lunes, 31 de diciembre de 2012

2012

Estuve pensando en escribir este post todo el día, también todo el día tuve hueva de escribirlo. Tal vez me parece demasiado cliché, no lo sé.

Al iniciar este año tenía una rutina y un ecosistema MUY distinto al que tengo ahora, no me imaginaba todos los cambios a los que me enfrentaría, ni las experiencias a las que me incorporaría para aprender cosas nuevas,  ni a la gran cantidad de persona que conocería y que se quedarían ajustándose en un lugar de mis afectos.

Supongo que es lo lindo de la vida. No saber y dejarse sorprender. El sábado me decían eso... que uno sabe que esta vivo si aun tiene la capacidad de asombro funcionando.

Eso es lo que más me ha gustado de este año... que pude reventar algunas amarras y dejarme sorprender, volví a viajar y decidí querer a una diversidad de personas y estrené una región de mi corazón. Esa es la ganancia. Si hubo dolor, no importa, porque como dice Silvio... "si hubo dolor, ya no lo escucho". La vida es demasiado corta para vivirla resentida.

Que venga el nuevo año y que nos sorprenda con música, besos, libros, abrazos, vino, estrellas, amaneceres y todo aquello que nos abra de nuevo a la vida.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Vida disoluta

O... como soportar tener una moral laxa.

Estas vacaciones casi no lo han sido... pase redactando hasta el jueves al mediodía cuando recibí el auxilio de los cristianos y me fui a beber con Iba Pasando.

Luego el viernes otra vez a trabajar... hasta que el auxilio lo recibí de @FlorsyPower.

Pa terminar, ayer termine en beba con Miguel y un grupo de desconocidos... en verdad, en verdad os digo... así no se descansa!

La goma ha sido constante, la sed eterna y ni les cuento el dolor de piernas que tengo! Había dicho que avanzaría en el poemario que nunca entregue... y heme acá... acostada desde el mediodía y con todas las ganas de seguir durmiendo de aquí hasta el 2 de enero.

Ya me veré cuando llegue el 15 de enero y tenga que dejar esta vida disoluta... 

sábado, 29 de diciembre de 2012

Los noventas y la música que caracterizó a una generación

El jueves conversábamos con Iba Pasando sobre la música que nos gusta y que es uno de los grandes temas que siempre nos ha unido desde que nos conocimos.

Mucha gente pensó que la música murió en los ochenta y que nada decente nació a partir de 1989, eso nos deja a la generación de los actuales treinta y pico como unos desnaturalizados y degenerados musicales. Es una lástima que nos vean así.

Ciertamente se dio un cambio generacional y de estilo en esa época y, en nuestro contexto, tuvimos que pasar por una búsqueda sincera de una identidad propia en todos los sentidos, no solo en la música, sino en los estilos literarios, las fuentes de conocimientos, los medios de comunicación, la apreciación y expresión artística y sobre todo, de una ideología menos impactada que la gente de los setentas y ochentas. Nos vieron con mala cara y pensaron que éramos unos idiotas... y quizá si lo fuimos (un poco)... pero todos lo hemos sido en algún momento del desarrollo evolutivo.

En este contexto, caótico, aparecieron bandas menos ácidas, menos "fuertes" y con una propuesta lírica más inovadora, solo Pink Floyd, que fue de una generación previa, pudo tener el alcance de dislumbrar el nacimiento del Grunge.

El grunge, como hijo bastardo del rock y mal llamado música alternativa se fundamentó en una cosa: llevarle la contraria al convencionalismo, pero ¿qué o quién no lo hace en la juventud? Antes de Nirvana, Pearl Jam, The Cranberries, Soundgarde y otras bandas, también lo hicieron otros revolucionarios como Queen, Doors y Pink Floyd. El rock, como mi generación, evolucionó sin esperar ser comprendido.

Tengo una tesis y se la compartía a Iba Pasando al calor de la tercera cerveza: tuvimos suerte de tener esa válvula de escape, porque había, en la generación de los salvadoreños noventeros una violencia retenida y apachada producto de una guerra recién terminada y la ausencia de un ideal definido para nosotros. Teníamos las manos vacías.

¿Seguimos con las manos vacías? es la pregunta que me surge después de ver que han pasado ya veinte años desde que Eddie Vedder, vocalista de Pearl Jam, me flechó con su pelo largo, sus camisas a cuadros y su voz de poeta. Posiblemente sea así. Seguimos con las manos vacías y nos constituimos en una generación que vive de recuerdos que no son propios, que heredamos de los ochenteros y segurísimos que no queremos pertenecer a las generaciones del dos mil, quienes están aún más jodidos que nosotros.

Decir que, a estas alturas del partido, con treinta y pico de años encima, seguimos en una búsqueda podrá parecerles a más de alguno un cliché o una incoherencia bastante estúpida, pero es cierto, el ser humano no debe (o no debería) de dejar de buscar nuevos ideales en cada década. Se supone que eso ha permitido la evolución durante millones de años.

Esta mañana pensaba en mis propias búsquedas, me alegra saber que aún me quedan algunas por estrenar y que Eddie Vedder sigue siendo él...



Solo que mejorado:


viernes, 28 de diciembre de 2012

El borrador ... o "cómo un maestro y tutor maltrata a su alumna"

Como soy bien bruta... en serio... bastante diría yo, decidí hacer un "borrador" del informe y mandársela a mi "maestro y tutor" para que me orientara y me diera sus apreciaciones.

Resumen: no me sentía así desde que el padre Aníbal me explicó (con el método más antipedagógico posible) las diferencias de "el qué, el que y el por qué"... después que le presenté el "borrador" de un cuento. Por supuesto me sentí algo estúpida y me mandó con mi legajo de papeles a reescribir todo... y que lo quería para ese mismo día... u_u

En verdad, en verdad os digo... tener un "maestro y tutor" es un riesgo, puede salir una un poco maltratada; pero también tiene sus ventajas... a mis 35 años aprendo cosas que creí que eran demasiado difíciles de aprender y que resultan demasiado fáciles como dar dos clics... y supero así mis carencias laborales.

Al final, tanto en la actualidad, como cuando tenía 16 años, todo deriva en una sola cosa: poder hacer un buen trabajo.

NOTA ACLARATORIA: Nononono... yo no doy NUNCA mi brazo a torcer... solo mejoro las cosas. n_n

La familia y eso que solo ese grupo de personas te puede dar...

No suelo ser tan amorosa con ellos, digo.. en mis demostraciones físicas, soy quizá demasiado áspera en ese sentido, pero resulta que no solo yo soy así, la mayoría somos bastante secos... allá al tiempo nos nace darnos algún abrazo o un beso.. pero honestamente son escasos.

Nosotros somos más bien del tipo "me preocupo y hago algo por vos", somos más concretos, por ejemplo... cuando alguien está enfermo, Lorena, se desvive por cuidar y chinchenear al enfermo en cuestión, es como una Florence Nightingale. Gabriela es más amorosa, siempre lo fue, tiene esa persistente maña de querer pasar encima de uno... como si fuéramos almohadas... ¬¬ mi papá es más bien del tipo reflexivo, le encanta platicar de cualquier cosa y le gusta que le regalen libros n_n y pues... mi mamá es un caso peculiar que no analizaré, lo que puedo decir es que he llegado a la conclusión que solo un inmenso amor puede permitir la convivencia entre dos personas como ella y esta que escribe.

Anoche regresaba con mi papá a casa y un tráfico del demonio en la carretera de los Chorros nos dio tiempo para conversar sobre lo que pensamos de la familia. 

Es curioso caer en la cuenta que más de 30 años han forjado no solo a una familia, que con sus diferencias y disgustos, con lo bueno y lo malo, sigue estando ahí, producto de una sola cosa... la decisión de seguir siendo parte de la vida de todos. Supongo que el amor es eso... una decisión. 

Honestamente, es lindo saber que con este grupo, no hay nada a la fuerza.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Inteligencia

Ser inteligente es casi un mito. Antes, cuando la pedagogía nos dictaba que lo importante era el cúmulo de conocimiento y un número dictaba cuán inteligente éramos, se hicieron muchos destrozos en nombre de la dichosa inteligencia. 

Luego, mientras estudiaba el profesorado llegó a mis manos una tesis sobre la importancia del desarrollo integral de la persona, años después... cuando se supone que ya era profesional de la educación... llegó un grueso libro con letras doradas, nunca más pude ver a la inteligencia de la misma manera: Inteligencia Emocional.

Lamentablemente esa es la que menos se busca desarrollar y como resultado tenemos una sociedad con impactos grandísimos sobre el concepto de inteligencia y se confunde al vivián con inteligente y al eticamente correcto como pendejo. 

El IQ como medición de la dichosa inteligencia perdió, al menos para mí, un gran impacto, porque... de qué sirve tener mucho puntaje en él, cuando somos un desastre en otras áreas de la vida. No logramos empatía y solidaridad con otros y la capacidad de ignorar a la gente que nos rodea y no tiene el más mínimo tacto para resolver situaciones incómodas. Honestamente yo me he sentido bien mala gente cuando destrozo a la gente con mis ínfulas de mujer inteligente, cuando en realidad todo se reduce a una cosa: tuve mejor oportunidad académica que otras personas. 

Y digamos la verdad, ser "inteligente" no es una ganga, lo digo con humildad, porque en el afán de "demostrar" dicha inteligencia se asumen muchas responsabilidades que no nos corresponden y bueno, ahí va por la vida una arrastrando situaciones que debería. 

Supongo que la mal entendida inteligencia (la de verdad) llega cuando menos una la busca... es decir cuando se aprenden a tomar decisiones, aunque estas duelan; cuando una aprende a ser considerada y amable con los que la rodean sin dejar de ser firme; cuando una aprende a reírse de las mierdas que le pasan. Supongo. Espero.

Pero, por qué estoy escribiendo sobre la inteligencia... bueno, encontré este artículo donde se hace mención de las 10 personas más inteligentes de la actualidad, todas sobrepasan los 160 puntos de IQ. Me gustaría saber si se sienten plenos. Puritita curiosidad la mía. Pueden leer el artículo ACÁ. Un dato interesante es que solo hay UNA mujer en la lista... ¬¬

Como niña curiosa que siempre fui... me puse a buscar un "test rápido" para corroborar aquel viejo test que me hicieron hace más de 17 años, cuando una noble psicóloga del colegio estaba consternada por mis problemas de socialización y a lo mejor pensó que era medio topada de alguna forma. El examen, si se animan a hacerlo, lo pueden realizar AQUÍ... y bueno, a pesar de ser un ser humano lleno de errores, sigo siendo inteligente, según el pinche examen n_n

Habrá que ver si a partir del 29 sigo diciendo lo mismo. No se pierdan (en algún momento de la vida) el post dedicado a la evaluación de la inteligencia emocional.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Perfeccionista de mierda

o cómo auto dedicarme post's de recriminaciones.

Muchas personas me han hecho comentarios sobre mi perfeccionismo enfermizo en el trabajo y de la auto-exigencia que ejerzo. En alguna medida tienen razón. 

Trabajar a mi ritmo no es sencillo y por eso prefiero mil veces trabajar sola, porque exijo exactamente lo que me exijo a mí misma,  termino sintiéndome una arpía y la gente no logra comprender esa necesidad, no de perfección, sino de precisión.

Gabriela, la menor de mis hermanas, está haciendo horas sociales conmigo y le ha tocado tabular la mayoría de las encuestas del proyecto y todavía le espera trabajo duro en enero. No sé si es necedad de ella, pero es de las pocas personas que me aguantan en mis estados de euforia laboral. Quizá padecemos de ese perfeccionismo cada una de manera distinta y por eso me comprende.

Ayer por la tarde me dijo "mirá, mi compu está dando problemas y no puedo seguir". Me quedé callada unos minutos, sentía cólera y aflicción a la vez, por supuesto ella solo percibió mi molestia... sin embargo, insistió a lo que le contesté (mal) "yo no sé cómo vas a hacer, pero los resultados los quiero para el 27 en la mañana y no me estés diciendo que tenes problemas... solo solucionalos o resolvé de otra manera". Es cuando les digo... me siento de carácter mierdero, justo cuando termino de decir ese tipo de cosas... pero de nada me sirve, porque el daño está hecho. 

No sé qué hizo, ni cómo lo hizo... ni si alguien le ayudó, pero anoche mismo ya estaba tabulando a mi lado. Como a las 8:30 p.m. me sentía tullida de estar sentada todo el día trabajando, así que me levanté a caminar, fui a dar una vuelta al parque, antes de salir de la casa le dije que cenara porque me dio la impresión de que no había comido todo el día y creo que no estaba equivocada.

Mientras daba vueltas por el parque, viendo el cielo estrellado, pensé que menos mal que no tengo hijos, sino los pobres sufrirían con una nana como yo. Soy tan perfeccionista de mierda y termino siendo un total fracaso en las relaciones interpersonales. 

Luego pensé que debería de ser lo suficientemente coherente para ser perfeccionista no solo en lo laboral, sino en todo, no solo revisar adecuadamente lo que publico, verificar que no tenga errores "básicos" de ortografía, administrar mejor mi tiempo y no ser tan intensa y no trabajar como máquina sin descanso, estar atenta a cómo me administro entre mis afectos, ser clara y limitante, ser estricta conmigo misma y mi corazón y no con los demás. Digo yo... un poco de coherencia me haría bien. 

Justificar de dónde nació esta mala maña no vale la pena, como tampoco vale la pena contarles cómo mi maestro y tutor trata de corregir mis errores de la manera más prosaica posible. Porque entonces me doy cuenta, es lo mismo que yo hago con Gabriela y con todo aquel que tiene la mala suerte de trabajar conmigo. 

Ser perfeccionista (a secas) es malo, pero es peor ser perfeccionista de mierda.

En el secreto

en la oscuridad,
en el silencio.

En el ruido, el insomnio
a las 3:58 a.m.
en medio de una canción,
en medio de un recuerdo.

Entretejido con el frío
con las letras, con las estrellas
entretejido con primor
delicadeza y calor.

Todo ha sido verdad
y nada cierto.
El infinito tuvo límites
y el dolor fue inconmensurable.

Me quedan los días resplandecientes
la lluvia con su caricia de alivio
la certeza de las palabras no dichas,
las fotografías que nunca vi,
tus miradas de ráfaga.

Tantas cosas más me quedan
en el secreto...

martes, 25 de diciembre de 2012

Tabulaciones, Estadística y otras de mis carencias

Bueno, heme aquí... en plena vacación y tabulando las más de 200 encuestas.

Me odio a mí misma por no haber previsto una tabulación más sencilla. Crear matrices en excel este año fue todo un reto, pero... como desde hace más o menos 3 semanas no las toco, no preví que para realizar el informe que tiene que estar listo para el 3 de enero, tengo que realizar no solo las matrices, sino hacer los cálculos estadísticos, sacar las gráficas y realizar el análisis de todo esto.

Moriré... sé que moriré... eventualmente... pero si muero en este trajín, no olviden decirle a mi madre que la quise mucho u_u

Estaba peleando por descifrar (no lo he hecho de HECHO) cómo sacar con una fórmula el porcentaje de individuos masculinos y femeninos, cuando recordé a mi profesor de Estadística de Primer Año de Bachillerato, Regis Aragón, quien por volteretas de la vida, resultó ser sobrino de @FlorsyPower... me caía tan bien... en el segundo período me tenía que sacar 9 para pasar su materia con promedio de 6 que era la nota mínima permitida en el colegio. Fui, soy y seré un completo desastre matemático toda mi vida, lo sé y lo asumo, pero ahora necesito... TENGO QUE superar esas deficiencias en menos de 50 horas para que me quede suficiente tiempo para redactar todo lo que tengo que redactar y presentar un informe decente. 

Este año ha sido de superar deficiencias, sin embargo solo han sido de pasadita... de emergencia, tengo que dejar de tapar el sol con un dedo. u_u

Si alguno de ustedes puede orientarme en cómo sacar los cálculos estadísticos me avisa... en serio, necesito ayuda.

Distancia

"En matemática, es la distancia entre dos puntos del espacio euclídeo equivale a la longitud del segmento de recta que los une, expresado numéricamente. En espacios más complejos, como los definidos en la geometría no euclidiana, el «camino más corto» entre dos puntos es un segmento de curva.
En física, la distancia es una magnitud escalar, que se expresa en unidades de longitud."

La distancia es otra cosa que no puedo explicar del todo, es como un vacío que no tiene nombre, que no tiene forma, ni medida. Es silencio, violencia y ruido.

La distancia no SOLO es la medida entre dos puntos. 

domingo, 23 de diciembre de 2012

Contexto, texto y pretexto

Contexto: Esta madrugada tuve un sueño muy raro... mi hermana menor llegaba a Suchitoto para notificarme que se casaría con su novio. ¬¬ de paso me notificó que el evento sería allá y que tenía que organizar el asunto. Al despertar me sentía un poco confundida y luego de ver un mensaje de medianoche fui por vaso con agua, en la cocina me encontré a mi papá, buscando agua, porque al parecer el agua alivia los malos sueños y no sabía. Me contó que soñó que un carro había golpeado a Sebastian. :S

Nos quedamos platicando y luego cada uno regresó a lo que conviene en este tiempo: dormir. Pasaron un par de horas cuando alguien llegó a despertarme y decirme que nos íbamos de paseo. Me levanté, me bañé y aunque mi instinto me decía que no fuera, me dije a mí misma que era bueno dedicarle tiempo a la familia.

Mi tía Reina llegó en medio de los preparativos y la incluimos... al rato llegó Francisco, novio de mi hermana menor y también se fue en la colada.

Allá íbamos los Rauda y co.

Texto: Fuimos a Chalatenango a hacer un mandado y decidimos regresar y pasar a unas piscinas en Quezaltepeque, al llegar bajé mi almohadita de viaje y el libro que no logro terminar... cuando nos bajamos nos dimos cuenta que la llanta derecha de adelante estaba pacha... todas nos fuimos a buscar puesto y dejamos a mi papá y al yerno cambiando la dichosa llanta.

Estaba agarrando puesto para leer cuando llegó mi tía con cara de susto... "Vámonos" me dijo... y añadió "A  Francisco le cayó encima el carro cuando estaba cambiando la llanta!"... si me dicen eso me imagino cualquier barbaridad insólita digna de "mil formas de morir", al llegar al parqueo, veo una pequeña multitud de gente rodeando al cipote tirado en el piso, todos decían "no lo muevan, no lo muevan".

Resumen: le llamo a Nelson, quien es voluntario de la Cruz Roja para que nos ayudara a conseguir una ambulancia, me siento en un arriatillo a esperar... media hora después llega la ambulancia, lo evalúan, lo inmovilizan, por suerte todo parece indicar que solo es el golpe en la clavícula y que no tiene golpes en el torax. Nos vamos al Rosales: Francisco, mi mamá y yo... los demás se van a la casa.

La verdad, tuvimos bastante suerte, en una hora con veinte minutos recibieron a Francisco, lo doparon, le sacaron placas y lo inmovilizaron por seis semanas. Mi hermana llamaba cada media hora para ver qué decían de su enamorado. Mientras los tres empezábamos a sentir el estrago del hambre, porque justo antes de que todo el proceso de cambio de llanta iniciara estábamos pensando en ir a comer.

6 pm, mi mamá, Francisco y yo devorando en el OK, atrás de Maternidad... nos dimos una comida titánica.

Pretexto: Mi papá, luego de ir a dejar a mis hermanas a la casa, regresó por nosotros tres al hospital, teníamos que ir a dejar a Francisco a su casa... que queda en Sonsonate... u_u. ¿Ven por qué este pinche sitio se llama la siguiente accidentalidad y por qué de vez en cuando debo poner atención a mis sueños?

Buenas noches.

Nota Aclaratoria: ningún cuñado fue lastimado (más) en la redacción de este post.

Baktun

Miguel un día me dijo que nosotros no somos (o nuestro ancestros no fueron) mayas. Le argumenté con mis conocimientos recién estrenados de Historia Precolombina, pero él es de esas personas a las que no les importan los argumentos. No importa.

Toda la herencia de los antepasados mayas está perdiéndose, muchas tradiciones, conocimiento y belleza se han olvidado. No somos pacientes y la vida nos exige otro ritmo que nos aparta de experiencias enriquecedoras y gratificantes, eso sí... no piensen que es solo de ponerse místicos; es cierto a secas... nos distraemos con todo: el trajín, la familia, los problemas que no solucionamos porque simplemente nos da hueva y otra larga lista de etcéteras. 

Yo no soy la excepción, tengo que hacer grandes esfuerzos por no morir en el intento de salir de mí y ver con bondad a este horrible mundo. 

El viernes fuimos con mis compañeros a la celebración del Baktun, culturalmente un evento interesantísimo, quitándole el misticismo, la creencia mal encaminada y otras tonteras, fue una experiencia bonita, algo cansada si, pero interesante. Al menos en lo personal me sirvió para meditar algunas cosas que traigo pendientes desde hace un mes más o menos. 

Sumado a todo esto, el momento de solitariedad en una loma, viendo las estrellas, pensando cómo solucionar las situaciones que ya les conté, me tocó escribir algo... era una combinación entre presentación, ofertorio y petición... me tocó pasar a recitarlo frente a más de 200 personas y aunque la oscuridad ayudó a mi miedo escénico, no dejó de darme culillera, más que en el ensayo todos los demás me decían que no se me oía, ni entendía nada de lo que decía... ¬¬ no me memorizaba nada desde noveno grado! tuve tanto miedo de olvidar una parte y quedarme callada largo rato frente al fuego ceremonial.

Pero como sucede siempre, el tiempo solo pasó y no nos dimos cuenta de todo lo que salió de nuestras bocas. En cuanto me di cuenta, comprobé que no olvidé ninguna parte y que había dejado de temblar. 

Los mayas dejaron dicho que una era terminó ayer, que un nuevo tiempo empezó... que el despertar de la conciencia se ha establecido... pero pienso que eso lo deberíamos de haber estado haciendo desde hace un rato ya, nos veríamos en menos dificultades si fuéramos conscientes realmente de lo que nuestras acciones o palabras traen consecuencias.

Yo no he cambiado mucho de ayer para ahora, sigo siendo la misma, con los mismos miedos, los mismos defectos, las mismas cosas buenas y las que desesperan a los demás... pero al menos trataré de ser más prudente, es un reto muy grande... pero veremos qué puedo hacer al respecto. 


Esta foto la tomó @mauxito, quien andaba por ahí,
justo en el momento en el que recitaba.
Agachadito sale Anand quien estaba tocando el tambor.
Lo que si nos hace falta es una foto de todo el elenco.

Pesadilla dicembrina

Ya les he comentado que detesto diciembre por el estado permanentemente festivo. Las multitudes me generan desasosiego y un temor que no logro descifrar.

Estar en Suchitoto me había salvado de todo esto, pero regresar a casa de mi madre para las vacaciones me regresó de golpe a la realidad. Ayer que aterricé formalmente me dispuse a dormir luego de una larga noche de desvelo, pero no contaba con la astucia de mi madre. No me dejó dormir ¬¬

Sumado a todo lo que me quería contar, de las quejas, de las cosas buenas, de el tiempo que exige que le de, sumado a todo eso... recordé que a Sebastian no le había comprado nada para regalarle y que es el único ser humano que ha logrado que vaya a meterme a un centro comercial para comprarle algo en medio de esa marejada de personas.

Para hacerles corto el cuento, me fui a la 1 p.m. y regresé a las 9:30 p.m.--- más cansada y más triste --- mientras hacía fila para que empaquetaran los regalos del amado sobrino, recordé que en vez de estar ahí parada viendo como una mujer, con la peor habilidad motriz que haya visto antes, trataba de envolver regalos de manera decente (y que fallaba en el intento), yo debería haber estado en una fiesta/cena/beba y no ahí. Pero la vida es como es.

Llegué a casa solo a dormir, creo que estos días me dedicaré a eso... a dormir... me despiertan si tienen algo interesante para hacer en estos días o cuando ya sea 2 de enero, por favor.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Costumbres

Hay de todo tipo... buenas, malas... individuales... colectivas... de todo tamaño, color y sabor.
Pero hay algunas que se me están haciendo insoportables.

Un serio accidente

Todo está bien.

Solo que como les conté antes, este día lanzo al universo paralelo que es el internet una página donde iré publicando escritos que pretenden llegar a ser literatura de alguna forma.

Estar en este blog durante 5 años me ha dado valor y Miguel siempre me fregaba por no escribir más profesionalmente, así que siendo coherente conmigo misma, abro este nuevo espacio: UN SERIO ACCIDENTE pueden pasar por ahí un par de veces a la semana y encontrarán algo nuevo, a lo mejor se darán cuenta que no publicaré tanto como acá, que es una amalgama de textos descoordinados y viscerales, allá no, allá encontrarán poco pero espero que con mejor calidad.

Gracias por pasar por aquel accidente, que pretende ser más serio.

viernes, 21 de diciembre de 2012

30 años

Hace 30 años... yo recién pateaba los cinco, faltaban al menos siete años más para que yo supiera de su existencia. Fue hasta los 12 cuando me enteré que habían tres tipos argentinos que hacían música y que se llamaban Soda Stereo.

Debo admitir que son de mis bandas favoritas, los argentinos nunca me han simpatizado del todo, se creen "de acero inoxidable" pero hay que admitir la genialidad de muchos en áreas del arte, en especial de la musical.

Hace treinta años Gustavo, Zeta y Charly decidieron que era bueno dedicarse a la música, así el 19 de diciembre de 1982, en el cumpleaños de un amigo tocaron y se conformaron legalmente como banda hasta mediados de 1983 pero a todo esto, el daño ya estaba hecho, como diría mi abuelita.

Hablar de Soda Stereo es hablar de las generaciones ochenteras y noventeras quienes conformamos un colectivo arraigado de una búsqueda incansable de fuentes de conocimiento, de experiencias y sobre todo, de alcohol para volvernos adultos más pronto.

Como suele suceder con los genios, jamás se imaginaron estos veinteañeros el alcance que tendrían con su música y sus estrafalarios peinados diciéndonos a los salvadoreños "despiértame cuando pase el temblor" o cuando aseguraron que "ella usó mi cabeza como un revolver".

Confieso que yo puedo (y ya lo he hecho) pasar días enteros escuchando sus canciones en un loop interminable y que los mejores textos que he escrito (laborales y personales) han sido al calor de sus canciones. Estuve a punto de ir a Panamá hace unos años a verlos, a pesar de no haber encontrado alero oficial, no me importaba y me iba a ir sola, transbordando hasta la ciudad del canal, para ver la gira "Me verás volver", solo pudo evitarme la ida el hecho que mi papá tuvo un accidente y tenía que ser operado justo el día que me iba, no tuve corazón para no ir a donar sangre y esperar a que saliera del quirófano... y bueno, no fui. No puedo decir que me arrepiento, porque no es así, pero si hubiera deseado verlos una vez en la vida.

De todas sus canciones siempre una que siento que no importando las circunstancias, siempre... siempre... siempre es buena para cantarla a grito pelado, con la furia propia de treinta años de historia, con la pasión propia de treinta y cinco años de vida... porque... me deja sin respuestas...









Expedición

Cuando se es muy joven se tiene una tendencia por las situaciones que impliquen una aventura. No lo recordaba porque a una le enseñan que tiene que ir dejando esas aventuritas luego de rescatar una hielera llena de bebidas embriagantes que se quedó guardada (accidentalmente) en un bus que nos llevó a Tela, Honduras. Ah... tiempos aquellos.

Anoche estábamos viendo una película en calidad de bulto con mi hermana, cuando llegó Emme y empezó a contarnos que estaba en los preparativos de una actividad que tendremos ahora. Nos pidió ayuda. 

La misión implicaba convencer a la niña Gloria que nos prestara la llave del guardaropas de la escuela para sacar (a escondidas) ciertos elementos de vestuario teatral. Por supuesto, la niña Gloria no debía enterarse de la verdadera intención, así que Emme en el mejor estilo de Sheldon Cooper inventó todo un escenario creíble para solicitar las llaves. 

Paso 1: ir a casa de la niña Gloria, soltarle la mentira y que nos diera la llave.
Paso 2: ir a la escuela, elegir el vestuario, ponerlo en cajas cerradas.
Paso 3: trasladar las cajas a nuestra casa, sin que nadie se enterara.

Todo se veía bastante fácil, de hecho lo que nos preocupaba era convencer a la niña Gloria que nos diera las llaves. 

Nos fuimos las tres, lo más fácil fue lo de las llaves, la niña Gloria ni nos dejó que Emme terminara de decir su versión del asunto cuando ya estaba buscándonos el racimo de llaves.

Escoger y empaquetar más que difícil fue tardado... lo terrible fue el traslado, a parte que pesaba como la gran puerca... nos encontramos a medio mundo por el camino y algunos nos veían de manera sospechosa. Nos reímos como nunca porque a todo esto, tuvimos el "cuidado" de irnos por las calles menos concurridas (supuestamente)

Al llegar a la casa, eran casi las 8... mi hermana se quejó del hambre que le provocó todo un día de trabajo con la fotocopiadora y esta excursión nocturna... nos fuimos a cenar. 

En lo que fuimos y regresamos a casa, tomando en cuenta que fuimos a un lugar y estaba cerrado y tuvimos que buscar otro, no nos encontramos a nadie conocido... u_u

Moraleja: La próxima vez que tengamos una misión así, nos iremos por las calles más concurridas, ya vimos que entre 8 y 9 no se ve gente conocida por las calles y diremos "vamos a ir a cenar" para despistar a la mala suerte.


El lago

- Un día vi el sol ocultarse 43 veces:  sabes, a uno le gustan los atardeceres cuando se siente verdaderamente triste
(El Principito, Antoine de Saint-Exupéry)

"Saludos te manda el lago"... escribí.








jueves, 20 de diciembre de 2012

La locura nos viene de familia

Estaba sintiéndome de lo más jodida, en un malestar que no lograba ubicar, cuando recibí una visita.

Ella siempre ha tenido la capacidad de sorprenderme, no me perdono aún que la agarraba como "conejillo de indias" para hacer pruebas de psicopedagogía cuando a penas tenia 5 años... ojalá que no le haya provocado un daño severo y permanente.

Apareció como si nada, perdida... desorientada, dice que se perdió un par de veces en el pueblo y contrariando su educación más básica, pidió ayuda a un par de desconocidos hasta que alguien pudo decirle exactamente dónde está ubicada la "nueva" oficina.

Llegó justo cuando estaba diciéndole a Jennifer, de Recursos Humanos, que me largaba antes de echar las tripas por la boca sobre el escritorio. Cuando vi hacia la puerta ahí estaba... en su chelez más resplandeciente. Gabriela había llegado luego de 5 horas de viaje desde San Juan Opico, no recuerdo desde cuándo no me daba tanto gusto de verla.

Me llevó a casa, me acostó y se quedó a mi lado leyéndome poemas de Jaime Sabines, me dio mis medicinas, fue a comprar comida, cocinó y hasta hizo limpieza. Cuando llegó Emme estuvo conversando con ella y como a ninguna le cuesta, se estuvieron burlando de mí.

Me dio gusto oírla.

Sigue aquí, me dijo que para que yo no me estuviera moviendo mucho, ella me ayudaría a sacar las mil fotocopias que tienen que quedar listas para mañana al mediodía, desde mi escritorio la veo, siendo paciente con la fotocopiadora que es un desastre y siendo amable con todo mundo, regalando galletas navideñas, que le quedaron tan bien y que ha repartido a razón de tres por cabeza entre mis compañeros.

-¿Cómo es que decidiste venirte? - le pregunté ayer.
- Locura que me agarró - contestó a secas.

Locura... sí, nos corre por la sangre.

De reuniones, confusiones y otros demonios

Somos un buen equipo, no porque seamos los más ordenados o los más astutos, cada uno hace lo que le corresponde con pasión y simplemente nos detenemos a tiempo antes de pasearnos en el proyecto. Pero eso no está bien.

Soy consciente de que deberíamos de tener otras formas menos caóticas de trabajar o de resolver los conflictos.

Mañana al mediodía cerramos trabajo, han sido meses arduos, logramos sobrevivir con elegancia, estamos cansados, enfermos y a veces saltamos a la más mínima provocación, pero no nos herimos. Ha sido cansado y ya se los he comentado, y quizá ya hasta les aburrí, pero es cierto. Esta mañana no quería levantarme y he pasado un par de días en estado de bulto, haciendo desde casa lo que he podido.

Justo en este contexto tuvimos una reunión de personal esta "madrugada"... tengo esa sensación que tienen los niños cuando los regañan en conjunto pero sienten que solo para uno es el regaño y creo que no solo yo tengo esa sensación... todos.

Al menos ahora estoy segura de algo... pronto estaré de vacaciones

Caminar

Te imagino caminando
con el paso seguro de no ir a ningún lado,
mientras mis pasos van a otro lugar,
no creas, tampoco sé a donde voy.

Luego imagino a mis hermanas
caminando hacia el ocaso,
con mi sobrino de la mano,
tampoco saben a dónde van.

Así también mi madre y mi padre
van caminando, avanzan,
dilucidan hacia donde ir
calculan, proponen pero no llegan 
a ninguna parte.

¿De qué sirve caminar?
¿Por qué debemos avanzar?
¿Acaso el movimiento nos recuerda que estamos vivos?
¿Acaso el sol, la luna y las estrellas nos vigilan el camino?
No lo creo.

Sin embargo,
como siempre y desde siempre
desde que aprendimos a no tropezar
debemos caminar. 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Diciembre

Como he estado totalmente sumergida en una serie de situaciones no me había dado cuenta de la fecha en la que vamos... es decir, si sabía, pero no había sido totalmente consciente de ella.

Ayer se me encargó un texto poético para una celebración, yo no entiendo esas costumbres de andar celebrando cositas, pero como me dijeron... "están la mayoría" y bueno, ni modo... una tiene que acoplarse para no ser una anacoreta totalmente.

Diciembre nunca me ha gustado de hecho, el ruido, la multitud de gente, esa forma agreste de hacernos una sola masa de gente, nunca me ha gustado, esa abrazadera a medianoche y ruido y todo eso.. fuchi.

Pero ni modo, diciembre siempre llega y mejor me echo mantequilla para que me resbale un poco todo.

Esta noche, estábamos Emme y yo escribiendo cada una a su lado de la mesa, en silencio, cerveza al lado de cada una, cuando escuchamos una cancioncita que venía acercándose. "Una pastorela" le dije... salimos a curosear... y si, venía un grupo como de cien personas en procesión cantando villancicos. Quizá me estoy volviendo vieja y flexible... porque su canto me pareció hermoso y los niños se veían tan felices que hasta me gustó verlos.

Diciembre es una dimensión rara, pero espero que poco a poco me vaya gustando como cuando tenía cinco años.

Usos, desusos y otras costumbres

Siendo muy sincera, vivir con otras dos personas que no son mis familiares había estado siendo un poco complicado en el sentido práctico de lo cotidiano, es decir... hasta que apareció la rummi, la runmeit y yo no cocinábamos mucho, es decir, solo yo y de vez en cuando, por tanto quien hacía oficio era yo: limpieza, lavar trastos y sacar la basura (cuando me quedo los sábados)

Pero ayer sucedió que, debido a una serie de malestares, decidí pedir tay en la oficina y regresé temprano a casa, al entrar me enteré que la runmeit había tomado riendas en algunos asuntos.

Sería larga la lista de cambios, algunos los vemos (la rummi y yo) como innecesarios, pero comprendemos que eso es por cuestión de cultura y educación familiar. Lo bueno es que al menos ya nos repartimos las tareas para no morir en una casa como la de los Buendía en Macondo, donde la aflicción más seria era que las hormigas no pasaran del patio.

Luego pensé... si así es vivir con amigas... qué feo ha de ser acostumbrarse/acoplarse a vivir con pareja... u_u

Soy "bastante tonta"

La desfachatez con que me dijeron esa frase hace un par de semanas me impactó tanto como le impactó a esa misma persona cuando le dije que tiene "caracter mierdero".

Agresiones. u_u

Pero sí, lo reconozco, a veces soy bastante tonta, en especial cuando el 10% del síndrome de Asperger que poseo me ataca y no logro "leer" los mensajes que otros me envían en cuando a las relaciones interpersonales, ayer me di cuenta que me confundo y confundo actitudes y me vuelvo el ser humano más agreste que se pueda ser. Tonta.

Esta es una expiación pública de mi pecado, San Ignacio de Loyola decía que el problema no era tener afectos, sino tener afectos desordenados y precisamente en eso había caído. 

En el proceso de ser más gente, puedo establecer parámetros para que no me vuelva a pasar, el desorden, porque el afecto ya vi que lo tendré un buen tiempo ahí, pero al menos no que no genere más agresiones. 

He sido bastante tonta, sí... y he cometido muchos errores, pero citando a la Connie Baker: "pero prometo no volver a cometerlos."



martes, 18 de diciembre de 2012

1990 - 1991

Acababa de cumplir 13 años y aquella navidad mi mamá me regaló lo que considero ha sido el mejor regalo que me ha dado hasta el momento: un radio chiquitillo. La mujer había visto que me gustaba la música y andaba remendando a la "vieja josefína", la maltrecha radio que había sobrevivido a la guerra, al terremoto del 86 y al ánimo destructivo de mi hermana Lorena; así que mi mamá pensó que era buena idea darle reposo eterno a la vieja radio y me dio uno personal para poder escuchar lo que se me antojara.

Por eso digo yo que las mamás son tan necesarias siempre. Le leen los gustos a una (a veces). 

Recuerdo que por los estudios, mi día asignado para lavar ropa era los sábados. Me iba a la parte más retirada de  la casa, colgaba en el balcón de la ventana mi radito y ponía alguna emisora, por lo general, la Súper Stereo, que para aquellos años era la estación del rock en español... y me daba a la tarea de sacar la lavada a mano de un portentoso cerro de ropa sucia de toda la familia.

Mientras restregaba y gastaba las enormes bolas de jabón "Victoria" que me destrozaba la piel de las manos, pero era el único que no le daba alergia a dos miembros de la familia, escuchaba todas las canciones que marcaron el fin de mi infancia y el inicio de una atolondrada y disipada adolescencia. Yo no era yo, era alguien desconocida y sin personalidad, era tímida y aguerridamente violenta a la vez. Solo sabía, para ese entonces, que me gustaba la música. 

De todas las canciones de Soda Stereo, Charlie García, Fito Paez, La Unión, Miguel Bosé, Caifanes, Café Tacvba, Hombres G y tantos otros, había una canción que me aceleraba la existencia... me parecía espléndida, porque su ritmo me llamaba a la libertad, no lo sabía entonces, pero me habitaba desde ya una necesidad por viajar.

Los Prisioneros me encerraron con ellos, sonaba "Tren al sur" y  yo lo único que podía pensar era que necesitaba liberarme de los cerros de ropa sucia, de cuidar a mi hermana, del "parate recta" de mi mamá, del  colegio y sus insufribles métodos de enseñanza católica, de mi propia piel.

Un día, mientras pasaba el trapeador en la sala de la casa, me dio por encender la tele y en el canal 6 estaban pasando videos musicales... estaba empezando la canción que tanto me gustaba... no se imaginan cómo me conmocionó ver a Jorge González viajando en el armatoste de hierros y tuercas, quería ver lo que veían sus ojos, quería palpar lo que estaba al alcance de sus manos, desee ver muchos amaneceres y atardeceres lejanos.

Esta mañana, mientras un mortal "tuc tuc" me trasladaba por las calles polvorientas de Milingo esta canción vino a mi mente, vi una pequeña lagunilla, llena de patos, de vegetación generosa a la orilla y dos niños "pescando", me recordaron a los dos infantes del video... más a aquel que con primor carga a un eterno gatito negro.

Lejos me quedaron los 13 años, han pasado 22 más, los cerros que ahora me rodean son de papeles, de encuestas, de análisis, de libros, de responsabilidades impuestas... pero mi corazón me insiste a cada instante... tenemos que viajar, porque viajar es otra forma de felicidad.


Hay 9 niñas

Con el desarrollo del proyecto y mi función de documentar, sistematizar y andar preguntando todo en cuanto se me ocurra... me ha tocado asistir a cada una de las actividades del mismo.

Les conté lo que vi en el tallerde ilustración, el de los más pequeños, donde las edades están entre los cinco y los doce años... pues ahora me ha tocado ir  a la clase más lejana, en medio de un cantón algo lejano de la zona urbana. El taller de danza clásica.

Nueve niñas entre los 10 y los 13 años están recibiendo clases de ballet desde hace más de quince días. La mayoría están en esa edad en la que no se es una niña, pero tampoco se es una mujer, sin embargo, de vez en cuando se asoman las mujeres que algún día serán.

Me ha asombrado la disciplina y la puntualidad de estas niñas. La dedicación, el esfuerzo físico y la concentración, pero además, sus ojos, creo que uno de los rasgos comunes, no solo es la delgadez y la delicadeza de sus cuerpos, sino sus ojos. Todas tienen ojos muy bellos.

Helen es su instructora, las reta y les exige... y las educa no solo en sus movimientos, sino que entre tanta instrucción de "plié" y el conteo rítmico de 1...2...3... les dice "vos tenés toda la capacidad del mundo" o "no se conformen" o "vos mandas tu cuerpo, no tu cuerpo a vos"  o un hermoso "cuando sintas dolor, lo que queda es superarlo y ver que podes hacer para transformalo y hace algo hermoso son ese dolor".

Son las mejores instrucciones para enfrentar la vida que he escuchado en buen rato, pero sobre todo para estas niñas, que en original eran 15, pero que ahora solo son 9... estas nueve tienen la misma rutina que las otras 6 que se marcharon... tienen que ir a cortar, tienen que ir a acarrear agua, tienen que darle de comer a los animales, cuidar a los hermanitos, pero se han rebuscado para no conformarse y venir algunas mañanas a conocer que tienen músculos que no sabían.

¿Cómo ayuda todo esto en la prevención de la violencia? me preguntarán mis "partners" canadienses que dieron el dinero para comprar las falditas de organza rosa, las zapatillas, la grabadora con la que Tchaickovsky suena sin fin, el vaso de leche que se toman a diario y el refrigerio que se comen antes de irse a sus casas... estúpidamente yo les haré un análisis de impacto en la comunidad, también les daré datos cuantitativos sobre las deserciones y el cumplimiento de metas, les haré un hermoso gráfico de barras donde reúna lo que contestan estas niñas en una encuesta. Pero ellos jamás sabrán, entenderán y sentirán esto que siento yo cuando las veo, las escucho con su algarabía de pajaritos jóvenes, no comprenderán que estas nueve niñas ahora tienen más posibilidades de "no conformarse" con la escases, con la falta de educación y de oportunidades laborales, no verán en sus sonrisas y en sus ojos maravillados cuando preguntan "Seño... ¿quién hizo esa canción tan linda... esa la del cisne encantado?" y Helen contándoles la historia de "El lago de los cisnes" y de cómo todas tienen la misma oportunidad de hacer cosas bellas, no importando si es en la música, en el baile o en lo cotidiano.

Posiblemente estas niñas seguirán siendo de movimientos descoordinados, seguirán apartando la mirada por la pena si las miran danzando, pero al menos ahora saben que tienen que ver hacia adelante, que no tienen que tener pena de ser quienes son, pronto estas niñas serán señoritas, seguramente no volverán a recibir clases de ballet, a lo mejor pasará mucho tiempo hasta que alguien les enseñe más palabras en francés, pero al menos ahora, más de alguna, tendrá guardados en su mente y en su corazón la certeza de que el mundo inicia justo donde termina su comunidad y que ese mundo es maravilloso sí así lo deciden.

Vuelvo a ti,


a tu blancura inmensa,
a tu cuerpo blando de celulosa vegetal.
Vos me recibís siempre,
no te aburrís de mis letras, ni de mis palabras,
ni de mis crisis… no te asustan mis miedos,
me espantas las pesadillas… me aceptas
loca, cuerda, centrada y desmedidamente absurda.

Por eso siempre escribo de nuevo,
porque sos la mejor forma de no olvidar quién soy,
porque no tengo que ser la adulta fría y tajante que me exige el mundo,
puedo sacar a pasear entre las nubes
a la niña que siempre quiero ser.

Vuelvo a ti,
página en blanco,
inmensidad lechosa,
dimensión interminable,
universo fructífero,
cuerpo de hombre,
espalda de volcán.

Mis palabras casan perfectamente en vos
porque no pueden encontrar mejor lugar para narrar
la historia que se ha tejido en mis poros,
no hay otro lugar donde puedan subsistir mis amores
ni portentosa plenitud que logre abarcar mi felicidad,
por eso siempre regreso a ti.
Por eso, siempre quiero escribir.
(090812)

Consuelo

Ay Sabines, cuánto bien y cuánto mal me haces. Vos no entenderás nunca esto que contiene mi corazón, porque vos estás al otro lado de la historia, vos estás siempre al margen. Siempre serás la mejor excusa para recordarlo.

Sabines no me maltrates, no me dañes, no rasgues mi vientre. Detenete y susurrame cada letra para que pueda yo liberar la furia de mis dedos, que la noche me otorgue el consuelo de solo tu lectura, de solo saberte un reverendo hijo de puta. Sabines, perdoname.

Vos seguirás muerto, enterrado, ya no escribirás más y yo me he quedado con la peor parte: viva pero muerta, seguiré escribiendo y tratando de entender a los de tu especie.

No creas, este si es mi consuelo, el consuelo de seguir queriendo quererlo.
__

Espero curarme de ti en unos días, Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: "qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?", "se hizo noche"... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que te decía "te quiero".)

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Solo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón. 
(Jaime Sabines, Juguetería y canciones)

lunes, 17 de diciembre de 2012

Ir a mi casa

Tengo un desarraigo bastante raro y serio con la familia, es decir, les amo profundamente, pero tengo años de no sentirme parte de su dinámica. Ellos, pobrecitos, se esfuerzan en "insertarme" y yo a veces cedo.

Una persona me hacía un comentario la semana pasada, esta persona tiene totalmente claro que el lugar donde nació es su casa y San Salvador es solo "donde vivo". Dichoso.

Me quedé pensando desde entonces, pero se aceleraron dichos pensamientos el domingo cuando, creyéndome dormida, mi mamá y una de mis hermanas se enfrascaron en la complicada discusión de "donde vive KR". Mi hermana le decía a nuestra madre que mi casa es en Suchitoto, en base al tiempo que paso acá, mi mamá le contradecía diciendo que mi casa es donde ellos están. Yo solo me preguntaba ¿por qué discuten sobre eso?

No es raro que de vez en cuando sienta que no tengo un lugar en el mundo, tanto así que para darme una especie de consuelo, siempre he pensado que mi casa es donde me siento bien, con la gente (familiar o no) con la que me sienta bien. 

Esta tarde vine temprano a mi casa... este lugar donde vivo en Suchitoto... subí a la parte más alta del patio y vi el atardecer. Llegué a la conclusión que mi casa no es solo ese lugar que recoge gente que quiero, o un espacio físico concreto. Mi casa es donde me siento bien conmigo misma. 

Tonada para tiempos de tristeza

Estar triste es una dimensión, no desconocida... ya antes he estado triste. Hoy no quiero pensar, solo que suene esta canción una y otra vez, que sea ésta una forma renovada de silencio.




Cántame, que con tu voz se calma mi dolor...
que la luna no se entere lo que he llorado por ti,
que la luna no se entere que yo anoche no dormí..

domingo, 16 de diciembre de 2012

Bienvenidos al Capítulo IV

Entre las múltiples metas, terminar la "Tercera Temporada" del blog era de lo que más me estresaba. Se supone que escribo como hobbie, pero esto trae sus consecuencias en una mente obsesivo-compulsiva como la mía.

Este es el primer post de la nueva viñeta, la que marca el tiempo que no controlo. De ahora en adelante, cuando quieran leer qué ha sucedido por mi complicada cabeza desde el 16 de diciembre de 2012, delen clic a "Capítulo IV".

Que sigan las accidentalidades.

Tengo a Sabines en mis manos

Hace una semana se me anunció: Recuento de poemas 1950-1993 de Jaime Sabines estaba en un anaquel en Sanborns de Metrocentro, ese mismo día me dijeron su valor.

Hoy agarré valor y me sumergí en la vaporosa multitud prenavideña y fui a traerlo. Créanme, tuve que agarrar no solo valor, sino ánimo porque me dio el mediodía y yo estaba tirada en la cama sin querer ni moverme. Siempre he odiado los domingos.

Luego que me suspendieran un encuentro, no tenía más objetivo de ir a San Salvador más que ir por Sabines. Pensé que no importando la suspensión era apremiante que fuera por el libro. Hice bien (digo yo), era el único ejemplar. Estaba ahí, escondidito, me costó encontrarlo, es más, ya hasta había agarrado una antología de la poesía de Neruda como premio de consuelo porque Sabines no aparecía. Créanme, hay días en los es mejor no darme excusas para entristecerme, me vuelvo una máquina repartidora de desesperanzas. Yo me entiendo... bueno no, ni yo me entiendo en estos estados. Empezaba a decepcionarme, pensando que no lo encontraría, cuando lo descubrí, su pasta verde oscura contiene el título y el nombre del autor en una tipografía bastante sencilla en color verde fluorecente. 547 páginas con los poemas de este mexicano.

Pagué e inmediatamente fui a buscar algún refugio donde poder quitarle el envoltorio plástico y empezar a leerlo. Me fui a un café y pedí algo de comer, hasta el momento eran las 3 o 4 de la tarde y no había comido nada, no tenía hambre, pero sucede que no puedo morirme de hambre, talvez de otra cosa, pero no de hambre, lo encontraría bastante inoportuno. Mientras la señorita mesera fue a traerme la crema de papa horneada y un licuado de no sé qué fruta tropical empecé a leer el libro.

Es maravilloso. Eso. Maravilloso.

No importa si lo leo en orden o si, como es mi costumbre con los libros de poesía, lo abro al azar y leo lo que el libro decida, todo es tan cierto. No hay palabras más ciertas que las de los poetas, porque son eso, verdad materializada en letras. Vean:

Me dueles.
Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza. Córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.

Entre los escombros de mi alma, búscame,
escúchame.
En algún sitio, mi voz sobreviviente, llama,
pide tu asombro, tu iluminado silencio.

Atrevesando muros,atmósferas, edades,
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
viene desde la muerte, desde antes
del primer día que despertara al mundo.

¡Qué claridad de rostro, qué ternura
de luz ensimismada,
qué dibujo de miel sobre hojas de agua!

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hijo de tus ojos,
como una gota de tus ojos soy.
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Porque he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.
(Del poemario "Vuelo de noche)


Crema de papa horneada y Sabines para la tarde de domingo. Para mientras, dudo si pulsar "enviar" para anunciar que Sabines está al fin conmigo. Es otro de los riesgos de la poesía. Una puede dudar de la belleza también.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Una madrugada cualquiera

Se supone que debería estar haciendo una de dos: a. Terminando un cuadro de tabulaciones o b. durmiendo.
Pero no... estoy acá, revolviendo libros, música y fotografías.

Entré a mi ex-cuarto a buscar el dvd de un concierto que me gusta para amanizarme la madrugada de trabajo y encontré una cajita. En ella estaban los viejos álbunes de fotos familiares. La historia de una familia desde hace más de 35 años, porque, oh sorpresa, hasta existen fotos de cuando mis papás ni siquiera se conocían.

Bodas, fiestas, navidades, nacimientos, bautizos, primeras comuniones, vacaciones, paseos, entregas de notas, piñatas, situaciones cotidianas, mi mamá corriendo a las 6 a.m. en el esfuerzo de enviarnos al colegio, yo subida en el mítico árbol de mangos de la antigua casa donde pasamos nuestra infancia, libro en mano, ignorando a mi papá que estaba documentando mi ánimo lector, mi hermana aprendiendo a andar en triciclo y Gabriela bostezando con las encillas peladas, sus rollizas y tiernas carnes  y los tres pelitos con los que nació, los 15 años de cada una, el embarzo de Lorena, Sebastian pensando duro y tupido... 35 años de recuerdos.

 Mi prima chineádome, la fecha al reverso de la foto dice: 30 de octubre 1977


2 años.
5 años, sin un diente, mi mamá estaba por llegar a los 29
y estaba embarazada de Lorena

Marta Palacios y Oscar Rauda, rondando los 30 años

Foto familiar, en casa de mi tía en Mejicanos
Calculo que Gabriela tenía 3, Lorena 11 y yo 17
mis papás se asomaban a los 40's

Lorena cumpliendo 15 años, yo tenía 21

 Esa foto la tomé yo, fue en mis 15 años, 
Gaby tenía un año recién cumplido y mi papá 38

Foto familiar del 2010

Sebastian y su amor por los animales

Matha Palacios, 23 años y adentro estaba yo

Noche de navidad, 2007... recién llegada de Guatemala

 Ramón Quintanilla, mi abuelo
Se calcula que esta se tomó en la década de los 40's


Oscar y Martha... hace un año

 Gabriela y mi papá, hace un años también

 Gabriela, en el 2010, o sea 19 años de edad

 En algún día de 1996, tenía 18 años 
y estaba por graduarme del Humanístico.

Sebastian... pensando duro y tupido. 3 meses de edad

Tener pesadillas

Creo que estoy acostumbrada a tenerlas, no recuerdo cuándo fue la primera vez que tuve la primera. 

Esta madrugada recién pasada estaba durmiendo cuando se presentó una nueva. Como toda profesional del mundo onírico, tengo (y reconozco) pesadillas recurrentes, unas con el mismo corte y están las "nuevas adquisiciones" (sí, esa es la calificación). Bueno, la de esta madrugada fue de las últimas. 

No entraré en detalles sobre lo soñado, fue feo como para estar repitiéndolo, como desde el viernes ejercí la vagancia y no estaba en ninguna de las casas en las que habitualmente amanezco, cuando abrí los ojos me sentí desorientada, desubicada, como si siguiera inserta en el sueño. Por unos segundos tuve miedo.

A pesar de despertar así, es reconfortante despertar y pensar que todo fue solo una pesadilla, hasta que vuelvo a despertar... y así sucesivamente.

Metas

Por lo general, cuando pienso en metas que poseo, se reducen a las laborales y a las meramente familiares. Vivir así es complicado, la primera consecuencia es que la gente la tache a una de "papelito al viento" porque creen que no se tienen objetivos. En parte están equivocados. Si los tengo, solo que esa maña de estar siempre ocupada me distrae de mis metas personales.

Es tan extraño para los demás escuchar que tengo metas personales, tanto que el día que le comenté a Miguel que estaba preparando un proyecto importante para mí, se extrañó y hasta me preguntó por qué tenía fechas "cabalísticas" para el cumplimiento de esas fechas.

Bueno, es hora que se los comente y lo haga oficial, porque según me han dicho, cuando escribo de algo en este espacio se vuelve "oficial", bueno... bajo esa premisa... anuncio que dentro de una semana daré un paso más en la consolidación de un camino largo para construir un ideario literario un poco más profesional.

De esta manera, quedan invitados para el sábado 22 de diciembre, a la presentación del blog donde estaré publicando los ejercicios literarios que durante años he realizado, en ese espacio no verán (directamente) cosas de mi vida, sino los cuentos, textos y poemas que dan fe de esa profesión que indica mi DUI: escritora.

Por el momento no les revelaré el nombre, pero estaré a bien enviarles el enlace, como siempre será un gusto recibir, ahora sí, sus críticas y comentarios respecto a los escritos. En este blog seguirán disfrutando de los accidentes que me pasan a diario. El otro blog tendrá una dinámica distinta que en su momento daré a conocer.

Y... solamente. Tengo una meta. ^^

Confianza, confidencia, complicidad y otras cosas con "C" que me gustan con algunas personas

Soy poca para estar en medio de las multitudes, supongo que me asustan un poco, en especial si hay alcohol corriendo por ahí, desmedido y desmandado.

El miércoles pasado, luego de meditarlo un poco y de caen en cuenta que me pesa el cansancio, decidí no ir al baile de las fiestas patronales, a pesar de que en la oficina hubo una campaña para ir en conjunto. Decistí a tiempo y me quedé tirada en mi cama, "platicando" via whatsapp con alguien.

Varias cosas han pasado esta semana en varias áreas (o colectivos) a las que pertenezco. Es como un karma, justo ahora que deseo tranquilidad o rutina, resulta que no la siento cercana. No importa, hace rato decidí que lo tiene que venir, que venga. Nada puedo hacer para evitar ciertas cosas.

En medio de todo ese tropel de cosas, siempre está la gente. Como siempre he sido bastante distante o celosa de algunos datos propios, no suelo depositar tanta confianza en la gente, porque es difìcil ese tipo de administraciones interiores, así que el tiempo me enseñó que una tiene derecho a la confianza, a las confidencias y a la complicidad, pero que es mejor tener todo eso repartidas en pocas personas.

Por supuesto hay reclamos... en la familia, cuando sienten que no saben algunas cosas de mí, Lelouthan se enoja porque dice que nunca le cuento "nada" de lo que me está pasando, que a veces siente que no es mi amigo porque anantes doy señales de vida, mi grupo de amigas ya ni me invitan a beber como lo hacíamos el año pasado, todos los viernes al salir de las respectivas oficinas, Carmen no se extraña ya de mis desapariciones, otros dicen que simplemente existo en realidad porque habito un cuerpo.

Encontrar alguien con quien poder reír con la desfachatez suficiente para auto burlarse de las cosas tontas que se viven; alguien con quien poder hablar de las cosas "serias" que suceden en el trabajo, donde toca escuchar cosas dolorosas y que la dejan a una cansada de tanta injusticia, de tanta tragedia, de tanta indignación compartida; alguien complice de las pequeñas aventuras para las cuales una pude recordar la valentía y recordar que siempre es buen tiempo para vivir, aunque no se entiendan algunas cosas, aunque ya no se crean otras, aunque otras sigan intactas. Encontrar a alguien con quien compartir es difìcil. No se puede.

No menosprecio la compañía de la gente que me tiene aprecio, pero ninguna sabe todo de mí, saben partes de mí y la lealtad de estas personas ha sido un regalo, del cual son conciente que no correspondo como debería, en algunos casos hago esfuerzos.

A todo esto, estoy divagando porque este amanecer me ha tocado pensar y pensar nunca es malo, pensé que no importa si son pocas las personas con las que tengo confianza, son las adecudas y aunque son mucho menos las personas que han visto mis cicatrices, son esas las que reunen la mayoría de  "C"s.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Ardor...

Como soy una desmedida en las emociones internas, cuando me enojo siento un ardor. Literalmente un ardor en mi interior. Dependiendo de qué lo genere, así es la ubicación... por ejemplo, si me enojo con mis estudiantes, el ardor lo siento en las orejas, si es alguien que me importa mucho el ardor que me pueda provocar se aloja en el pecho, justo en medio del esternón y si es cuestión de trabajo, el ardor me va a dar en la boca del estómago.

Ese ardor es como un fuego que en rápida combustión podría (si saliera de mí) aniquilar al que tengo enfrente. Cenizas, eso quedarían. 

Durante años he tratado de "controlar" este incendio que vive en mí. A veces pienso que lo he logrado cuando, al toparme con algo que me molesta, solo siento una sensación cálida pero no ese fuego abrasador. Tengo mucho que aprender aún. "La vida es demasiada corta" me dijeron una vez...

Esta mañana hice un recorrido por varias actividades del proyecto, sucedió que un par de cosas ya estaban preparándome para este incendio interior, para ese cataclismo nuclear, para olvidar la inteligencia emocional y empezar a matar gente (como dice Clau), cuando sucedió algo: entré al aula de Ilustración.

Javier es el instructor, es un joven-niño, tiene 21 años y se alimenta básicamente de productos Diana, es flaco y se ve tan indefenso que provoca darle un abrazo. Es un niño como los niños a los que atiende, frente a él estaba el grupo de los beneficiarios más jóvenes de toda esta locura: niños y  niñas entre los 5 a los 12 años. 

No se imaginan el alivio y la tranquilidad que me generó estar con ellos un momento. Me senté en una mesita al lado de ellos, todos con sus lápices afilados dibujaban un elefante, Carlos, el más pequeño de todos había colocado su  nombre al pie de la página, con esa caligrafía tan típicamente caótica que tienen los que estrenan las palabras escritas, me recordó a mi Sebastian y lo desee ahí, junto a todos esos infantes, dibujantes de paquidermos.

Pensé: "una no debería de andar por la vida sin este tipo de alivios para los ardores de la cólera", recordé cuando fui profesora de pequeños, esa gentecita que te quiere porque si, no porque seas la mejor pedagoga,  ni porque seas hermosa, o por que seas "súper inteligente"... te quieren por que si, ese es de mis amores favoritos, los que son POR QUE SI. 

Javier está rodeado por 15 infantes, él les reparte lápices, pintura, páginas y un muro para que pinten, les cuenta cuentos e inventa la historia del elefante que están pintando. A parte, en la dimensión de los adultos quedan las listas de asistencia, los objetivos, las fuentes de verificación y los presupuestos, las matrices y las encuestas... Javier y sus alumnos son felices. Celebran cada color, cada trazo, cada nube que miran en el patio de la escuelita y la reflejan en su color natural en papeles que se expondrán magistralmente el próximo 26 de enero.

Con el fuego interno apagado, regresé a mi oficina, tenía que redactar más de esos documentos fríos y distantes donde pueda justificar cosas injustificables, defender lo indefendible... pero no pude. Javier y sus alumnitos seguían en mi mente y no pude más que sentarme a escribir esto que están terminando de leer. 

Vendrán nuevos ardores, nuevas cóleras y nuevas formas de estrés, pero estoy segura de algo, vale más la pena este nuevo fuego, este que solo me calienta y me llena de esperanzas. Este fuego de llama controlada, este fuego que nace de las risas y los dibujos de los niños.

La versión oficial

Siempre habrá varias versiones de una historia, 
también... siempre habrá interpretaciones de dichas versiones. 
Siempre.

La versión oficial es esta: 
Mucho lloré, 
colgué mis planes mientras decidía qué hacer, 
me atraganté algunas palabras para no invadirte, 
caminé con cuidado ante tus silencios, 
busqué la mejor manera de no morirme sin vos, 
me alegré cuando tus palabras asomaron al lado de mi cama, 
guardé algunos recuerdos, 
quise deshacerme de otros para limpiar el tiempo, 
estuve feliz con tu felicidad, 
estuve triste con tu tristeza. 
Desempolvé canciones para tenerte de alguna manera presente. 
Me arriesgué a quererte sin la certeza de la reciprocidad. 
Cerré mis ojos al ver cosas que algún día soñamos en ver juntos. 
Maldije cada madrugada que osó en llegar sin traerte a mi lado.

Pero la más importante de todas esas mis versiones oficiales,
la que debe quedar escrita en la historia, 
la que no debes olvidar,
la que no genere dudas sobre sí misma,
la que muchos, a lo mejor, jamás entenderán,
la que está guardada en mí
y que hace que mi corazón sea una caja rimbombante, 
es esta:
Aún te quiero.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Fumar

Inicié a los 14, no me culpen, era una niña influenciable en un colegio donde los de bachillerato tenían permiso de hacerlo. Toda una generación de pericos fumadores, posiblemente moriremos de cáncer, entre otros lugares, de pulmón.

A pesar de haber empezado muy joven, nunca he tenido tan pegado el vicio como para fumarme una cajetilla sola, creo que fue porque una vez, siendo una veinteañera, un día me fumé como 10 cigarros en un día y me enfermé horrible. Totalmente intoxicada.

Cuando iba a la u, era cuestión de rito que al entrar por la peatonal comprar dos cigarros para el receso de las clases. Nunca fui de comprar las cajetillas, soy de "menudeo".

Luego al vivir en Guate se me arreció el vicio, habrá sido el frío o la compañía de Mynor, no lo sé, pero si sé que fumé más, pero al regresar al país... lo dejé. No fumé tres o cuatro años (no lo recuerdo), si acaso me fumaba uno cuando salía con mi mara... pero como tampoco es que salga todas las semanas o meses, pues calculo que me fumaba uno cada tres o cuatro meses.

Este año empecé a fumar otra vez. No solo empecé a fumar a diario. Sino que me hice de comprar cajetillas, estar en Suchi no me ayuda, porque al inicio pasaba mucho tiempo sola en casa por las noches, pues... encontraba un gusto por fumar en silencio y andar buscando cigarros en las tiendas me daba hueva. Hasta compré un encendedor.

Anoche estaba fumándome un cigarro, en las alturas del patio, porque la Emme anda afónica y no la quiero matar... y caí en la cuenta que estoy fumando más, bebo más seguido y durante unos meses tuve otros excesos. Ah... los excesos, son tan hermosos. Son la mejor manera de poner a prueba las voluntades y las mentes férreas.

Nunca he sido buena con los excesos... una vez me lo dijeron, "vos llevas a otros límites las experiencias". No supe descifrar si eso era bueno o malo, por salud mental, dejé de pensarlo y ahora solo me adentro en el exceso que sé que no me matará... me matará mi mala cabeza.

 

Nótese la maestría de Juan Valdivia, quien fuma durante toda la canción, sin dejar de tocar en ningún momento su guitarra.

Pollo accidental

Pues resulta que como en Suchitoto poco sucede y los únicos tres lugares donde podemos departir pues... a veces nos aburren, o simplemente queremos estar en más confianza, pues nos agarró que nos turnamos para cocinar y armar beba los viernes... o cualquier día en realidad, el asunto es tener ganas.

El viernes pasado me tocó a mí.

Desde que Nan vino a este país dijo que tenía antojo de alitas de pollo, pues decidí hacerlas, no contaba con la genial realidad de no encontrar un lugar donde comprar SOLO las alitas, nononono... acá en Suchi solo venden pollos completos o cortado, pero no abundan solo las alitas, así que me tocó cocinar dos pollos completos.

No tenía ganas de seguir una receta ya establecida, así que agarré mi creatividad culinaria y los ingredientes que se me cruzaron por ahí e hice un par de pollos, que más que occidental, es accidental. Les dejo la receta por si les apetece y se atreven.

Nota: Ayer un compañerito me pidió la receta porque le gustó "en demasía" el dichoso pollo... sépanlo... hasta para inventar hay que tener cálculo, así que acá les dejo:

POLLO ACCIDENTAL:
Ingredientes
2 Pollos (acá me los vendieron con todo y menudos y aunque no los tenía previstos, me sirvieron)
1 Bote de salsa de soya
1 Bote pequeño de mostaza
1 Lata de jugo de piña
3 Onz. de Vodka (créame, lo va a necesitar)
Tomates, Chile verde, Cebollas Moradas (que sean moradas, si son blancas, no queda igual, en serio), cilantro, apio, sal, ajos y (si se atreve) un trocito pequeñito de gengibre.

Procedimiento
Primero, antes que nada suceda... ponga música, cocinar con música despeja toda duda a la hora de tomar con firmeza un cuchillo, yo... para la ocasión, elegí el disco doble "PARASIEMPRE-RAREZAS" de los Héroes del Silencio. Bueno, usté elija a su gusto.

Encienda el horno para que vaya calentándose... no puedo decirle a qué temperatura porque la humilde cocina en la que los hice solo tiene dos términos: alto y bajo... yo lo puse en alto, así que asumo que serán como 350 grados.

Limpie los pollos, al limpiarlos, yo les quito el exceso de grasa, rarezas que les veo y los cutuquitos de las plumas con las que viene, los embadurno de sal y les echo dos limones, esto evita que el pollo quede con ese olor tan horrible que las abuelitas llamaban "chuquilla". Los lava... no los deje con la sal y el limón, la gracia es limpiarlos

Ya limpios y ya colocados en la charola para el horno, procede a untar la mostaza, la salsa de soya y la mitad del jugo de piña (guarde la otra mitad, la vamos a necesitar más tarde), ponga sal al gusto y si quiere pimienta. Deje reposando los pollos, porque pobrecitos... han de estar cansados de tanto jelengue...

A parte, corte: tomates, chile verde y las cebollas en trozos grandes, por ejemplo, los tomates si son grandes, en cuartos, si son medianos en mitades y si son chiquitos... yo los dejaría enteros... solo les hago un orificio con el cuchillo.... y así con el resto de ingredientes... pele los ajos, unos tres ajos por pollo, así que en este caso... seis. Incluya el cilantro y el apio, cortado en grande también. Todo este trozadero de verduras lo va a colocar al rededor de los pollos, y sin exagerar... puede colocar un poco dentro de los pollos. En ese instante puede añadir los menudos del pollo, hágalos así tiraditos... es decir... revueltos con la verdura.

Meta la charola al horno.

¿Se acuerda del jugo de piña que guardó?, a pues sáquelo, póngalo en un vaso, añada las 3 onzas de vodka (o más si quiere), hielo y vaya a ver el cielo mientras los pollos se hornean, para los que gustan, pueden fumar un cigarro o leer mientras tanto.

Espere dos horas. Cuando vea los pollos doraditos, haga una endidura entre la entrepierna y la pierna con el cuchillo, si la carne no esta TAN aguadita, es que ya están. Sino aplique su propio sistema de corroboración de cocción.

Para servir... cada quien sirve como quiere, pero como acá era de "cada quien agarre" lo que yo hice fue: saqué los pollos y los corté en sus respectivas piezas (pechuga, entrepiernas, piernas) lo puse en una bandeja (aclaro... debe ir en seco... es decir, sáquelo de la charola y escúrralo un poco), en un bol coloque: cebollas, tomates, chile y menudos... esto puede ir con un poco del jugo de la charola... mándelo a la mesa con una cuchara para servir y por último... en otro bol, cuele el resto del jugo de la charola, esa es la salsa, no olvide la cuchara para servir también.

Y voalá! Pollo accidental.

Posibles acompañamientos: arroz blanco, curtido de diversas verduras (en especial papaya), verduras salteadas y por supuesto... un par de cervezas BIEN heladas.