viernes, 26 de febrero de 2010

The restless heart






Simplemente a veces no sé que hay en mi cabeza... ni en mi corazón.

La luna

siempre me gustó, más cuando anda de misteriosa... y como siempre lo es... bueno ahí vienen las cosecuencias.

Pero esta luna me gustó más. Esta misteriosa película donde se conjugan Sam Rockwell y Kevin Speacy me dejó con un buen gusto. Fue recomendación de RF y anoche se la agradecí, a lo que él me contestó muy atinadamente: es una oda a nuestros tiempos.

Veala, se la recomendamos nosotros: RF y KR.

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Pd. Hey RF: acordate del pastel de queso para el lunes! XD

jueves, 25 de febrero de 2010

Diseño de estrategia para evitar una vida convulsionada...

consejo único: QUÉDESE EN CASA!!!

Señales de alarma

Hay momentos en los que me doy cuenta que no estoy durmiendo ni lo que debo, ni como debo. Esta semana, luego de dormir 12 horas el sábado, al parecer mi mente me está pasando factura, tengo cinco noches de dormir una o dos horas diarias, abonando a esto el hecho de que cuando logro dormir me invaden las pesadillas.

Necesito ordenarme, en serio.

La Dra. Garay, cuando estaba en tratamiento, siempre me decía: "tenés que estar atenta a lo que te rodea, tu misma rutina, tu mismo entorno y modus vivendis te va ir diciendo cuando necesites desconectarte", así que por salud mental, empecé a hacer una lista de aquellas "señales de los tiempos" que me indican que tengo que hacer algo efectivo y rápido por recuperar el ritmo de sueño y descanso.

Hoy, hace unos minutos fui conciente de varias de estas señales que ya empezaron a aparecer:

1. Empiezo a alucinar: no crea el amigo lector que toda mi vida es una alucinación... no, simplemente son imágenes que se aparecen al margen de mi rango visual, pueden ser personas, objetos... la explicación de mi doctora es que se tratan de recuerdos fugaces retenidos por mi disparatado cerebro que saltan a mi conciente para "limpiar la memoria".

2. Llego a la cama y caigo redonda, como si me dispusiera a dormir durante días completos, es tanta la pesadez que ya he llegado al punto que ni siquiera me saco los zapatos, solo me tiro a la cama y (a veces) logro echarme una cobija encima... no me cambio, no me quito los aritos, ni los zapatos... quince minutos más tarde ya estoy despierta y de pie.

3. Me da hambre a cualquier hora, estoy hablando de un hambre monumental, digna de destazar algún bovino e ingerirlo sin mayor problema, dice la sabia doctora que es por la inversión de energía de mantenerme despierta.

4. Me pongo la pijama a las 8 a.m. Con esta señal es que empiezo a afligirme.

Me acabo de poner la pijama. :(

miércoles, 24 de febrero de 2010

Nuevamente el frío

Según mi sensei, viéndome el aura, la apariencia y no sé qué otros colores de los chacras, dice que yo vine al mundo por primera vez en la edad de oro, donde no había malicia, ni codicia, donde no había ni siquiera reyes y la autoridad era cuestión meritoria y no tanto por el dañado concepto de democracia.

Dice también que mi poca resistencia al clima frío era porque en esa época las personas no sufrían de embates del clima, todo era natural, suave y fluído.

Con el paso del tiempo todo se fue corrompiendo: mi alma, las otras almas del mundo y el clima. Un día quise decirle que no todo tiene que ser tan trágico y desesperante, hay cosas buenas, destellos de pureza y chispazos de humanidad libre y serena. Me dijo que no. Feo su modo!

Sin embargo en algo si le creo, tiene su lógica por supuesto. El clima está despedazado. Este día ha sido terriblemente caluroso y a esta hora el frío es horripilante. Feo el clima. Odio el frío demasiado insidioso, me recuerda malos pensamientos, confabulaciones y traiciones.

Leer la mente

De todos los superpoderes, es el que yo quisiera poseer. Pero no leer la mente de todas las personas. ¿Se imaginan lo aburrido y agobiante que sería? No. Solo leer la mente de algunas personas y en algunos momentos, digo... para no interferir en su privacidad mental.

Me explicaba alguien que leer la mente es una especie de telepatía, es decir... una empatía a nivel inconciente con otro ser humano, ya me ha pasado, pareciese que con algunas personas siempre hemos andado en sintonía, por ejemplo... con Norman, o con Robz, son los que más... hasta ahora se habían coordinado de alguna manera con mi mente. También recuerdo a Alexis, con quien hicimos un par de experimentos, hasta que nos dimos cuenta que nos daba miedo adentrarnos en el mundo del otro.

No sé si algún día tenga la disciplina, el tiempo y la capacidad de desarrollar esta empatía con otro ser humano, de momento disfruto en grande con la forma que tiene él de leerme la mente. Él... siempre parece percibir mis estados de ánimo, reconoce dichos estados y no se limita a pensar que estoy enojada... no.... "¿Tash trishte tía?"... qué pulso tiene de reconocerme la tristeza. Qué buen tino tiene este niño de leerme la mente, siempre aparece con algo en sus manos que me hace pensar en que tenemos un tipo de conexión extraoridinaria: un dulce, un juguete, el control remoto del tv, un libro, tito, una almohada, o me toma del dedo índice de la mano izquierda y me lleva hasta donde está eso que cree él que me hace falta para estar feliz... no sé... dicen que es así en los primeros años de vida de algunos seres humanos, ojalá que nos dure un rato más.

Querido Sebastian: sigue leyendo mi mente... y cuéntame más tarde... qué es lo que ves en ella.



The good old days, the honest man
The restless heart, the Promised Land
A subtle kiss that no one sees
A broken wrist and a big trapeze

Oh well I don’t mind, you don’t mind
‘Cause I don’t shine if you don’t shine
Before you go, can you read my mind?

Mynor

Ya le perdí la cuenta, definitivamente rondará los cincuenta, fue mi profesor, me enseñó más que una materia, ha sido mi sensei sin proponerselo y me enseñó (luego de muchos intentos) a amar este mi corazón desbocado que me tocó.

Sobre todos sus apelativos, su mejor papel es de amigo, a veces se pasa de pesado, pero que buenas son las putiadas que le caen a uno cuando es hora adecuda de ver al rededor, siempre me lo ha dicho: tengo que cuidarme y ahora le estoy haciendo más caso que nunca.

Hoy cumpleaños este jesuita que logra sacarme una confesión sana de mis errores solo por el gusto de reinventarme y salir al mundo con la cara al sol, absolutamente segura que soy merecedora del amor.

Feliz cumpleaños Mynor, desde aquí un enorme abrazo... hasta esa ciudad eternamente fría.

Oscuridad

Ausencia de luz,
los ojos cerrados sin dormir,
la hojarasca de mis pensamientos,
el nudo lo que siento.
No sé... tampoco vos lo sabes.

La prisión de mi mente,
la esperanza en mis manos,
no quiero rezar!
Todo es tan inocuo, tan banal
tan falto de sentido.
Todo.

Las voces de tu mente me hablan
me golpean
y ya no puedo huír de mi culpa...
el olor de tu piel,
el frío se aloja en mi alma.

Las opciones se fueron
solo quedo mi enorme pecado de existir.
No hay salvación alguna
la furia divina es interminable.
Los sueños
nunca dejarán de ser recurrentes.
Nunca dejarás de estar en mis sueños.


martes, 23 de febrero de 2010

Miedo

es la sensación que siento cuando me observan, la paranoía que digo no padecer se me materializa y la inseguridad me aterra.

A pesar de mis miedos, tuve que aprender a vivir con ellos y superarlos de maneras inadecuadas, haciéndome la loca, soportando con estoicismo las malas pasadas, tratando de encontrarle la risa cuando ya ha pasado el susto.

Esta ocasión ha sido distinto, existen mil ventajas de estar cerca de ti, pero hoy descubrí algo... me siento acompañada y eso... disipa mis miedos.

jueves, 18 de febrero de 2010

Mi lápiz

Casi no escribo a mano, sin embargo... me gusta cuando lo hago, disfruto escribir con lápiz, creo que desde la primaria estoy enamorada del trazo sereno y contundente del grafito. Mi amor por escribir con lápiz era tal que nunca los perdía y los dejaba descansando definitivamente en una cajita cuando ya no tenían suficiente longitud para poder agarrarlos y cuando ya carecían totalmente de borrador.

Cuando llegué a la edad en la que tenía que escribir con tinta me sucedió que fuí un desastre, los lapiceros se me rebalsaban, me manchaba las manos y entintaba todo el cuaderno... era un desastre, con mucha insistencia pedía regresar a la simpleza del lápiz, nunca me dieron gusto.

Al llegar al tercer ciclo tuve libertad de decidir qué artefacto utilizar para la escritura. Por supuesto, opté por el lápiz. Mis primeros poemas fueron escritos con lápiz, la historia que repasé para aprenderla la escribí con lápiz, las matemáticas tan horrisonas las escribí con lápiz, los dibujos, o más bien, bocetos de lo que existía en mi cabeza fueron hechos con lápiz.

Mi papá notó mi afición por el grafito y hacia finales de mi octavo grado me regaló un portaminas rojo, muy bonito, ese portaminas estuvo conmigo en las buenas y las malas durante más de cinco años, hasta que se fue en el primer bolsón que me robaron cuando iba a clases de la U.

En mi trabajo docente, siempre estimulaba el uso del lápiz, siempre aprecié ver las palabras grises... de repente, en una noche como esta, comprendí algo: las palabras escritas a mano, con lápiz, me gustan más, me dan un aire melancólico que hace juego con mi Distemia. Por ejemplo, hoy... he buscado mi cuadernito, habitante permanente de mi cartera y mi fiel lápiz y lo he escrito: hoy me ha visitado la tristeza.

Hoy encontré

a una de las mujeres más valientes que he conocido.

Esta mujer me hizo pensar y valorar los que durante treinta y dos años he tenido, con sus pro's y contra's, más ahora que he encontrado más pro´s.

Gracias Rebecca, bienvenida. El camino no es fácil, pero si muy entretenido.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Yuli

No hay nada que me provoque más asco, más indignación... más pavor ante todo lo horrendo de la gente, que el abuso contra los más débiles, no quiero decir menores, porque, en especial en este país, hay menores que no son débiles, pero la lógica me dice que en algún momento todos lo hemo sido débiles, así que en algún momento también lo fueron.

El asunto es que detesto ver ese tipo de abusos, enterarme de mounstruosidades y ver las reacciones de adultos ante estos niños con frialdad, lo sé... no podríamos acoger a tantas víctimas, no nos alcanzarían los brazos y, en mi caso, no podría contener tanta tristeza e indignación.

En todas la vueltas que he dado por todos lados, un día de allá por 1999 la conocí, tenía cuatro años de edad, tenía el rostro más bello que yo había visto jamás; la encontré en un hogar sustituto en una institución de asistencia a niños en problemas, yo le decía Yuli, como el resto de los habitantes de ese recinto, pero algo me dice que ese no era su nombre verdadero. Era chelita, tenía el cabello rizado, largo y castaño. No le gustaba la proximidad de nadie, pero desde que llegué, ella me permitió pasar a su mundo: jugabamos, le leía cuentos, pintábamos infinidad de personajes y durante los dos años que la conocí celebramos su cumpleaños, que en realidad era la fecha de su llegada al hogar.

Como suele suceder, yo no pregunté bajo qué circunstancias ella estaba ahí, cuáles eran las razones verídicas de su llegada no me interesaban, me limitaba a tenerle ese cariño que suelo tenerle a los pequeños. Me bastaba verla para sentir afecto por ella.

Recuerdo que una mañana, la persona más imbécil que jamás he conocido se me acercó mientras estabamos jugando en un "subeybaja" y me dice que no debería encariñarme con la niña, ella ahí presente no prestaba atención, pero yo sentí una oleada de furia e inmediatamente sentí el calor característico de la ira en mis orejas. Sin decir ni una palabra, le pregunté por qué. Esa mujer que decía ser mi amiga me dijo que la niña había sido abusada sexualmente, que había sido separada de sus hermanas mayores que también habían sido violadas primero por su padrastro y luego por su hermano mayor, que era un situación aún más difícil pues la mamá de las niñas decía que tanto su marido y su hijo eran inocentes y que las niñas eran las culpables de todo. Concluyó el relato diciéndome que estaba preocupada pues veía que yo amaba a Yuli pero que pronto se iniciaría todo el proceso jurídico-legal para encerrar a los agresores, que posiblemente Yuli no dejaría de ser la niña huraña que era nunca, que a lo mejor, un día ya no permitiría que yo me acercara y que yo sufriría.

Seguí callada, pero tenía tantas cosas que decirle a la idiota que me veía con cara de cordero degollado, disque haciéndome el favor de salvarme del sufrimiento. Me contube porque la niña estaba al otro lado del juego, pero confieso que nunca había tenído tan a flor de piel el deseo de agredir a alguien físicamente, quizá compensando el hecho de no tener enfrente a los agresores, a la idiota de la mamá, de todo aquel energúmeno asqueroso que le interesa satisfacerse con infantes, que los golpea y que luego declara que no sabe qué le pasó en el momento, de todos los demás niños del hogar que se burlaban de la niña cuando ella más quería huír, de mi incapacidad de vincularme realmente con la niña que había amado desde que llegué y que nunca había tenido la fortaleza de preguntar qué le había pasado antes de llegar a ese lugar, porque simplemente no quería enterarme de cosas dolorosas. Me puse de pie, cargue a la niña, quien pesaba lo mínimo, miré a la mujer a los ojos y se lo dije claro: "Comé-mucha-mierda, B", creo que lo dije con la intención de decirselo a todos los descritos anteriormente.

Yuli llegó a los seis años, empezó a ir a la escuela externa del hogar, siempre que llegaba, sábado a sábado, le ayudaba con sus tareas, cambiamos los dinosaurios coloridos inverosiblemente por cuadernos doble rayados con planas de letras "a", por libretas de apresto y mucho pegamento para adherir papeles de colores a sus nuevos trabajos manuales. Confieso que de todos los alumnos que he tenido, en especial de los más pequeños, solo he llegado a amar con profundidad a esa niña, solo Sebastian, por obvias razones, se le ha equiparado.

Un sábado, como siempre, llegué al hogar y ella ya no estaba. Al inicio me dijeron que había sido trasladada a otra institución, me entró una tristeza de esas que pocas veces he sentido, abismal.

Pregunté insistentemente su paradero, quizá en mi incoherencia quería seguirle el rastro, asabiendas de que no era lo mejor para ella, pero el corazón me decía que algo no estaba bien cuando a la cuarta vez se negaron a darme respuesta de su ubicación, empecé a presentir algo... no entendía por qué se negaban a decirme dónde estaba, aún cuando había prometido no ir a buscarla, de hecho, no lo habría hecho, pero quería estar segura de que la niña estuviera en un lugar seguro.

Pelié durante más de un mes para que alguien al fin me dijera por qué tanto misterio. Hasta que la "madre sustituta" del hogar donde estaba la niña se apiadó de mí. Esa mujer, que recibía a niños y niñas de todas las edades y que era capaz de abrir sus brazos para darles cobijo, alimento y algo similar a una familia pero que también tenía firmeza de caracter para no quebrantarse cuando se los llevaban, me lo contó todo: un día, cuando todos los niños y niñas del hogar regresaron de la escuela, ella no regresó. Simplemente desapareció, no dejó rastro alguno, ninguno de sus "hermanos" del hogar se fijó si salió del aula, si se fue por otro camino, todos pensaban que ya estaría en el hogar cuando ellos llegaran.

Había pasado más de un mes en búsquedas, en la PNC tenían la denuncia de la desaparición, cada día personal del hogar salía a buscarla, pero nunca supieron nada, nunca dieron con una pista, jamás nadie les dio una señal. Yo me derrumbé. Lloré mucho durante ese fin de semana. Con mi ridículo ímpetus me prometí buscarla hasta el cansancio. No lo cumplí. Con mi ingenuidad bien guardada, hace unos años, deseé que estuviera bien, que fuera feliz. Aún lo deseo, pero soy realista, posiblemente no lo sea. Ni siquiera sé si aún está viva.

Este día ella cumpliría quince años. Hace un par de noches, comentábamos con Interbret el origen real de celebrarles a las niñas esa fecha memorable: presentación en sociedad, dar salida a la tarea absurda de buscar marido y otras tantas razones ridículas que se nos ocurrieron en ese momento, pero hoy pienso que, independientemente de lo ridículo que me pueda parecer la celebración de los quince años, me hubiera encantado ver a Yuli este día, totalmente aliviada de los abusos que cometieron con ella, renovada, feliz y bella, lista para salir a la vida y hacer con ella lo más valiente que puede hacer: vivir.

Hubiera sido genial celebrar con ella este día. No sé dónde estarás Yuli, pero en mi corazón todavía hay un lugar para vos. Feliz Cumpleaños niña.


El signo de Caín

Bien sabido es que trás la celebración del Miércoles de Ceniza deriva de la tradición judía de arrojarse cenizas encima en señal de indignación o de luto.

Sin embargo, muchos hemos olvidado el verdadero inicio de todo esto, sé que es un inicio más bien poético y de mitología, pero resulta que esta metáfora es la que más se apega a la actual tradición de echarse un poquito de ceniza sobre la cabeza.

En algunas parroquias, el sacerdote coloca la ceniza en forma de cruz, el P. Santiago, mi ex párroco tenía una manera muy distinta, solo pone un puchito de ceniza sobre la coronilla del feligres. Pelazones de él.

A mí, este día solo me recuerda a Caín, con su señal en la frente que lo condenaría a ser reconocido como fraticida y condenado a que nadie le diera fin a sus días, mire que galán! Caín comete el primer crímen (según la tradición bíblica) y su castigo es no morir de la misma manera.

¿De dónde sacaron entonces aquello de la Pena de Muerte? Defragmentaciones del tiempo y de las tradiciones, en fin... Caín va por la vida errante, no puede dejar de ser nómada y no tiene posesiones, sin embargo, nos cuenta la historia que si tiene familia, lo acompaña.

¿En qué consistía el castigo entonces? Algunos dirán, en que ahí andaban la mujer y los hijos y no los podía perder, otros considerarán el desarraigo territorial no daba paz al alma del asesino, pero haciendo un análisis exhaustivo del asunto, podemos ver que la pena impuesta es precisamente ser reconocido como pecador, el golpe de la verguenza, el ver su rostro en cada reflejo y ver nada más que a la bestia en la que se había convertido, había dejado de ser hombre.

¡A qué viene toda esta remembranza de Caín? Creo que la indignación mostrada antes y ahora no nos sirve de mucho, los delicuentes se marcan por decisión propia y la sociedad civilizada en la que vivimos solo puede aumentar las condenas como una forma de prevención de los delitos. No ha cambiado mucho el asunto... ¿Arrepentirnos? ¿Creer? ¿Convertirnos? ¿Será que nos ayudará a que no hayan más Caínes?

martes, 16 de febrero de 2010

Esta mi vida

en la que mis horarios no son del común denominador que el resto de mortales, ceno a las 12 a.m. lo que logró sobrevivir y que permanecía en estado de congelación en una de esas deprimentes bolsas plásticas con sello de protección deslizante, Chao-mein desabrido.

Justo esta mi vida, con esta mi vida pretendo contarles una vida ajena... y caigo en la cuenta que escuchar a las Dixie Chicks en plena madrugada tiene sus implicaciones y nuallo qué hacer con el alma que me tiembla impercetiblemente, yo que estaba a costumbrada a otro tipo de vida, un tanto más solitaria, me he dado a la tarea de acostumbrarme a la compañía de un novio que más que novio, es compañero de aventuras, profesional del antisocialismo y  adepto al rock.

Esta mi vida se desquebraja por ratitos al enterarme de la muerte de bebés de siete meses de nacidos muertos en un accidente de transito, se me entumece la existencia con este repentino frío, los poros se me hacen palpables y los recuerdos me caen de golpe justo cuando tomo el último sorbo de mi café. Yo que no creo y creo demasiado no encuentro el equilibrio adecuado para dejar de lado mi timidez y la cobardía.

Esta mi vida llena de cicatrices, reales e imaginarias, contundente de dolor muscular y lesiones en la espalda, con sueño interminable a las 4 p.m. mientras a las 2 a.m. no encuentro sociego de mis pensamientos. Necesito una mascota, color negro... por supuesto, que bata su cola alegremente cuando me vea llegar o se quede dormido junto a mis pies, protegiendome de los espíritus, de las malas noticias y del frío. Extraño a Atila.

Con esta mi vida insomne, irreverente, nefasta y sarcástica debo aprender a vivir este tiempo concedido.

Claudia

Ni sé cómo fue que coincidimos, quizá estaba dicho que estrecharíamos los lazos de amistad... descubrimos de repente que hay muchas cosas y gustos que compartimos.

La semana pasada salíamos de nuestra clase, íbamos totalmente distraídas en no-sé-qué pensamiento cuando las vimos, instantáneamente nos llamaron la atención porque son lindas, por chiquitillas y simpáticas, recordé que andaba la cámara y la saqué y mientras ella hacía guardia para que no "nos pusieran" tomé esta foto.

Esta imagen congelada da por finalizada una etapa de crecimiento, Claudia y yo hemos coincidido de nuevo en una idea, sin que una sepa que la otra anda dicha idea en la cabeza. Quizá la telepatía y la empatía nos ronda. No sé sus motivos, ella no tiene a ciencia cierta de las mías, pero no importa, seguiremos viendo las flores cuando aparezcan en nuestro camino.

Vestido

Yo que amo los pantalones me veo en la necesidad de comprar un vestido para un evento próximo. Honestamente me stressa la idea, desde que visualicé el hecho desde hace un mes más o menos, pero ahora que ya va acercándose la fecha he iniciado la búsqueda concienzuda del atuendo.

Hoy vi dos que me agradaron, como siempre en negro, pero la señora que me estaba atendiendo en el establecimiento se me quedó viendo y me dijo: "Debería probar otros colores" creo que ya se percató que las dos veces que he comprado vestidos ahí, siempre elijo uno negro.

Además, mencionó nombres para mi totalmente extraños: satín podesuá, tafeta, kiana, chifón... me recomiendan un azul tornasol, un rojo impactante o un verde menta... yo no me decido... los cambios me dan miedo, más cuando son cambios que se refieren directamente a mi.

Corto, largo, escotado, recatado, con aplicaciones, sin pedrería, bordado, mate, liso, estampado... definitivamente siento que esto del vestido está siendo demasiado complicado :S

lunes, 15 de febrero de 2010

Violencia

como si no fuera ya suficiente la que vivimos, mi retorcida mente solo me trae más violencia. Dice mi sensei que esa es mi perdición, que mi alma nunca encontrará paz debido a mi tendencia de perpetuar la violencia a escalas inimaginables para mis 1.53 metros.

Ya sé que no estoy en la adolescencia, paso más bien... la segunda adolescencia y esta mañana... amanecí con esta canción dándome vueltas... perturbador.

Lo que he notado es que luego de la violencia viene un remanso de tranquilidad bien raro... bien raro.

sábado, 13 de febrero de 2010

Sobre el amor y otros menjurjes

Vivir con una adolescente enamorada es un riesgo para mí estos días. Gabriela siempre ha creído en el amor, es una optimista, a lo mejor sus 18 años son tan inocentes aún... que no se ha percatado que el amor, como virtud del inicio de la humanidad, no existe en su forma pura.

La mayoría de gente no amamos, amamos a medias, amamos a quienes sabemos que no nos harán daño o simplemente nos da miedo admitir que amamos, por aquello de las cochinas dudas. Yo no es que no crea en el amor, siento amor por unos cuantos seres humanos, pero desconfío mucho, a lo mejor sea la experiencia. No sé.

Lo que me perturba  en sí es el comercio afectivo, no solo reducido a la costumbre arcaica de intercambiar regalos, sino que además, se espera otro tipo de "compensaciones" gracias al regalo dado.

La gente ha olvidado el concepto de la gratuidad, si queres a alguien es por gratuidad, no porque te dé algo o porque te mantiene (afectiva, social, emocional o económicamente) sino por el simple hecho de existir y haber coincidido y compaginado con la pareja.

El amor si existe, quizá no en su escencia pura, gracias a la tendencia humana de degradar todo lo que nos viene bien, pero bueno, por ahí habrá más de algún ser humano que crea que el amor no implica beneficio o implicación económica, que es más bien... algo que pasa y que cuando pasa se radica en otro lugar que no sea sus bolsillos o carteras.

viernes, 12 de febrero de 2010

Versión

Siempre nos gusta escuchar cosas nuevas, y ante su arruyo, yo le envío a mi padre esta versión de la canción de Elvis... mi hermana me contó que se quedó escuchando y cuando terminó la canción mi papá le dijo: "bonita esta otra forma de escuchar a Elvis".

Dele clic... y escuchemos de nuevo la de Elvis.

Elvis

Quizá yo sea una especie de Lilo, fan del rey, pocos saben que Elvis Presley (o más bien, sus canciones) tienen un puesto importante en mi corazón. Me gustan porque (para variar) me traen buenos recuerdos de la infancia.

Resulta que Oscar Silvio, ese hombre que es mi padre, me cantaba esta canción para dormirme, me cantaba muchas, creo que una diferente cada noche, pero no sé por qué ésta se quedó en mis grabaciones particulares de antaño, pero como suele pasar en nuestra adultez, siempre perdemos estos recuerdos entre trabajo y otras ocupaciones

Anoche estaba conversando con él, vía chat... mis hermanas están introduciendo a mis viejos al mundo de la tecnología... cuando les preguntó si había una forma de enviarme una canción y ellas le enseñaron a enviarme esta canción, que de nuevo, me acompañó hacia los sueños.

Elvis no es importante porque haya sido el rey, o el suegro de Michael Jackson, porque se haya muerto en el año que nací o porque Graceland sea un lugar turístico, menos porque piensen que se lo llevaron los extraterrestres o que viva de manera anónima. Eso no es lo importante. Lo importante, lo verdaderamente importante es que le dio una buena excusa a un cincuentón de ser cursi y  a una treitona le dio la excusa de soltar sus defensas y sentirse de nuevo una pequeña niña escuchando a su papá, su héroe, su amigo como la arruya.

Buenas noches papá.

miércoles, 10 de febrero de 2010

El fin del mundo!!!!!!!!!

Él insiste...
yo le contradigo...
nada le importa!
yo trato de explicarle
sigue sin importale...
la música no es la misma
desde que
la disfruto con él.
Los murmullos lo predicen
él dice que es el fin del mundo
que se lo ha dicho su presentimiento
que un cataclismo se avecina
que los gatos lo presienten
que le da 50 años a la humanidad
que sonará la orquesta
en el momento preciso
en el que todo se vaya al carajo!
yo le digo
que no
que se trata de la fortuna
que es la emperatriz del mundo
no lo comprende
es una fortuna
es una fortuna
es una fortuna...
es la fortuna
tenerlo cerca desde hace un rato!

(Recítese este poema al ritmo del primer movimiento de esto, es decir, en los primeros 2:30 minutos del video, y disfrute la locura)

martes, 9 de febrero de 2010

Dolor de cabeza

Este día he tenido dolor de cabeza casi todo el día... el amanecer me lo predijo, estuve viendo cosas que no existen en realidad y recordé que tengo mucho tiempo de no hablar con la Dra. Garay, no es que sea indispensable el hacerlo, pero me relaja conversar con ella y que me explique científicamente mis desmanes mentales. Supongo que me da "seguridad".

Tenía mucho tiempo de no sentir este dolor, quizá unos dos o tres meses... me había dolido la cabeza en algún momento, pero fue como una ráfaga insignificante, pero ha estado densa la sensación de "embotamiento mental".

Cuando me duele la cabeza... ¿en realidad qué es lo que me duele? ¿el cráneo, las neuronas, la melamina entre las neuronas, las sinápsis momentáneas, el cerebro como tal, o mi desconectado hipotálamo? No sé.
¿Por qué me duele? ¿porque percibo cosas, por mi defecto auditivo, por mi falta de serotonina, por el exceso de luz, porque no puedo dejar de pensar, porque no puedo frenar la rapidez con la que las ideas aparecen, porque me sorprenden tantas cosas que veo, porque no puedo dormir, porque otras partes de mi cuerpo m están exigiendo descanso... y a lo mejor del eterno? No sé.

Cuando me duele la cabeza siento que los colores son todos chillones, que los sonidos son más estridentes y que el tiempo pasa más lento... cierro los ojos y trato de desconectar todas las sensaciones, buenas y malas, en búsqueda de una dimensión más habitable, como un coma momentáneo... como un país sin dolor, como si pudiera!

Ni siquiera he podido ubicar el epicentro del dolor, es decir, el punto exacto donde se genera... dormí casi toda la tarde, pero como suele suceder cuando ando así... las visiones estuvieron presentes tajantes y contundentes, dejándome la sensación de no haber descansado.

¿Alguien tiene una pastillita por ahí?

lunes, 8 de febrero de 2010

Cartera

es el mote de mi tío Eduardo, quien desde hace dos meses vive en mi casa.

Recuerdo desde siempre a mi tío muy distante, algo parco y seco de emociones (o al menos para demostrarlas)... siempre fue mi favorito, nunca me interrogó sobre nada y los saludos aunque espontáneos nunca fueron chorreantes de miel innecesaria.

Mi tío Guayo, que es como le llamamos es un cincuentón recién divorciado luego de una vida marital bastante cuestionada y comentada por el resto de la familia, pero que al fin y al cabo él no reveló detalles nunca, es decir, mis tías y tíos solo comentaban suposiciones. Como siempre haciendo el daño ajeno de esta manera.

Creo que siempre me ha agradado por distante y silencioso.

Este hombre arisco y hasta un poco rudo toma relevacia a partir de un comentario realizado hace dos viernes, cuando por desventura tuve un día de chuchos y que (como en otras ocasiones) sentí que me desbordaba la mala vibra. Él que es muy observador percibió mi molestia con la familia, no dijo nada, no al menos hasta que todos se fueron a acostar, llamó a mi puerta y se sentó a hablar. Me dijo justo lo que necesitaba escuchar, porque en el fondo uno sabe que lo que escucha ya lo sabía, ya lo pensaba pero no tiene los suficientes ovarios (en mi caso femenino) de hacerlo palpable a través de las palabras. No dijo más. Breve y conciso... diría alguien "suscinto".

No pasó a más, hasta ahora... ayer otra vez las fuerzas bélicas fueron desenfundadas y la bomba atómica fue dejada caer sobre mi Hiroshima ahora a buenas 6 a.m. (vaya forma de empezar el día y la semana!), como siempre trate que mi molestia y enojo no se me notara, pero siempre fallo, siempre... me vio llorando, si mi solitaria lágrima significa llorar a mares, a pues, él me vio. No dijo nada sobre la explosión reciente, solo me preguntó qué tal me sentía del dolor. "Bien, gracias" le contesté. Se marchó a su trabajo.

Eduardo Palacios me llamó al celular este mediodía, nunca en su vida me había llamado antes, le contesté y solo escuché al otro lado: "Ajá, K... ehhhhh... me estaba acordando de vos ahorita, ¿qué tal seguiste hija?" Mi respuesta nuevamente fue un diplomático "Bien, gracias tío"... me dijo no sé qué cosa más y colgamos.

No es porque me dé la razón o porque me vea con simpatía o porque crucemos palabras mientras vemos alguna película, es saber que este hombre tan distante hace un esfuerzo por ser empático con mis dolores corporales y familiares lo que me hace pensar ahorita en él.

Me estaba acordando de usted tío... y decidí escribirle algo

No diga nada...

y solo béseme.

Allá por 1991, iba yo a séptimo grado, y algo acababa de suceder en mi vida que había cambiado todo mi panorama, me había enamorado profunda y rotundamente, era mi primer enamoramiento y como suele suceder, fue enamoramiento cacal.

Sonaba esta canción en la radio y yo... ah... como deseaba que me besara ese muchacho... me preguntaba qué se sentía un beso que no fuera familiar, sino uno así... como apasionado, como jugando, como escondido, como aprendiendo... muchas preguntas me surgían... como por ejemplo ¿qué sucedería luego del beso deseado? y otras tantas preguntas lógicas para esa edad. Me daba curiosidad.

Los besos con ese muchacho nunca sucedieron, como suele suceder el primer amor casi siempre no es correspondido, muchas razones pudieron influir: timidez de ambos, poca concentración de mis poderes mentales, desinteres, aflixión por otras cosas que me estaban sucediendo... no sé, a lo mejor fue lo mejor que pudo suceder en ese entonces, porque hemos sido muy amigos con el muchacho aquel desde entonces.

Luego vinieron nuevas oportunidades de besos, unas las aproveché, otras no me llamaron la atención... descubrí toda una gama, forma y tamaños de besos. No lo niego, siendo la persona arisca que soy... me gustan los besos y sigue gustándome el ritmo de esta canción.

"Mire... no diga nada y solo béseme", no importándo el momento ni el lugar, esa frase siempre es buena.

Sebastian que desde chiquitillo se ha negado a andar "besando viejas", ahora ha descubierto que los besos le gustan también. "Shhh... dame un beshito" es su versión de la frase... y lo comprendo. Descubrir esa sensación de afecto es bien chivo.



Péguele clic... y busque a quien estamparle un beso.

domingo, 7 de febrero de 2010

Cicatrices

Estas marcas en la piel nos cuentan la historia de cada uno, los caminos recorridos y nos explican nuestras razones de ser... tu cicatriz me estaba esperando para besarla.

sábado, 6 de febrero de 2010

Feliz Cumpleaños Emilia

Mi amiga llegó a este mundo hace 32 años ya.

Creo que nuestra amistad ha trascendido y ha perdurado porque ambas comprendimos que hay ciertos momentos en los que no hay que estar y otros en los que estamos y estaremos incondicionalmente... hoy es un día para desearte, amiga... que toda la buena forturna te acompañe, que los deseos sean metas alcanzables y que las risas surgidas desde el fondo de la boca del estómago sigan contigo.

Un enorme abrazo y como el años pasado te di 31 recuerdos en 31 canciones, la lista de este año va un poco distinta, no... no habrá música, bueno sí... pero desde otro lugar... en cambio he aquí algunos signos de estos tiempo, que cuando aparecen... aparecen acompañados de tu figura.

1. Klimt, él coincide en fecha contigo... mientras para vos, este día significa la entrada a la luz, para él este día concretó su viaje a otra fase de la vida que muy pocos comprenden, estaba medio loco como tu servidora, pintaba y estaba obsesionado con los besos. Una de las mujeres por él pintadas me recuerdan mucho a ti.

2. El pleito entre el bien y el mal en una sola persona se refleja en este personaje en específico, pero lo importante, lo memoriable... es que "era la otraaaaa!!!!"

3. Siempre nos han gustado los finales felices

4. Ahora se me es menos difícil comprarme blusas de vez en cuando.

5. Las fotos siguen siendo importantes y te dejo aquí... mi favorita contigo.


Feliz Cumpleaños mi querida amiga!

Energía

Un ingeniero una vez me explicó que la energía nunca se termina, solo se transforma, mi sensei dice que la energía es lo que nos lleva más cerca del conocimiento, que nos ayuda a superar fases y a acercarnos a otros. Un arquitecto me dijo que la energía era algo a lo que más le temía y que por lo general pasa por unos conductos de cobre, alambres y todo ese sistema oculto en el esqueleto de una torre muy alta de esta ciudad. Una economista me dijo que la dichosa energía desembocaba en trabajo y beneficio económico. Einstein me habla de relatividad y Manuel es E=MC2 (el dos en chiquito y arribita de la C).

Pero ninguno, ninguno de estos personajes puede explicar esta explosión de energía que me sobrecoge cuando tus manos se posan en mi cuerpo.

viernes, 5 de febrero de 2010

The book of KR

En un tiempo de mi adolescencia quise ser doctora, de hecho... renegué el primer día de mi segundo año de bachillerato pues, cometí la infamia de dejar química al final del primer año y perdí mi puesto en el Químico-Biológico. Pero solo fue el primer día.

Luego, cuando no quedé en la facultad de medicina maldije a mi suerte, pero nunca sospeché (en ese momento) que la buena fortuna estaba conmigo.

Estar en una sala de emergencias noches enteras, sufrir cansancio post-turno igual lo he hecho durante los últimos años, por una u otra razón. Entretenido la verdad.

Supongo que este deseo mío de oblación a la humanidad era porque crecí (prácticamente) en un hospital nacional, vi de cerca a muchos médicos y las mujeres doctoras me parecían dignas de admiración, pocas siguen en un lugar especial en mi memoria. Pero... heme aquí, escribiendo un libro, un libro que no es mío totalemente, pero que me hace pensar en los giros que he tenido que dar.

No estar en un hospital, memorizando nombres extraños de enfermedades y de medicamentos me abrió las puertas para entrar al tratamiento diferente de las personas, tener la experiencia de sentarme y escuchar dolores que no son físicos, molestias que no se alojan en una parte del cuerpo palpable, sentimientos felices y otros no tanto, me dejaron en claro que, a pesar de mi incontrolable ser antisocial, la gente necesita cercanía. Poder abrazar a la gente, a pesar de mi desconfianza innata. Observar esperanzas ajenas a pesar de mi falta de fe. Poder reír a pesar de mis propias tristezas. Poder decidír y no mirar atrás apesar e mis interminables temores. En algunas ocasiones, no me reconozco a mí misma. Resulta que por mucho tiempo pensé que era una mala persona, ambivalente y cínica, hoy caí en la cuenta que no es así. Tampoco soy buena, simplemente soy una persona que ha hecho cosas malas, pero que trata de no cometerlas de nuevo. En algunas ocasiones he fallado, en otras he tenido un éxito rotundo.

Un día, hace mucho tiempo, una persona me dijo esto: "Es un poco extraña, pero la quiero". Hoy lo escuché de nuevo.

Ahora sé que necesito empezar a escribir otro libro.

jueves, 4 de febrero de 2010

El Merodeador!!!!!!!!

Bansai!!!



Escarabajo tierno!!!



Cuchi-cuchi... llama a la policia!

Llamada telefónica...

realizada anoche, a eso de las nueve de la noche, con el hombrecito que amo y que me ama...

- Aló, tía... ¿po-qué no tas aquí?
- En dos días llego amor (en ese instante caigo en la cuenta que Sebastian no tiene noción de "días" y me sentí un poco tonta al pensarlo)
- No viste a "Osho, agente speshial"
- Cuando llegue lo vamos a ver juntos.
- mmm...
- ¿ya te pusiste la pijama?
- si, "tu" mamá me pinchó fijate
- no lloraste, verdad?
- no... no llodé, solo le hice "sssssssssshhhh" y cedé los ojitos.
- que bueno mi niño... tenes que dormirte ya.
- no cuedo....
- ¿¿¿por qué???
- ponque no me vas a dar el besito de guenasnoshes, vení a damelo... te lo esijo!
(para entonces yo tenía nudo en la garganta al escuchar su vocecita al otro lado, escucho que mi hermana le dice: no puede venir hijo, tu tía está lejos, después te lo va a dar)
- ¿y ponqué no venís?
- no puedo amor... andá a mi cama y agarrá a tito y que duerma con vos...
(en ese instante escucho cómo suelta el celular y cae al suelo, mi hermana lo levanta y me dice:)
- ¿qué le dijiste? Va corriendo para tu cuarto
- que fuera a traer a tito para que duerma con él.

Acabo de abrir mi correo y encontré un correo de mi hermana, dice que Sebastian no suelta el oso desde anoche...

miércoles, 3 de febrero de 2010

Mujer emotiva

Sin quererlo, sin desearlo, sin saber cuál es el manejo correcto de mis emociones caigo en la cuenta (conciente) de lo emotiva que soy. Bien feo... recuerdo el tiempo tranquilo en el que podía "sentir" sin demostrarlo tanto, no vayan a creer que era un témpano tampoco... simplemente no daba muestras de nada...

Pero de los treinta para acá me "arruiné"... han habido ocasiones en las que me he indignado tanto que termino llorando. El colmo de los colmos es que los últimos cinco capítulos de ER me han hecho llorar y hoy me perdí cuando el Dr. Pratt se petatea... shit! Los que fueron mis novios me pedían más muestras de afecto y hasta sospechaban ausencia de cariño de mi parte... más de alguno me salió con la clásica frase "es que vos no me queres"... ash. Si me vieran hoy... jaaaaaaaaa totalmente irreconocible.

No sé qué ha sucedido, me siento más espontánea y libre de hacer o decir ciertas cosas al hombre ese que me tiene un poco entretenida. Nunca se lo he dicho, pero una vez hasta me sentí tonta cuando caí en la cuenta que sus apariciones eran alentadoras y la señora del supermercado que me estaba atendiendo me vio la gran sonrisota que se me soltó sin querer la noche que me cayó un mensaje de él preguntándome si todo estaba bien, solo porque si... ¡Qué pena!

No me gustan, sin embargo, esas cosas ridículas y cursilerísticas de febrero... los signos de dominación machista reflejados en anillos prematrimoniales, ni sueño con esas ridiculeces de palomas sueltas al viento el día que se firma un contrato con el diablo de eternidad... guacala.

No me quejo, solo digo que bien raro siento tener tantas emociones al mismo tiempo: buenas y malas. Nuayoquiacer! Una noche de estas terminé sintiéndome como esta mujer que se convierte en agua o como cuando le palpita el corazón tan fuerte, que es perceptible para los demás... solo porque me tomó de la mano.



feo el modo!

lunes, 1 de febrero de 2010

666

Iba yo para cierto lugar, cuando me llaman y me dice... "ya no venga, nos vemos mañana".

¿Qué hacía yo sola en medio de la nada de San Salvador a eso de las 3 p.m.? Recordé que a esa hora sale de su trabajo mi mamá. "voy a ir a traerla" pensé.

Nunca me imaginé lo que me esperaba. Mi madre hizo cara muy (demasiado) alegre cuando me vio aparecer en su oficina... y ay de mi! pobre ingenua! pensé que tal alegría era gratuita.

"Menos mal que venís, pensando en cómo iba a hacer para ir a traer unas cositas"... Bueno, que bueno que llegue para ayudarle.

Cuando a uno le dicen "cositas", uno tiende a pensar en cosas pequeñas, sin complicaciones y que su colectividad expresada nada tienen que ver con la bastedad eminente. "Ta bueno, vamos" le contesté a mi madre.

Habíamos caminado una cuadra desde el punto de partida cuando le pregunté para dónde íbamos, "al centro" me contestó, "quiero pasar a comprar unos tomatillos".

Acabo de llegar al sacro-santo hogar. Entré al blog para escribir esta bizarra experiencia y me doy cuenta, el contador de visitas está en el 666, y yo que no soy supersticiosa... solo puedo declarar que me llevó el diablo por andar pensando que "pasar a traer unos tomatillos" sería siemplemente eso. No. Me llevó el diablo!

¿Tiene alguien por ahí una ibuprofeno para aliviarme este dolorcito de espalda?

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Pd. Traducción de "unos tomatillos" para mi madre: Tomates, cebollas, chiles, papas, frijoles, arroz, azúcar, café, pipianes, queso, pastas, cereal para Sebastián y cereal para adultos, guisquiles, detergente, aceite y ahí perdí la cuenta...

Ganas

¿Le ha pasado que de repente tiene deseos de algo bien fuera de lugar? A mí si. Ultimamente ando con ganas de comer empiñada pero ya no encuentro que vendan por ningún lado, con Sebastian desde la semana pasada hemos andado con deseo de yogurt líquido de fresa-banano, él por su estómago y yo porque ese día el dentista me dijo que dejara de comer cosas sólidas y no hemos encontrado en el super que frecuentamos.

He tenido deseos de deseos... unas ganas increíbles de comer mango maduro, de ese tipo super grandote... ganas de un día de más horas, también me vendría bien un analizador de formas de nubes, se me antoja una manera menos "temporal" de hacer entrevistas... o al menos a otra persona que las haga por mí.

Se me antoja una tanda de tus besos con una gran perolada de café, un diente de león para soplar y una bandada de periquitos a la hora que la tarde se va, quiero berenjena con queso acompañadas de una copota de vino.

Tengo ganas de canciones nuevas y de coleccionar caracoles de nuevo, reacomodar mis libros y ordenar mis pensamientos... todo tan complejo y sencillo a la vez.

Tito

Nunca había escrito de él y los que me conocen al derecho y al revés me preguntaron en algún momento la razón. No sé. Creo que es porque él siempre ha estado ahí, que ya es tan habitual en mi corazón, que no lo menciono.

Él llegó el día que un doctor anónimo le dijo a mi madre que yo nacería en Diciembre, claro... como buena necia que toda la vida he sido, nací cuando me dió la gana y soy escorpio nacida en Octubre, el asunto es que ese día de la anunciación... mi madre, una joven mujer de 22 años salió con la sensación más estupefacta jamás antes sentida (según sus propias palabras), iba por la calle, caminando, tratando pensar en un plan "B" para ambas y la primera decisión que tomó como madre futura fue entrar en una tiendita, disque para "tomar aire" y seguir el rumbo de su casa.

Cuenta la niña Martha que cuando entró lo vio ahí... sentadito, sedoso y limpio, café y con sus ojos (en ese entonces) brillosos. Lo vio, la vio... se miraron y supieron instantaneamente (ambos) que ambos me amarían y que yo los amaría intensamente. Lo compró, no recuerda su precio monetario y creo que así debe de ser, pues no tiene precio alguno.

Tito está aquí aún, es el único juguete que sobrevivió a mi imaginativa infancia y a los arranques de locura de mi madre, quien cada 8 meses hacía recolección de ropa, juguetes y otras cosas para regalarlos... no sé cómo hizo este pequeño oso para salvarse de ese ímpetus de solidaridad de la niña Martha.

El recuerdo más lejano con este oso me lo da una fotografía, yo tenía casi un año, estoy enfundada en una de esas pijamas infantiles con las cuales uno parece gasparin.... en esa imagen congelada tengo a Tito sobre mis piernas, tratando de cargarlo, pero para ese entonces, éramos casi del mismo tamaño, así que salgo particularmente graciosa haciendo un monumental esfuerzo porque su peso no me dominara y no caer del sillón donde mi mamí nos tenía sentados a ambos. Hay otra fotografía en la que estamos los tres: Mi madre me carga a mi y yo lo cargo a él. Esa es mi fotografía favorita de todos los tiempos.

La importancia de Tito no solo radica en su vejez y resistencia, otro juguete ya habría sucumbido, me llama la atención su fidelidad, cuando mis hermanas llegaron a nuestra familia intentaron hacerlo propio, pero Tito no se enraizó en otro corazón que no fuera el mío, así que este osito siempre aparecía entre mis pertenencias personales, lejos de las pertenencias infanto-compartidas.

Tito es propio para abrazarlo durante canciones melancólicas, para bailar danzas festivas, fue testigo silencioso de mis ensayos teatrales, ha escuchado casi todos mi poemas, incluso aquellos que nunca logré escribir. Ha secado las lágrimas de tiempos tristes y (aunque ya le falta la boca) sé que ha sonreído satisfecho en mis alegrías, me ha consolado en desamores y me ha dado ánimo para buscar el contacto con otro ser humano.

A diferencia de Jesse (la vaquerita de Toy Story) él no sufrió la ruptura de mi infancia y mi entrada a la adolescencia, quise serle fiel. Quizá este sea el destino de toda niña tímida (como lo fuí en algún momento) quedarnos con un oso silencioso pues nos susurra las respuestas adecuadas para contestar a aquellos que no comprenden nuestra naturaleza extraña e intimista.

Tengo mucho que agradecerle a este oso. Sebastian ahora lo mira y hasta cuando juega con él lo trata con consideración, sabe que es un oso anciano y que ya no está para algunos trotes, lo lleva de regreso a mi cama y lo deja ahí, descansando, reponiendo energías.

Ahora cuando me quedo trabajando/vagando por las noches, se queda conmigo, me mira y me dice susurrando (como siempre): "cuidate, si te morís por esa vida de desvelo que llevas, ¿qué voy a hacer sin vos? seguro me destierran y no voy a tener más remedio que morirme con vos".

Tito lo sabe... no lo heredaré, no tendré descendencia para que pase como reliquia a otras manos más jóvenes, seré egoísta y será exclusivamente mío, él tiene la culpa... ¿porqué convenció a mi mamá hace más de 32 años a que lo llevara con ella para ser el guardian de la niña que nacería en Diciembre y qeu decidió que Octubre le gustaba más para nacer?

Esta mañana, mientras escribo este pseudo-reconocimiento a este mi amor infantil, escucho esta canción que mi papá ponía en Radio Venceremos, en aquel lejano apartamento de la Zacamil y yo... abrazada a mi oso y él abrazado a mí... la escuchábamos y ahora... es inevitable no recordarla.

Gracias Tito por vivir en mí.



Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos.
Porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.

Por tus antiguas rebeldías
y por la edad a tu dolor
por tu esperanza interminable
mi amor, yo quiero vivir en vos.