Hay muchas cosas que no entiendo, pero el misterio más grande que a veces enfrento es tratar de entenderme a mí misma...
Desde hace tiempo soy consciente de mis incoherencias y errores, a veces trato de no cometerlos, pero como todo ser humano, estoy a expensas de cometerlos. Por supuesto, hay días como el de ayer en el que personas, como mi madre u otras personas, se encargan en exaltarme... los errores. Ésto combinado con mis bajones de ánimo dan como resultado... estados como el que tengo ahora.
Con indignación propia y exclusiva me doy cuenta... he estado bajoneada desde hace varias semanas, pero no lo había querido admitir, no había visto de frente a mi reflejo lloroso y me dediqué a hacerme la maje y buscar fuentes de alegría momentáneas. Pero es cierto, estoy triste y lo he estado desde hace ratos, tanto que no puedo datar el inicio de esta etapa.
Me río, me divierto y parezco normal; pero cuando yo me habito en ese basto terreno que soy mientras estoy acostada sobre mi cama, a eso de las dos de la mañana, me encuentro con ese terrible silencio que me deja sin respuestas y sin ganas de encontrarlas.
No he escrito desde hace más de un mes, las dos o tres entradas que he logrado sacar desde hace un mes son solo un chapaleo de verborrea que solo busca una excusa para no darme por muerta.
¿Son las ausencias, la familia, el trabajo insatisfactorio, el soñar con gente que ya se fue, los malos cálculos en el diario vivir, o que Lelouathan siempre que aparece me sale con alguna babosada que me hace braviar? ¿Qué me tiene así?
No es nada de eso... soy yo. No son los demás, ni los que ya se fueron, ni los que siguen acá, ni los que en algún momento llegarán. Soy yo. Soy yo y mi eterna lucha por no tomar pastillas, mi acérrima necedad de no darle la razón a la psiquiatra que insistió hace muchos años que lloraría eternamente...
Soy yo, en mi cubículo de "chica ong", con mi pelo suelto para que se me noten aún más las canas que se me doran lentamente y más a menudo desde hace un año, soy mi eterno sueter gracias al aire acondicionado, mi base de datos que nunca termino de actualizar, soy yo y la necesidad de que nadie me hable, yo y mi dolor de vientre, mi sandwich de atún, mi gana de lluvia, mi tristeza asolapada, la llamada que nunca hago y las 56 llamadas que ya hice para decir quién soy y qué hago... soy yo la raíz y el culmen de esta tristeza.
Soy yo... cantando... "like a rolling stone"... soy yo, la que sigue sin entender ni un comino de nada.
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