lunes, 15 de marzo de 2010

Privacidad

Yo que soy una mujer peculiarmente tímida en CASI todas las facetas de mi vida, hoy me encontré intimidada por algo en particular.

Resulta que tenía que hacer una compra... digamos muy personal... de esas compras me gusta hacer sola (en realidad me gusta hacer compras sola, las únicas dos que me soportan en esa modalidad han sido Carmen y Emilia) porque me tomo mi tiempo para decidirme y no me gusta que me estén apurando o que me estén viendo las elecciones.

Ahí estaba yo, existiendo con mi intimidad, con mi derecho primordial a la privacidad, cuando aparaece una muchacha, joven, bonita, cabellos negros, muy largo, piel clara... empieza a observar lo que yo observaba. No me molestó su presencia, pues el artículo es meramente femenino, así que no me quejé internamente por su existir a mi lado... hasta que llegó su novio... ay no!!!!

¿Qué hace un hombre en medio de la sección XXX de un almacen para mujeres??? Ya no hay respeto y exclusividad de espacios. Eso no fue lo peor, me terminé de friquear cuando empieza a hacerle sugerencias a su pareja... no es que la pareja de uno no pueda dar una opinión... pero no en público!!!

Me sentí incómoda.

Lo que me llevó a algunas conclusiones:
1. Soy bayunca
2. Soy territorialmente feminista, lo que me hace pensar en que de alguna manera soy machista al pensar que hay lugares exclusivos para hombre y otros para mujeres.
3. Todavía se me son desconocidos algunas costumbres en parejas.

Toy jodida.

6 comentarios:

iba pasando dijo...

Puros estigmas arcaicos de la época de los picapiedra. Como me crié solo con mujeres, me mandaban a comprar "toallas femeninas" a la tienda en casos de emergencia, y me daban el producto envuelto en papel periódico tal cual de vidrio se tratara siendo algo tan blando y suavecito... que puede servir de venda en un corte y que no haya otra cosa a la mano (^_^)

También he comprado lencería para regalar pero prometo no volverlo a hacer, las vendedoras se ponen demasiado amables..

KR dijo...

jajaja... si hubieras visto!

Recuerdo que en una ocasiòn acompañé a un amigo a comprar lencería... como nuestro lenguaje corporal no denotaba que fueramos pareja, las vendedoras empezaron a merodear...

Los que me encontré ayer tenían prisa por ir a estrenar lo recién comprado... jejejejeje..

elsum dijo...

de plano... eso ya no debería causarte pena... ya si te quieren ver cuando te probar ropa en los 'cambiaderos' eso mirá, aflijite!

KR dijo...

Jejejeje... yo sé que no debería de dar pena, de hecho no me da pena con mi pareja, pero en la casa! Ash pero que otro hombre totalmente desconocido invada mi privacidad comercial.. ay si no...

Un día me encontré a una pareja en extremo pasional en un "probador", creo que estaban probando eso de la excitación debido al sentimiento de hacer algo prohibido. Casi que me da pispelo, jejejeje

ALX AND1N0 dijo...

Debo haber tenido poco menos de 16 años cuando haciendo unas compras con un chero del barrio (varios años mayor que yo, una suerte de mentor retorcido diría hoy en retrospectiva), me llevó al departamento de prendas femeninas a hacer un "tour guiado".

"Te voy a enseñar como se destraba cada uno de estos chunches", me dijo mientras me mostraba una amplia gama de sostenes, "esto te va servir para que no tengas que pasar una ahuevada mas adelante".

Así que las motivaciones por las que un hombre puede andar entre sostenes y calzones pueden ser muchas, jejejeje. Así como en el caso que te cuento, toda una lección de vida pues...

PS. El uso médico de las toallas femeninas que menciona ibaPasando es totalmente válido. Si las mojás en agua helada también sirven como compresas frías para aplicar en la frente y bajar la fiebre. ;)

Saludos...

KR dijo...

Jajajajaja...de ahora en adelante no voy a ver (cada mes) a las toallas femeninas de la misma manera.