viernes, 21 de septiembre de 2012

Pérdida

Todos tenemos pérdidas.

Unos mueren, otro se marchan a países lejanos, otros... como consecuencia de una actitud errada, dejan relaciones inconclusas, otros simplemente... desaparecen. 

Ayer se lo decía a Miguel, soy una arpía, dejo abandonada a la mara (al menos esa es la queja y al hacerse constante, me hace pensar que es cierto), no resuelvo cosas importantes y todo es por puro miedo a ceder. Así es, cuando siento que peligro.... simplemente me alejo, la experiencia me ha dicho que es mejor huir que salir lastimada, la vida me ha hecho egoísta, lo sé, algunos no tendrán la culpa, pero tengo que proteger este corazón desaforado que tengo. 

Que pierda personas no implica que no me duelan dichas pérdidas. Lo que pasa es que me hago la maje o la ocupada para no llorar tan seguido. Por supuesto hay relaciones que me gustaría sanar, pasar por el proceso de reconocer mis errores (públicamente o al menos con la otra persona implicada) y pedir perdón por lo que tenga que pedirlo y perdonar lo que tenga que perdonar.

Pero las relaciones a veces se vuelven tan complicadas, no las entiendo la mayoría de veces. Es cuando me vuelvo silenciosa, no contesto el teléfono y me da por acercarme con personas que no están cerca en realidad y creo lazos virtuales que no son sustentables, es una forma de diluir el tiempo en algo más. 

A veces, solo a veces... en medio de la madrugada, cuando no existe más ruido que mis propios pensamientos, no solo pienso en las personas que he perdido, también pienso en lo mucho que me pierdo de mí misma, inevitablemente se me instala la tristeza que tanto me ha caracterizado y si, al día siguiente ando ocupada, sumergida en clases, en textos que tengo que redactar, actividades que coordinar, hablantina, cordial y segura; nadie, absolutamente nadie, se imagina que recorro el camino esponjoso pero denso de la melancolía. 

Y a veces... solo a veces, me gustaría decirles a los que todavía no se han marchado... "no te vayas a ir todavía".

1 comentario:

Clau dijo...

Identifico un modus operandi común aquí, con razón le pareció tan lógica la huida.
Yo no me voy, a menos que ud quiera que me vaya. Y si eso pasa, avise un su mes antes, ya ve el efecto que me provocan las desapariciones súbitas de la gente.