viernes, 19 de marzo de 2010

Cuando las palabras tienen otra dimensión

suelen dejarme un poco espantada, quizá sea como dice Myrna... "no entiendo cómo es que teniendo tantas palabras a tu disposición no podás ponerle nombre a las emociones". No puedo. Quizá sea hasta bien adentrada en la experiencia es cuando logro saber cómo se llama lo que siento.

Anoche mientras caminabamos con ER dije y oí palabras que al ser escuchadas en perspectiva pueden poner a alerta a seres humanos menos radicales que nosotros.

"Pero, sin embargo..." y a pesar de poseer tantas palabras en mi idioma y en otros que medio comprendo, ninguna logra abarcar esto que siento. Todavía ni sé cómo nombrarlo, pero no importa. La medida de tus emociones es proporcionalmente equiparables a las mías. Gracias.

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