domingo, 30 de septiembre de 2012

Aterrizó

Lo he extrañado... diversas conjeturas se desataron ante tal "extrañez"... podría haber sido mi distemia perenne, o la gripe, o la distancia... pero él le apuesta a algo más  importante: que lo quiero.

Hoy regresó y en su maleta, entre tantas otras cosas, trae dos libros. :)


Hoy regresó y trae listo nuestro viaje para diciembre.

Las tormentas que nunca se desatan

Acá en la casa de mi madre, desde ayer, ha amenazado en caer un torrencial aguacero y hasta el momento... nada. En la madrugada estuvo lloviendo quedito, pero de esa llovizna agradable, nada que ver con el vendaval que se anunció minutos antes. 

Creo que esta semana ha sido así en mi interior. Pasé todos los días con un humor mortuorio y llego de tristezas resagadas, recuerdos reprimidos y extrañando a Jenny, pensando en Emilia y tratando de comprender a mis hermanas y a mi mamá. Por supuesto, solo me pesan los días, pero nada trágico pasó, solo que me sentí un poco sola, pero eso es natural, a todos nos pasa en algunos momentos, tenemos compañía y genial compañía y aún así tenemos pendientes cosas que nunca entenderemos o que nunca lograremos arreglar del todo. Entonces... ¿para qué complicarse? La respuesta no radica si complicarse o no, la respuesta que me queda es que sigo sintiendo, así es... siento. 

Por suerte para mi alma, la mayoría de veces siento y pienso en positivo con respecto a estas mujeres que tanto he querido, lo digo en serio, independientemente de cómo terminamos, o si toda la culpa fue mía o si fue compartida... si pedí perdón y no se me concedió, si pedí perdón y no pasó nada, si nunca las entenderé o si ella nunca me entenderán... todo eso no es lo importante, lo importante es que en tardes como esta... cuando la tristeza, que parecía una terrible tormenta que arrasaría con todo, que arrancaría de tajo varias de mis lágrimas, deja de ser amenazadora y me deja un tiempo de silencio, de brisa fresca y nubes oscuras pero de esas que lloran sobre mi, de manera suave y ligera, recordándome que pronto, pronto... vendrá un viento que me aliviará el corazón. 

Ni mi tristeza perenne, ni las mujeres que tanto he querido, ni mis errores, ni mis aciertos, nada desataron la tormenta que estaba segura que en cualquier momento se desataría. 

A ustedes que tanto quiero... espero que también estén disfrutando este fresco clima. 

Saudade

Les comenté que he andado "tristosa", es una sensación rara que no logro definir, se me alivia por ratos, pero que regresa tan contundente en ciertos momentos del día. He culpado a la gripe, a procesos químicos propiamente femeninos y otros factores exteriores a mi persona, pero ninguna de esas razones es real o tan contundente como para ser LA razón verdadera de esta tristeza tan inoportuna.

Hoy leí esto en el perfil de FB de una ex-alumna. No sé por qué está triste también, pero comparto ese sentimiento, no soy mucha de andar copiando y pegando textos ajenos, pero hoy... merece la pena... tanta Saudade.


Saudade (Por Miguel Falabella).
Agarrarse el dedo con una puerta duele.
Golpearse la cara contra el piso, duele.
Torcerse el tobillo, duele.
Una bofetada, una trompada, un puntapié, duelen.
Duele golpearse la cabeza con el borde de la mesa, duele morderse la lengua, una carie y piedras en los riñones también duelen.
Pero lo que mas duele es la saudade.
Saudade de un hermano que vive lejos.
Saudade de una cascada de la infancia.
Saudade del gusto de una fruta que no se encuentra más.
Saudade del papá que murió, del amigo imaginario que nunca existió...
Saudade de una ciudad.
Saudade de nosotros mismos, cuando vemos que el tiempo no nos perdona.
Duelen todas estas saudades.
Pero la saudade que más duele es la saudade de quien se ama.
Saudade de la piel, del olor, de los besos.
Saudade de la presencia, y hasta de la ausencia consentida.
Vos podías quedarte en la sala, y ella en el cuarto, sin verse, pero sabiéndose ahí.
Vos podías ir para el dentista y ella para la facultad, pero se sabían allí.
Vos podías pasar el día sin verla, ella el día sin verte, pero sabían del día de mañana.
Pero cuando el amor de uno acaba, o se torna menor, al otro le sobra una saudade que nadie sabe como detener.
Saudade es básicamente no saber.
No saber más si ella continúa sufriendo en ambientes fríos.
No saber si él continúa sin afeitarse por causa de aquella alergia.
No saber si ella todavía usa aquella mini.
No saber si él fue a la consulta con el dermatólogo como prometió.
No saber si ella se alimentó bien últimamente por causa de esa manía de estar siempre ocupada.
Si él estuvo yendo a las clases de inglés, si aprendió a entrar en la Internet y encontrar la página del Diario Oficial.
Si ella aprendió a estacionar entre dos coches.
Si él continúa prefiriendo la cerveza oscura.
Si ella continúa prefiriendo jugo de naranja.
Si él continua sonriendo con aquellos ojitos apretados...
Si ella sigue bailando de aquella forma enloquecedora...
Si él continua cantando tan bien.
Si ella continua detestando Mc Donald's.
Si él continua amando.
Si ella sigue llorando hasta en las comidas.
Saudade realmente es no saber!
No saber que hacer con los días que son más largos, no saber como encontrar tareas que detengan el pensamiento, no saber como frenar las lágrimas al escuchar esa música, no saber como vencer el dolor de un silencio...
Saudade es no querer saber si ella está con otro, y al mismo tiempo querer.
Es no saber si él está feliz, y al mismo tiempo preguntar a todos los amigos por eso...
Es no querer saber si él está más flaco, si ella está mas linda.
Saudade es nunca más saber de quien se ama, y mismo así doler.
Saudade es esto que sentí mientras estaba escribiendo y lo que vos, probablemente, estés sintiendo ahora después de leer...
'En alguna otra vida, debemos haber hecho algo muy grave para sentir tanta saudade...'

viernes, 28 de septiembre de 2012

Música para pasar la gripe

He tenido gripe toda la semana, eso ya es un asunto grave. Hoy no pude acompañar a mis alumnos a una ruta de visitas en los Parques Arqueológicos y en serio quería ... u_u

Ayer y hoy me he quedado tirada en la cama más de media mañana, en un esfuerzo por sacar esta maldita gripe de mi organismo. No se imaginan lo feo que es no poder dormir y estar tirada en cama... pero esta vez no fue así, he dormido bastante y solo un para de mensajes de emergencia/consulta lograron despertarme. p

Por supuesto, dormir implica una exposición vulnerable a soñar... y qué creen? Soñé.

Ayer por la mañana: Ixbalamqué, hermano gemelo de Hunnapú (personajes del Popol Vuh), se me apareció y estuvo dándome razones importantes por las cuales no debo sentir miedo. Puesi, me desperté... con miedo. 

Hoy por la mañana: soñé que había ido a traer a Miguel a una estación de buses, que venía de no sé dónde y resulta que regresé a casa y cuando acordé... me di cuenta que lo había dejado olvidado comprando sorbete de pistacho. Puesi, me desperté... con miedo y pena. >_<

Al aterrizar a tierra de los despiertos me quedé inmóvil en cama... como esperando a que algo sucediera, no sé... la muerte, el aburrimiento o una sanación instantánea del malestar. Llegó el aburrimiento.

Como la música es lo mejor en momentos solitarios, no sé cómo llegaron estas tres canciones a mi mente, por supuesto, tuve que estirarme para alcanzar la compu y buscarlas. Son mi soundtrack para pasar la gripe.

Todas me gustan y mucho, pero la primera está plagada no solo de buenos recuerdos de la película a la que pertenece, sino también llena de recuerdos de mi 1993, año en el que conocí a Emilia, me sirvió, esta canción, para recordar que de vez en cuando me hace falta y poder llamarla y decirle que tengo fiebre, que me duele el cuerpo y que tengo días buenos, días malos y que la paciencia no me sobra... que me hace falta (ella y la paciencia), que conocí a Miguel y que sigo siendo una sentimental de mierda, que tengo un trabajo que me encanta, que Sebastian está enorme y que sigo sin saber a dónde pertenezco. Porque esas cosas las comprende tan bien, ella que me conoció cuando teníamos 15 años, que fuimos a ver esta película y que terminábamos llorando cuando Tom Hanks moría tan agónicamente. 

Dele play... y si nota que mis ojitos están llorosos, es la gripe...









miércoles, 26 de septiembre de 2012

Estás acá

en la delicia del agua matutina,
en el murmullo de las estrellas congeladas
y estoy segura que la distancia es solo una dimensión
que poco a poco suelta más recuerdos.

La música de tus palabras mece mi cuerpo
no importando que tus dedos no se posen en mi piel,
no importando que tus ojos no vean el placer que me prodigas.

Me acompañan el libro que me regalaste,
los besos que me dejaste de reserva para esta ausencia,
las caricias que estoy coleccionando para cuando nos encontremos de nuevo,
el vino de la alegría añejándose para las nuevas bromas.

La distancia, el tiempo y el ajetreo
que nos separan,
que nos dejan exhaustos al anochecer,
que nos alejan
que nos llevan a vivir otras historias
para contarlas
para compartirlas
para revivirlas
cuando estés acá...
esa distancia,
ese tiempo,
ese ajetreo...
solo sirve para asegurarnos
que estamos vivos.

lunes, 24 de septiembre de 2012

El tiempo es inmisericorde

Me gusta septiembre.

Todo en él es lindo: sus nubes esponjosas, sus cielos celestes, sus celajes al atardecer y esas tormentillas que  vienen de repente y de repente ya no son y solo aparecieron para hacerle la caridad a una de mojarla y refrescarla del calor.

Nunca me he quejado de septiembre y creo que nunca lo haré, porque hasta la tristeza y melancolía que me acompañan desde hace un par de días, incluso hasta esas se me hacen soportable y un ejercicio necesario para mi descontrolado corazón.

Hoy se fue Miguel, estará lejos una semana y sé perfectamente que hemos pasado más tiempo separados, aún estando en el mismo territorio, y que eso no es lo preocupante o lo que me ha generado este estado meditabundo que me llama a caminar mucho, a pesar del dolor de mi pierna izquierda, porque resulta que cuando estoy triste me da por caminar...y camino mucho, tratando de encontrar en cada paso, las respuestas que ando buscando, o como si cada paso dado fuera un refugio anti bombas.

Estoy segura que nunca voy a entender lo que en mi interior existe, me voy a morir y esa forma de ser será solamente eso, una forma de existir y que la asumo como quien asume amar a una mascota, hasta la mañana en la que nos levantamos viejos y vencidos y descubrimos el cadáver del animalito que nos hizo compañía en la juventud.

Septiembre está por marcharse y honestamente, quisiera dormir todo lo que falta de él.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Y si te digo

que soy lluvia,
a veces tormenta...
a veces llovizna con sol
y que no encuentro la manera 
de dejar de llorar.

Puede ser que esto no te resulte extraño
que todo sea lógico,
que esta es mi naturaleza, 
porque siempre he sido así.

Y veniste de repente
con tu piel de cielo abierto
con tu sabiduría añeja
con tu forma de besar las nubes que me abarcan.

Solo quedaría que supieras
que intento, con mucho esfuerzo 
de sonreír, de no permitir que mis rayos y mis truenos
asusten a la parte en mí dormida.
Que intento con fuerzas
dejar de ser así...
pero luego pienso
que si no te dijera estas pequeñas confesiones
no podría vivir,
no podría acariciarte,
no podría verte a mi lado.

Por supuesto que tengo miedo,
por supuesto que no dejaría de llover
por supuesto no podría rendirme ante ti.
Por supuesto no encontraría otra forma
de decirte que sigo estando triste.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Pérdida

Todos tenemos pérdidas.

Unos mueren, otro se marchan a países lejanos, otros... como consecuencia de una actitud errada, dejan relaciones inconclusas, otros simplemente... desaparecen. 

Ayer se lo decía a Miguel, soy una arpía, dejo abandonada a la mara (al menos esa es la queja y al hacerse constante, me hace pensar que es cierto), no resuelvo cosas importantes y todo es por puro miedo a ceder. Así es, cuando siento que peligro.... simplemente me alejo, la experiencia me ha dicho que es mejor huir que salir lastimada, la vida me ha hecho egoísta, lo sé, algunos no tendrán la culpa, pero tengo que proteger este corazón desaforado que tengo. 

Que pierda personas no implica que no me duelan dichas pérdidas. Lo que pasa es que me hago la maje o la ocupada para no llorar tan seguido. Por supuesto hay relaciones que me gustaría sanar, pasar por el proceso de reconocer mis errores (públicamente o al menos con la otra persona implicada) y pedir perdón por lo que tenga que pedirlo y perdonar lo que tenga que perdonar.

Pero las relaciones a veces se vuelven tan complicadas, no las entiendo la mayoría de veces. Es cuando me vuelvo silenciosa, no contesto el teléfono y me da por acercarme con personas que no están cerca en realidad y creo lazos virtuales que no son sustentables, es una forma de diluir el tiempo en algo más. 

A veces, solo a veces... en medio de la madrugada, cuando no existe más ruido que mis propios pensamientos, no solo pienso en las personas que he perdido, también pienso en lo mucho que me pierdo de mí misma, inevitablemente se me instala la tristeza que tanto me ha caracterizado y si, al día siguiente ando ocupada, sumergida en clases, en textos que tengo que redactar, actividades que coordinar, hablantina, cordial y segura; nadie, absolutamente nadie, se imagina que recorro el camino esponjoso pero denso de la melancolía. 

Y a veces... solo a veces, me gustaría decirles a los que todavía no se han marchado... "no te vayas a ir todavía".

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Crónica de un viaje (anteriormente) suspendido

De las cosas que compartimos con Miguel es el gusto por la vagancia, lo sé, si tuviéramos más tiempo y dinero vagáramos más y más lejos... pero bueno, de momento nos proponemos una vez al mes salir de San Salvador y de Suchitoto. 

El mes pasado no salimos porque "él" tuvo un problema de salud y suspendimos el viaje a menos de doce horas para partir. Reprogramamos el viaje para el finde pasado, el destino era Juayúa.

A pesar de haber ido en otras ocasiones, no habíamos ido a los Chorros de la Calera y en el hotel donde nos quedamos, nos ofrecían llevarnos al mercado nocturno de Nahuizalco, así que agarramos mochilas y nos fuimos. 

Por supuesto, para mí implicaron casi dos horas más de viaje, porque  venía desde Suchitoto, desayunamos en San Salvador y emprendimos el viaje, Miguel se percató de mi desencanto por los desfiles y de la ansiedad que me provoca solo pensar en encontrarme alguno y quedarnos varados en ésa muestra de patriotismo adolescente. Tuvimos suerte en no chochar con ninguno ni en San Salvador, ni en Sonsonate. Fue hasta que llegamos a Juayúa cuando nos enfrentamos a un desfile, por cierto... la banda interpretaba "My way" de una manera tal que el pobre Frank Sinatra se muere otra vez si la escuchara. 

Pero para resumir el viaje: 

1. Juayúa tiene agradable clima, hay un montón de gente, pero si usted anda con alguien agradable los puede ignorar perfectamente.

2. Recomendamos "El Cadejo" un bar-restaurante muy bueno, no estamos muy seguros si los precios son los adecuados, pero de que salimos a riata, salimos a riata.

3. La señora de los tamales en la mañana es la ley!

4. Carlos, el guía que nos llevó el domingo a los Chorros de la Calera, es muy buen historiador.

5. Necesito conseguir una cámara decente

6. Ni modo, tengo que reconocerlo, tomé más de 180 fotos, Miguel solo 3... lo detesto porque las de él son las más bonitas.

7. Andamos buscando un documental sobre Cinquera que empezamos a ver en "El Cadejo" y que por problemas técnicos nos quedamos a medias.

8. El maitro imitador de la plaza nos hizo recordar a José José, Camilo Sesto y confirmé que me caen mal las canciones de Ana Gabriel

9. Cuando escuchen decir a Miguel que la tormenta que viene es "lomera" no le crean, nos cayó con el rigor de invierno pleno, totalmente empapados. u_u

10. Me picó un insecto, a saber qué era... hasta calentura me dio en la noche, no sé si por la mojada o la combinación con la picadura. 

Y para terminar algunas de las fotos (mal tomadas) ^^











Pa' octubre ya tenemos destino ^^

La música también llega de la manera más inexplicable

Miércoles, 6 a.m.: Crisis laboral, tengo que terminar un reporte para la SEC y el cerebro se me ha secado (para esa actividad específica) solo papalotean en mi cabeza ideas como jugar SongPop, o escribir poemas, o hacer recuento de las explosiones en la última maratón, o acordarme del gringo que era mi vecino el fin de semana, o editar fotos, o preparar clases de Psicopedagogía... todo menos escribir el pinche informe para la SEC, como si no me pagaran para eso!

No se imaginan, queridos lectores, lo feo que es TENER QUE escribir algo y NO PODER... es frustrante. u_u

Miércoles, 6 a.m.: Sigo en casa de mi madre, debería estar en Suchitoto o al menos de camino hacia allá, reuniones, reuniones suspendidas, posible reprogramación de reuniones perdidas... el asunto es que sigo acá y no allá. Solo de pensar en las 3 horas que implica el viaje en bus me da dolor de espalda. Me he hecho una reverenda huevona para viajar, supongo que es lógico a los "treintipicos", recuerdo cuando era una muchachita de menos de 25 años, horas y horas de viaje en bus no me atormentaban, ahora lo pienso dos veces. El viaje del finde me dejó cansada y eso que Sonsonate ahí "nomasito" queda.

No se imaginan, queridos lectores, lo feo es TENER QUE ir a un lugar y NO PODER PORQUE NO HE DESARROLLADO LA TELETRASPORTACIÓN... es frustrante. 

Miércoles, 6 a.m.: Se levanta mi sobrino, Sebastian está más largo, lo noto ahora que paso menos tiempo con él, ha rebajado un su poquito, anda por la casa (¡A ESTA HORA!) con ese aspecto de los habitantes del reino de morfeo, va al baño, escucho que luego de hacer lo que le urge, se cepilla los dientes, sale, cierra la puerta, me enseña los dientitos de lecho e inmediatamente añade... "son blancos como la nieve" (o_O), se acerca donde estoy escribiendo y con sus ojotes de curioso me pregunta "¿Qué estás haciendo tía?... le contesto que trabajando, va corriendo a su mesa donde tiene sus juguetes y saca su laptop de juguete y se llega a sentar a mi lado, la abre y me dice "a pues decime en qué te ayudo".

No se imaginan, queridos lectores, lo fácil que es QUERER a este cipote. ^^

Miércoles, 6 a.m.: Sebastian sentado a mi lado, disque trabajando en su laptop, me interroga cómo son mis alumnos, celoso me pregunta si los quiero mucho (maña familiar de territorialismo, que nunca entenderé) le contesto que los quiero, pero que a nadie quiero más que a él (cómo les fascina a los niños escuchar eso, bueno, a los adultos también) empieza a contarme que en su kinder tendrán un acto, me dice "estoy practicando mucho, voy a bailar y cantar... como mi papi". Mi padre no baila desde que el disco dejó de ser disco... ¿Quién le habrá dicho a este cipote que mi papá bailaba? 

No se imaginan, queridos lectores, lo que venía luego de las palabras de mi sobrino...

Miércoles 6 a.m.: Frente a mí, Sebastian se pone de pie, levanta su brazo (índice apuntando al cielo) su otra mano en la cadera, es una réplica en chiquitillo de John Travolta en traje blanco (pijama, en este caso) ... y empieza a cantar... (8) Das de guey... aja, aja... ai laikey... das de guey... aja, aja, aja... ai laikey (8)...

No se imaginan, queridos lectores, lo que significa escuchar canciones disco, cantadas por mi sobrino antes del amanecer... 

lunes, 17 de septiembre de 2012

Patria

A mí no me gusta hablar sobre patriotismo, quizá porque no me siento tan patriota o nacionalista... quizá todo radica porque pocas personas saben de las verdaderas diferencias entre ambos términos. 

Siendo niña se me enseñó a no recitar una oración a la bandera, se me perdonó no cantar el himno nacional cada 15 de septiembre a las 5 p.m., durante toda la adolescencia no se me exigió marchar bajo el ardiente sol por las calles de San Salvador, mi padre nunca me dejó maravillarme por los aviones que bien podían soltar paracaistas, como balas o bombas, al contrario... me dijo que jamás confiara en los vuelos aquellos, que simplemente rastreaban a "los muchachos".

Joven supe que la mejor manera de celebrar la sensación de sentirme salvadoreña era aprender la historia, y de ésta, las dos versiones y sacar mis propias conclusiones; joven aprendí a caminar los senderos de los países centroamericanos y a recorrerlos con alegría en algunas ocasiones y otras con la tristeza de muertes ajenas. 

Patria es un poema olvidado, una canción de cuna, una "señal de la cruz" hecha por la madre antes de dormir, es un abuelo agricultor y otro mujeriego, es morderse la lengua por prudencia y no destrozar a cualquiera que piense que somos ignorantes, pendejos o ambos... que viene siendo lo mismo; patria es una luna enorme brillando en el cielo de Suchitoto, o el agua fresca de Juayúa, también el calor insoportable de un lago o el bullicio de mi sobrino o el amor insoportable por un hombre, por un pájaro o un proyecto.

A mí no me gusta hablar de la patria, porque muchas veces, muchísimas, he pensado que no tengo la misma patria que el resto de salvadoreños, que nos han engañado y que somos de otro planeta o de otro sentimiento, no lo sé, pero mientras lo averiguo sigo creyendo en la patria que me hace llorar con sus tristezas, sus desavenencias y sus malos cálculos sociales, con esa patria de ojos grandes, piel morena y cabellos oscuros, chorreada de paleta y orgulloso de sus pocos años de existencia. Esa es la patria que me conmociona, que me llena de buenos sentimientos, que me hace sentirme, aunque sea un momento, parte de un colectivo. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

El amor no llega como una siempre espera.

En mi adolescencia tuve la magnífica oportunidad de leer todo lo del programa de "Idioma Nacional" y también otras obras no incluidas.

Por eso, en octavo grado, conocí a Mario. Pero como yo era demasiado distraída y el amor era una emoción demasiado nueva y desconocida en mi corazón, así que no logré enamorarme de él y sus poemas.

Fue hasta cuando estaba estaba en noveno grado cuando fui a ver una adaptación teatral de "Pedro y el capitán" que decidí que quería conocer a Benedetti. Pero así... conocerlo en serio y ver si era merecedor de mi amor literario.

Y el amor me llegó, a Benedetti lo amé primero como narrador, no descubrí su poesía sino hasta meses después, pero leer "Pedro y el capitán" me hizo llorar, cuestionarme la historia y preguntarme cómo era que un hombre pudiera hacer algo tan hermoso con un hecho tan horrible.

Luego vinieron "La muerte y otras sorpresas", "Con y sin nostalgia" y "El cumpleaños de Juan Ángel", el ingrato profesor que me asistía en mis ansias de conocer a este uruguayo me atosigó de prosa. Fue hasta en bachillerato cuando alguien me dijo que el viejito era poeta también. Ahí es donde mi amor se volvió infinito hacia su obra.

Pero, ¿por qué me gusta tanto la poesía deste maitro?, se preguntarán ustedes, la respuesta es fácil, porque él tuvo esa capacidad de amar en lo cotidiano, desde lo cotidiano y a lo cotidiano... sus poemas me parecen tan de gente normal, de gente que ama sin saberlo, de gente que no cree en cuentos de hadas y príncipes azules, ni rojos, ni verdes... sino que cree que el cariño, el amor, el deseo y la pasión son derechos de toda persona, que hasta los que somos zamarros tenemos un corazoncito que se altera de vez en cuando por otra persona.

Benedetti es esa persona que pudo ver en lo diario, en lo normal, en lo poco extraordinario toda la belleza de un gran amor, de un compromiso aguerrido por la justicia y una desfachatez que le eriza los pelitos a cualquier conservador cuadrado y ortodoxo. Me encanta por eso, porque con las palabras corrientes que pueden escaparse de cualquier boca, en la suya cobraron una dimensión más allá de todo silencio.

Durante años no me di cuenta, nunca lo percibí, hasta que un compañero con el que trabajé durante mucho tiempo me lo dijo, una vez al año me da por leer a Benedetti. Entre agosto y septiembre paseaba por todo el colegio con un libro de él bajo el brazo, buscando espacios (temporales y terrenales) para sentarme y leerlo.
Este año no llevo su libro, no tengo acceso, sin embargo Miguel se ha dedicado a enviarme un poema (no solo de él) casi a diario, en medio venían muchos de Benedetti; además, tuvo el buen tino, este santaneco, de regalarme una película en el que el propio Hardy Hamlet Benedetti sale recitando dos de sus poemas más famosos, él dice que soy una exagerada, pero me conmociona ver al viejito, sentado en la barra, recitándole su amor a una prostituta.

Como homenaje a este hombre les dejo dos poemas, mi favorito de él, el que piensa Miguel que nos abarca a esta extraña relación que llevamos, pero además la caricatura que Otto Meza hizo para esta magna ocasión.

Chau Mario Benedetti.

*****
Te quiero
Tus manos son mi caricia 
mis acordes cotidianos 
te quiero porque tus manos 
trabajan por la justicia 

si te quiero es porque sos 
mi amor mi cómplice y todo 
y en la calle codo a codo 
somos mucho más que dos 

tus ojos son mi conjuro 
contra la mala jornada 
te quiero por tu mirada 
que mira y siembra futuro 

tu boca que es tuya y mía 
tu boca no se equivoca 
te quiero porque tu boca 
sabe gritar rebeldía 

si te quiero es porque sos 
mi amor mi cómplice y todo 
y en la calle codo a codo 
somos mucho más que dos 

y por tu rostro sincero 
y tu paso vagabundo 
y tu llanto por el mundo 
porque sos pueblo te quiero 

y porque amor no es aureola 
ni cándida moraleja 
y porque somos pareja 
que sabe que no está sola 

te quiero en mi paraíso 
es decir que en mi país 
la gente viva feliz 
aunque no tenga permiso 

si te quiero es porque sos 
mi amor mi cómplice y todo 
y en la calle codo a codo 
somos mucho más que dos.

*****

Te espero
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas,
lo sé, sé que no vendrás.

Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.

Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor,
pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.

Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá,
yo aquí,
añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.

Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la luna oculta ese sol tan radiante,
me siento sólo, lo sé;
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.

Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.

Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?,
te preguntarás...
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,
porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...?





**** 









jueves, 13 de septiembre de 2012

Yo soy el viento,

soy la ráfaga en tus días,
el recuerdo de una piel jamás poseída.

Este cuerpo me detiene
me apresa, me pone obstáculos
me amarra a la tierra.

No me gusta pensar si puedo amar
no por miedo a no hacerlo,
es que nunca nadie ha amado,
nunca nadie ha entendido mi amor,
además,
¿quien, si no ha amado,
podría distinguir un amor de viento?
por supuesto, estas tristes personas
no ven con buenos ojos que yo te ame como te amo
sin que me pertenezcas,
sin esperar nada,
sin certezas de gente terca.

La eternidad es tan corta
que no tiene gracia buscarla
no vale la pena algo tan trillado
para los besos,
para los abrazos,
para los sueños.

Creo que al final
todo se resumen en uno de tus pensamientos,
todos somos unos hijos de puta.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Dancing Queen o cómo el afecto me pone a bailar

No soy muy dada a bailar, digo... no lo hago mal (creo yo) pero nunca fui gustosa de andar con ansiedad por ir a bailar... nunca. Si se daba la ocasión y andaba de buenas... bailaba.

La que en mi familia es la bailarina heredera de esas artes que mi madre practicó es mi hermana menor, la más menor de las dos que la vida me envió para ponerme creativa con mi función social de hija mayor: Gabriela.

Desde muy pequeñita fue el amor de mi vida, era una criaturita gordita y simpática y yo era una adolescente conflictuada con la existencia cuando ella me entregó amor incondicional (bueno, un poco interesado porque los niños chiquitillos son así... pero sin maldad)

Recuerdo que pasábamos horas bailando y escuchando música... le ponía de casi todo, desde clásicas, rock y pop inofensivo. Uno de sus favoritos era el concierto Pastorela de Beethoven, aunque ustedes no lo crean. Por supuesto todo termina en esta vida y nuestros vínculos se fueron alejando y la música ya no nos reunía, ella descubrió la preadolescencia, los enamoramientos (bien heavy's) y el regeeatón (o como puercas se escriba esa odiosa música). Nunca se lo dije, pero extraño mucho nuestra camadería de antaño, ella fue la persona que me enseñó a cuidar a otras personas, a perdonar las pequeñeces y a reírme con todas las ganas, sin pena pues...

Hoy recordé a mi hermanita, a la más pequeña de todas, a la linda, a la simpática, a la que sonríe siempre (a menos que venga de turno, lo cual la pone de un mal genio PEOR que el mío). En medio de este gran calor, mientras hago manuales de funciones y reglamentos internos... llegó esta canción que hizo que la viera dado vueltas por la sala de nuestra antigua casa, aquella en la que crecimos. La recordé a sus cuatro años, enfundada en su vestidito de lino blanco, acampanado y sus cabellos trenzados, tratando de imitar los movimientos de estas mujeres que le cantaban a una bailarina como ella: joven y dulce (young and sweet), diciéndome "venite Kala, bailemos" y yo... con mis 17 años, junto a ella, también me sentía una reina danzante, supe, desde entonces, que cuando escucho esta canción podemos "pasar el momento de nuestras vidas".

Esta mañana, recordando a mi hermana y su dulzura (además de sus conflictos, dudas y esa forma tan caótica que escogió para crecer) he tarareado esta canción.


martes, 11 de septiembre de 2012

El vicio

Todito el día había pasado como desganada... como sin ánimos de nada, a tal punto que leí los dos periódicos principales del país de portada a contraportada, hasta que me metí al FB...

Todita la culpa la tiene Flor ¬¬ ella fue la que obró el mal de meternos a jugar Song Pop, para variar Iba Pasando se ha iniciado en el mal también (en éste) y puesí, era el que tenía  a la mano para jugar. Miren, en serio... no hagan eso, no entren a ese juego.

Si el diablo existiera... entonces sería el culpable de este mal. Sumado a que como he andado entre desganada, tristosa y con hueva, perdí un montón de veces, vieran que feo. Aunque admito que es una buena opción para no estar leyendo u oyendo sobre el partido de la Selecta.

Supe que toqué fondo cuando encontré esta canción y se me quedó pegada en el inconsciente... >_< Iba Pasando me lo dijo... siempre me gana en la lista titulada "Love songs" porque soy una desamorada... si yo no sirvo pareso!!! u_u

¡¡¡Solo para que se me quedara pegada esta pinche canción!!! ¡¡¡¡¡AUXILIO!!!!!!

U_U


Yo tengo un miedo

me acompaña desde muy pequeña... tendría unos seis años, haciendo cálculos sin ganas de hacerlos. 

Este mi miedo no tiene nada de particular, muchas mujeres lo tienen, el muy cabrón nos invade y nos deja con la sensación que, a pesar de sufrirlo colectivamente, solo una es la que lo posee. Maldito miedo, ni siquiera tiene la virtud de ser exclusivo.

Alza su mano este miedo, de vez en cuando y me proporciona una terrible bofetada, me desviste ante la realidad de mi vulnerabilidad y no tengo más remedio que aceptarlo como parte de mi historia.

Por supuesto, he intentado perder este miedo, lo he sacado a pasear y lo he dejado perdido en alguna vereda, me hago acompañar de mi pareja y feliz he regresado a mi casa libre, cargada de besos, caricias, con algunos orgasmos a cuesta y buenos recuerdos para coleccionar; durante días, en esta ocasión, semanas el miedo no aparece, me deja vivir en libertad, en armonía, sonriéndole a cada día. Pero de repente, sin anunciarse demasiado, reaparece. Regresa desnutrido y más feo que nunca, me aterra sentirlo merodeándome, buscando el momento oportuno para presentarse sin tapujos y dejarme desesperanzada de nuevo. Entonces vuelvo a llorar por las noches, el sueño se me espanta y lo que tanto me costó tener, tranquilidad, se me muere en la primera noche de insomnio. 

A veces pienso que voy a ser amiga de mi miedo, para que deje de mortificarme, para tenerle un poco de cariño y que él se encariñe conmigo y piense en darme paz a punta de afecto. Poder, así, llevarlo como una mascota, como esos perritos feos pero llenos de amor. Pasearlo amarradito al cuello y comprarle juguetitos para que los destruya, para que los destroce, para que descargue en ellos lo que hace ahora conmigo. Lo he pensado, solo una vez se lo mostré a alguien, con todas sus señales, todas sus cicatrices, con todo el horror del que es capaz de existir. Por supuesto, hacerlo tuvo sus consecuencias y aprendí a proteger a este mi miedo de las agresiones de otros, porque... por último es parte de mí, es parte de mi historia.

No quiero venganzas, ni métodos para asesinarlo, en serio. Solo quiero que podamos convivir armoniosamente con mi miedo y que algún día, no importa cuándo, amanezca muertito, sin dolor, sin tristezas, sin nada que lo mortifique.

Yo tengo un miedo y ahora ya no tengo miedo de tenerlo.

39 años

Cuando una piensa en la historia que la ha forjado suele incluirse la historia que no ha vivido, sino la que ha leído, la que ha estudiado.

Chile.

Ha sido para mí un misterio, a pesar de estar en aquel territorio, todo me pareció un sueño, quizá yo no estaba preparada para tanta historia, para tanto fulgor, para tanto desastre. Chile no me abrazó y yo pasé días enteros encerrada en una biblioteca estudiando arte perdiéndome la genial experiencia de caminar por sus calles.

Hoy pienso en Chile, pero no en el de hoy, ni en el de hace cuatro años, pienso en el Chile de 1973, en su presidente humillado, derrotado, combatiente. Salvador. 

"Si tuvieras un hermano, se llamara Salvador" me dijo un día mi papá hace más de veinte años, cuando le pregunté por qué, me contestó "por mi tío Salva y por Salvador Allende". Del mítico tío Salva ya había escuchado, pero aquella vez fue la primera vez que él me enseñó sobre ese hombre que se atrincheró en la Casa de la Moneda, su casa. 

Esta mañana, mientras esperaba a mi jefa leía un libro hermoso que llegó a mis manos ayer. Como homenaje oportuno encontré este texto:

"Chile: 1964-1973
Salvador Allende era el peor escenario posible para el imperialismo de Washington. La única cosa peor que un marxista en el poder, era un marxista en el poder electo democráticamente, que honoraba la Constitución  y se volvía crecientemente popular. Esto golpeaba los más sólidos pilares sobre los que se había constituido el anticomunismo: la doctrina, concienzudamente cultivada por décadas, de que los "comunistas" solo podían tomar el poder mediante la fuerza y la decepción, y sólo podían mantenerlo aterrorizando a la población y lavándole el cerebro.

Después de sabotear el esfuerzo electoral de Allende en 1964, y fracasar en el mismo intento en 1970, a pesar de sus mejores empeños, la CIA y el resto de la maquinaria estadounidense de política exterior no dejó piedra sin remover en su afán de desestabilizar el gobierno de Allende en los siguientes tres años, poniendo particular énfasis en fomentar la hostilidad militar y el boicot económico a través del paro empresarial y de los transportistas. En septiembre de 1973, finalmente los militares derrocan al gobierno asesinando a Allende en el proceso.

Cerraron el país al exterior durante una semana en que los tanques rodaban por las calles y los soldados derribaban las puertas; los estadios repicaban con los sonidos de las ejecuciones y los cuerpos se apilaban a lo largo de las calles y flotaban en el río; los centros de tortura estaban en auge; los libros subversivos ardían en las hogueras; los soldados rasgaban los pantalones de las mujeres al grito de '¡En Chile las mujeres usan vestidos!'; los pobres regresaban a su estado natural; y los hombres de mundo en Washington y en los vestíbulos en los centros financieros internacionales abrían sus chequeras. Al final, más de tres mil personas fueron ejecutadas, miles más torturadas y desaparecidas." (Literatura Salvadoreña, 1960-2000 HOMENAJE; J.Vargas Méndez y J.A. Morasan)

Anoche mi hermana me recordó una tragedia más reciente, recordé esa impresión de ver edificios derribados, pensar en tantos muertos, en tanto dolor y horror.

11 de septiembre, Washington tembló de nuevo, pero no por la misma causa de hace treinta y nueve años, hace once años, él era el pueblo herido, el torturado, el asesinado.

Los civiles en ambos casos fueron los más afectados, pero para mí, para mi historia, para mi dolor de ver dolor, siempre este día se centra en Chile y mi tristeza le otorga un homenaje a Salvador.

Sin estar

busco tus dedos infinitos
enmarañando mi cielo de nuevas estrellas
entonces encuentro palabras de otros
que resuenan en tu recuerdo matutino.

Vos no estás siempre conmigo,
las nubes solo presagian tu tormenta sobre mi piel
yo soy solo la sombra que se materializa en tu penumbra,
la letra en tinta azabache que describe tu nombre,
el encuentro furtivo de dos historias.

Vos sos mi mejor amanecer,
las manos que me recorren,
el libro que me acecha,
la palabra que me nutre.

Yo no estoy siempre contigo,
me desvanezco en el soplo de tu voz
me abrazo al viento
y destrozo la luz en mis cabellos.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Septiembre

Así como odio a mayo con todas mis entrañas... así amo a septiembre.

No crea, querido lector que es amor patriótico, no... es puritito amor gratuito. Lo disfruto, quizá sea que es preámbulo de vacaciones escolares y esa maña escuelera me quedó de mis años de estudiante y de profesora, además en la universidad el segundo ciclo se convertía en la oportunidad de desarrollar mi capacidad de auto formación y aprovechaba esas tardes para ir a ver las nubes pasar o para caminar bajo las últimas lluvias suaves (porque las de octubre suelen ser torrenciales).

Septiembre tiene fechas importantes, dos de mis alumnos favoritos cumplieron años ya: Robz y Rodolfo... y además mi hermana menor también aterrizó a este mundo en los últimos días y caigo en la cuenta que la mayoría de personas nacidas en este mes me caen bien. 

El tiempo es solo tiempo, yo lo sé y más de algún ingrato me dice... los meses son solo meses y tiene razón, pero para mí este mes es como la caricia que la vida me da en respuesta a las cachetadas que me dio el mayo anterior.

No importa el cansancio, no importa el ajetreo... siempre encuentro espacio en este mes para ir a ver el cielo al atardecer, porque sí... los atardeceres son verdaderamente hermosos cuando uno anda triste, de esa tristeza que no es tan dañina.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Ni tan, tan... ni muy, muy...

La gente se apasiona demasiado, o a caso no entiende ni pepa de lo que significan las relaciones, o como diría Miguel, "ese asunto de las relaciones es una cuestión complicada".

Por supuesto que es complicada cuando los afectos desordenados y la sociedad nos dicen que para ser pareja tenemos que pasar grandes períodos de tiempo juntos. Hacer todo juntos: ir al cine, ir al supermercado, ir de paseo, no salir con otras personas, no tener tiempo a solas. A nuestra forma de ver, es dejar la autonomía de lado y convertirse en una extensión del otro. Qué vida más triste, incluso, al menos yo lo pienso, ni siquiera hacerlo con los hijos es sano, mucho menos con otra persona que es tu similar. Pero la gente no lo ve así, la gente piensa que seres como Miguel y como yo somos demasiado desprendidos o que no sabemos "querer" a las parejas. Somos demasiado autónomos para el gusto general de la gente, por supuesto esto nos a acarreado señalamientos feos en otras ocasiones, solo por pensar que el cariño no se expresa tal cual cajero automático: 7/24.

Una vez, platicando con una amiga sobre esto, me dijo... "pero si no pasas con él, no te vas a dar cuenta si te engaña". Fue bien triste, porque me va a disculpar mi amiga, pero... si usted no es capaz de confiar en su pareja, entonces ¿para qué anda con esa persona? Yo sé que las deslealtades duelen mucho, pero no es correcto pensar que por tenerlo tal cual pegoste a tu lado no va a ser capaz de ser infiel... y si es infiel... ¿para qué lo quiere tener a su lado? En fin... es complicado en la medida en que no somos capaces de estar solos y amarnos a nosotros mismos, eso que implica, encontrar el equilibrio y el bienestar propio para compartirlo con la persona que queres, incluso si no es tu pareja, puede ser cualquier tipo de afecto (amistoso, familiar, etc.).

Resulta que debido a mi trabajo, prácticamente sostengo una relación a distancia (increíble en este país tan pequeño) con el hombre ese que me saca algunos orgasmos de vez en cuando... y ya nos ha pasado, un par de veces, que pasamos varios días sin vernos, que nuestro contacto se limita a chatear, los correos/mensajes nocturnos y las eventuales (y cortas) conversaciones por teléfono... la primera vez no sentí tanto... la segunda vez empecé a impacientarme al día 10... hasta yo que soy tan desapegada, empecé a extrañar el contacto físico... esta tercera vez, fue más patente esa espera larga de 12 días sin ver a Miguel.

Estoy clara que el asunto de "pasar tiempo juntos" no tiene que estar en los extremos del "ni tan, tan... ni muy, muy". Se lo decía esta mañana, "si pasaras 7/24 conmigo, a lo mejor te mataría a la segunda semana, teniendo en cuenta que te torturaría desde la segunda mitad de la primera semana" por supuesto se atacó de la risa, es una suerte estar emparejada con un tipo que comparte (al menos medianamente) las mismas ideas al respecto. 

Como siempre he sido disfuncional en algunas cosas... no sé cuánto tiempo es el adecuado para no ver a la pareja... ¿cuánto es lo adecuado para no verse? ¿2, 4, 6, 12 días? Supongo que será distinto en cada pareja. De momento, creo necesario un pequeño reajuste que me asegure que, al menos una vez a la semana, pueda encontrarme con él, para seguir hablando de lo que siempre hablamos: de películas, libros, música, para que me regañe y regañarlo por el tema de salud, para hacer planes de viajes, de vacaciones juntos, de futuro sin saber si éste será considerado con nosotros, pero para mientras tanto, poder practicar nuevas formas de besarnos, reinventando ese concepto de cariño, alejándonos cada vez más a esa idea estúpida que otros tienen del amor. 

sábado, 1 de septiembre de 2012

Magia

Siempre he pensado que la magia es aquello que otros hacen (o dicen) y que nos maravilla.

No importa si es una pieza de arte, un buen texto, una canción o un buen plato de comida casera. Hay magia memorable en otros niveles, puede ser una película, una mirada cariñosa o un beso estampado imprevistamente.

Lamentablemente también he pasado tiempos en los que nada me encanta, nada atrapa mi atención, tiempos en los que la magia se toma un ritmo pausado, tan pausado que no aparece por ninguna esquina a saludarme. Cuando pasa eso, los días se me hacen grises y empiezo a quejarme.

En medio de una semana tan llena de trabajo, pero sin amarguras y pocas horas de sueño, encontrarme este sábado con él, luego de no verlo dos semanas, de no escuchar su voz porque cuando trato de hablar con él... no logro conjugarme con su agenda ocupadísima de juegos y parque por la tarde, de no divertirnos como solemos hacer cuando estamos a solas... encontrarme con su carita diciéndome que me ha extrañado y que me reciba en sus brazos e inmediatamente decirme toda una lista de cosas pendientes por hacer juntos, como pintar en nuestro mural, ver películas que nos sacan carcajadas conjuntas, comer fruta tibia y que yo me meta en la cocina para prepararle el atol que tanto le gusta... todo eso... eso es la magia de regresar a esta casa y encontrarme con Sebastian... es la magia que me hacía falta.