sábado, 1 de septiembre de 2012

Magia

Siempre he pensado que la magia es aquello que otros hacen (o dicen) y que nos maravilla.

No importa si es una pieza de arte, un buen texto, una canción o un buen plato de comida casera. Hay magia memorable en otros niveles, puede ser una película, una mirada cariñosa o un beso estampado imprevistamente.

Lamentablemente también he pasado tiempos en los que nada me encanta, nada atrapa mi atención, tiempos en los que la magia se toma un ritmo pausado, tan pausado que no aparece por ninguna esquina a saludarme. Cuando pasa eso, los días se me hacen grises y empiezo a quejarme.

En medio de una semana tan llena de trabajo, pero sin amarguras y pocas horas de sueño, encontrarme este sábado con él, luego de no verlo dos semanas, de no escuchar su voz porque cuando trato de hablar con él... no logro conjugarme con su agenda ocupadísima de juegos y parque por la tarde, de no divertirnos como solemos hacer cuando estamos a solas... encontrarme con su carita diciéndome que me ha extrañado y que me reciba en sus brazos e inmediatamente decirme toda una lista de cosas pendientes por hacer juntos, como pintar en nuestro mural, ver películas que nos sacan carcajadas conjuntas, comer fruta tibia y que yo me meta en la cocina para prepararle el atol que tanto le gusta... todo eso... eso es la magia de regresar a esta casa y encontrarme con Sebastian... es la magia que me hacía falta.


No hay comentarios: