domingo, 7 de marzo de 2010

Ser mujer... desde lo físico

"Nombe!" si ser mujer no es fácil... se lo digo por experiencia... soy mujer y desde siempre, bueno... desde casi siempre he estado en contra de apegarme a la imagen tradicional de mujer. Hablaré aquí sobre la idea tradicional de imagen.

Los que me conocen saben que no uso faldas, a menos que sea absolutamente indispensable, por dos razones: incomodidad y practicidad.

Es incómodo usar falda, tacones y blusas apretadas... la mujer que diga lo contrario es pajera. Mi mamá... ah mi mamá!, en fin... la niña Marthita, dice que es un sacrificio necesario vestirse bien, porque para ella, andar en jeans, sandalias y blusa no es vestirse bien, es decir... en el concepto de mi madre soy una mal-vestida. Además el maquillaje!!!! No lo niego, uno se da un gran levantón y hay días que uno si... si quiere maquillarse, pero parecer payaso, invertir tiempo, dinero y ánimo en plancharse el cabello, rizarse las pestañas, echarse rimel, polvos, rubor, sombra, lapiz de ceja y de labios, lipstick y otros menjurges... ay no... da hueva.

El peso!!! las medidas!!! ya quisiera yo que con la misma vara nos tomaran las medidas a hombres y mujeres. Tenés que ser flaca, alta y coqueta para ser catalogada como mujer atractiva... lo más triste es que no solo los hombres han impuesto eso, sino que las mismas mujeres entramos a competir entre nosotras para vernos atractivas. ¿Qué pasa en esos días en los que por más que hagamos los mejores esfuerzos... no... no logramos "vernos" atractivas? Se generan frustraciones y complejos.

¿Ha oído de los "días gordos"? Le voy a contar... resulta que cierta época del mes, nosotras las mujeres (por asuntos hormonales) nos sentimos y nos vemos más gorditas de lo que somos en realidad, mi ex-profesora de eclesiología diría "nos vemos más voluptuosas"... qué chingados!!! si lo que sucede es que pasamos una etapa de inflamación, nos crecen los pechos, el vientre se inflama, las caderas se ensanchan... a parte de incómodo es doloroso. Si a mí me dicen en ese momentido de estarme viendo en el espejo, de sentirme desastrosa y de sentir ese dolor tan irremediablemente horrible, que soy una mujer voluptuosa... en ese momento lo mando al averno, a ver si el diablo es voluptuoso...

Luego de eso... vienen los días de no querer nada... nada de nada... es una apatía generalizada tan fea, que terminamos sintiendo apatía de la apatía...

Después vienen los días de felicidad y dicha, encanto y flaqueza... ah... como diría mi querida Emilia, "en estos días hasta enfundada en un saco de papas me veo buena", días después dolor, sufrimiento, cólicos, mal humor, llanto interminable y nostalgia desatada... todo y todos nos molesta... hasta que nuestro período se retira y recordamos que la vida es hermosa y así, hasta que repetimos el ciclo una y otra vez... interminablemente, hasta llegar a la Menopausia.

Yo opto por la comodidad y la practicidad, pero soy conciente que en algunas ocasiones tendré que enfundarme un falda, aumentar de estatura con tacones, ajustar mi corporalidad a una blusa ajustada, trazaré colores en mi rostro y me depilaré las piernas para que se vean lindas. Pero no me da tanta gracia. Y menos mal que tengo cejas "de prodigio" como dice mi mamá, porque veo que la mara (femenina) sufre con eso de la depilada de las cejas... dicen que duele :S

Ser mujer me gusta, aunque a veces... no sea fácil.

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