lunes, 3 de septiembre de 2012

Ni tan, tan... ni muy, muy...

La gente se apasiona demasiado, o a caso no entiende ni pepa de lo que significan las relaciones, o como diría Miguel, "ese asunto de las relaciones es una cuestión complicada".

Por supuesto que es complicada cuando los afectos desordenados y la sociedad nos dicen que para ser pareja tenemos que pasar grandes períodos de tiempo juntos. Hacer todo juntos: ir al cine, ir al supermercado, ir de paseo, no salir con otras personas, no tener tiempo a solas. A nuestra forma de ver, es dejar la autonomía de lado y convertirse en una extensión del otro. Qué vida más triste, incluso, al menos yo lo pienso, ni siquiera hacerlo con los hijos es sano, mucho menos con otra persona que es tu similar. Pero la gente no lo ve así, la gente piensa que seres como Miguel y como yo somos demasiado desprendidos o que no sabemos "querer" a las parejas. Somos demasiado autónomos para el gusto general de la gente, por supuesto esto nos a acarreado señalamientos feos en otras ocasiones, solo por pensar que el cariño no se expresa tal cual cajero automático: 7/24.

Una vez, platicando con una amiga sobre esto, me dijo... "pero si no pasas con él, no te vas a dar cuenta si te engaña". Fue bien triste, porque me va a disculpar mi amiga, pero... si usted no es capaz de confiar en su pareja, entonces ¿para qué anda con esa persona? Yo sé que las deslealtades duelen mucho, pero no es correcto pensar que por tenerlo tal cual pegoste a tu lado no va a ser capaz de ser infiel... y si es infiel... ¿para qué lo quiere tener a su lado? En fin... es complicado en la medida en que no somos capaces de estar solos y amarnos a nosotros mismos, eso que implica, encontrar el equilibrio y el bienestar propio para compartirlo con la persona que queres, incluso si no es tu pareja, puede ser cualquier tipo de afecto (amistoso, familiar, etc.).

Resulta que debido a mi trabajo, prácticamente sostengo una relación a distancia (increíble en este país tan pequeño) con el hombre ese que me saca algunos orgasmos de vez en cuando... y ya nos ha pasado, un par de veces, que pasamos varios días sin vernos, que nuestro contacto se limita a chatear, los correos/mensajes nocturnos y las eventuales (y cortas) conversaciones por teléfono... la primera vez no sentí tanto... la segunda vez empecé a impacientarme al día 10... hasta yo que soy tan desapegada, empecé a extrañar el contacto físico... esta tercera vez, fue más patente esa espera larga de 12 días sin ver a Miguel.

Estoy clara que el asunto de "pasar tiempo juntos" no tiene que estar en los extremos del "ni tan, tan... ni muy, muy". Se lo decía esta mañana, "si pasaras 7/24 conmigo, a lo mejor te mataría a la segunda semana, teniendo en cuenta que te torturaría desde la segunda mitad de la primera semana" por supuesto se atacó de la risa, es una suerte estar emparejada con un tipo que comparte (al menos medianamente) las mismas ideas al respecto. 

Como siempre he sido disfuncional en algunas cosas... no sé cuánto tiempo es el adecuado para no ver a la pareja... ¿cuánto es lo adecuado para no verse? ¿2, 4, 6, 12 días? Supongo que será distinto en cada pareja. De momento, creo necesario un pequeño reajuste que me asegure que, al menos una vez a la semana, pueda encontrarme con él, para seguir hablando de lo que siempre hablamos: de películas, libros, música, para que me regañe y regañarlo por el tema de salud, para hacer planes de viajes, de vacaciones juntos, de futuro sin saber si éste será considerado con nosotros, pero para mientras tanto, poder practicar nuevas formas de besarnos, reinventando ese concepto de cariño, alejándonos cada vez más a esa idea estúpida que otros tienen del amor. 

2 comentarios:

iba pasando dijo...

Si me dieran a mi el permiso de dictaminar la frecuencia lo establecería en: una vez cada siete días. Y solo un día, no el fin de semana.

Me sofoca el complejo "orangutan de panadol"

KR dijo...

acabo de leer este tu comentario... la pregunta que me surge... ¿ella te lo permite? jajaja