viernes, 14 de septiembre de 2012

El amor no llega como una siempre espera.

En mi adolescencia tuve la magnífica oportunidad de leer todo lo del programa de "Idioma Nacional" y también otras obras no incluidas.

Por eso, en octavo grado, conocí a Mario. Pero como yo era demasiado distraída y el amor era una emoción demasiado nueva y desconocida en mi corazón, así que no logré enamorarme de él y sus poemas.

Fue hasta cuando estaba estaba en noveno grado cuando fui a ver una adaptación teatral de "Pedro y el capitán" que decidí que quería conocer a Benedetti. Pero así... conocerlo en serio y ver si era merecedor de mi amor literario.

Y el amor me llegó, a Benedetti lo amé primero como narrador, no descubrí su poesía sino hasta meses después, pero leer "Pedro y el capitán" me hizo llorar, cuestionarme la historia y preguntarme cómo era que un hombre pudiera hacer algo tan hermoso con un hecho tan horrible.

Luego vinieron "La muerte y otras sorpresas", "Con y sin nostalgia" y "El cumpleaños de Juan Ángel", el ingrato profesor que me asistía en mis ansias de conocer a este uruguayo me atosigó de prosa. Fue hasta en bachillerato cuando alguien me dijo que el viejito era poeta también. Ahí es donde mi amor se volvió infinito hacia su obra.

Pero, ¿por qué me gusta tanto la poesía deste maitro?, se preguntarán ustedes, la respuesta es fácil, porque él tuvo esa capacidad de amar en lo cotidiano, desde lo cotidiano y a lo cotidiano... sus poemas me parecen tan de gente normal, de gente que ama sin saberlo, de gente que no cree en cuentos de hadas y príncipes azules, ni rojos, ni verdes... sino que cree que el cariño, el amor, el deseo y la pasión son derechos de toda persona, que hasta los que somos zamarros tenemos un corazoncito que se altera de vez en cuando por otra persona.

Benedetti es esa persona que pudo ver en lo diario, en lo normal, en lo poco extraordinario toda la belleza de un gran amor, de un compromiso aguerrido por la justicia y una desfachatez que le eriza los pelitos a cualquier conservador cuadrado y ortodoxo. Me encanta por eso, porque con las palabras corrientes que pueden escaparse de cualquier boca, en la suya cobraron una dimensión más allá de todo silencio.

Durante años no me di cuenta, nunca lo percibí, hasta que un compañero con el que trabajé durante mucho tiempo me lo dijo, una vez al año me da por leer a Benedetti. Entre agosto y septiembre paseaba por todo el colegio con un libro de él bajo el brazo, buscando espacios (temporales y terrenales) para sentarme y leerlo.
Este año no llevo su libro, no tengo acceso, sin embargo Miguel se ha dedicado a enviarme un poema (no solo de él) casi a diario, en medio venían muchos de Benedetti; además, tuvo el buen tino, este santaneco, de regalarme una película en el que el propio Hardy Hamlet Benedetti sale recitando dos de sus poemas más famosos, él dice que soy una exagerada, pero me conmociona ver al viejito, sentado en la barra, recitándole su amor a una prostituta.

Como homenaje a este hombre les dejo dos poemas, mi favorito de él, el que piensa Miguel que nos abarca a esta extraña relación que llevamos, pero además la caricatura que Otto Meza hizo para esta magna ocasión.

Chau Mario Benedetti.

*****
Te quiero
Tus manos son mi caricia 
mis acordes cotidianos 
te quiero porque tus manos 
trabajan por la justicia 

si te quiero es porque sos 
mi amor mi cómplice y todo 
y en la calle codo a codo 
somos mucho más que dos 

tus ojos son mi conjuro 
contra la mala jornada 
te quiero por tu mirada 
que mira y siembra futuro 

tu boca que es tuya y mía 
tu boca no se equivoca 
te quiero porque tu boca 
sabe gritar rebeldía 

si te quiero es porque sos 
mi amor mi cómplice y todo 
y en la calle codo a codo 
somos mucho más que dos 

y por tu rostro sincero 
y tu paso vagabundo 
y tu llanto por el mundo 
porque sos pueblo te quiero 

y porque amor no es aureola 
ni cándida moraleja 
y porque somos pareja 
que sabe que no está sola 

te quiero en mi paraíso 
es decir que en mi país 
la gente viva feliz 
aunque no tenga permiso 

si te quiero es porque sos 
mi amor mi cómplice y todo 
y en la calle codo a codo 
somos mucho más que dos.

*****

Te espero
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas,
lo sé, sé que no vendrás.

Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
sé que ya no estás.

Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor,
pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
pues sé que no vendrás.

Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá,
yo aquí,
añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
quizás por el resto de nuestras vidas.

Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
y la luna oculta ese sol tan radiante,
me siento sólo, lo sé;
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.

Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.

Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?,
te preguntarás...
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,
porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no sólo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo sólo así?
¿Por qué no sólo...?





**** 









2 comentarios:

Flor Aragón dijo...

Y yo, en la cotidianidad de mi vida, se me fue el día sin reparar en el cumple de Mario. Aunque sé que vos me lo advertiste en Twitter.

Linda entrada.

S0y la Que No Buscas dijo...

Mi favorito de Mario:
Con ríos
con sangre
con lluvia
o rocío
con semen
con vino
con nieve
con llanto
los poemas
suelen
ser papel mojado
Feliz cumple Benedetti :D