Hablé. luego, de vacas, del gobierno,
de lo cara que cuesta ahora la vida,
y me sentí mejor, un poco bueno. 
Iba a decirte que estoy realmente enfermo.
Como sin piel, herido por el aire,
herido por el sol, las palabras, los sueños. 
Se me ha trepado en la nuca un cabrón diablo
y no me deja quieto.

Ulcerado, podrido, hay que vivir
a rastras, a gatas, apenas, como puedo.

Cerré el libro, lo abracé a mi pecho, tomé el celular... y escribí... "ya regresé a casa".