miércoles, 17 de junio de 2015

Padre

Querido pá:

Siempre has estado...  siempre me has hecho feliz. 
Me has dejado ser como soy, no entendes muchas veces, pero igual me dejas, tu mejor consejo siempre ha sido "la decisión tomada es la mejor", llamándome a pensar bien todo antes, a evitar el error, a no pasarme de lista con los demás, en especial con los más pequeños.

Una vez alguien me dijo que vos eras mi referencia para la figura masculina y que ninguna de mis parejas, novios u hombre alguno que se atreviera a conquistar mi corazón llegaría a cubrir tu imagen, me lo dijo asustado, el infame no sabía algo bien sencillo, vos no sos mi referente para buscar pareja, vos sos el referente para ser mejor persona yo. Nadie puede llenar tu espacio por algo bien sencillo, no sos competencia en mis afectos. Nadie puede llenar tu espacio por algo bien sencillo... no busco otro papá. Solo estás vos.

Siempre te he admirado, por tu calidez, por tu capacidad lúdica, por encontrar lo bueno en medio de todo lo malo, porque decidiste quedarte, porque me has dado los abrazos más protectores y porque no me ataste cuando decidí irme de tu lado. Hay tantas cosas más, pero creo que estas son las más significativas, como cuando cocinabas unos espantosos huevos picados que nos comíamos cuando me cuidabas siendo yo una niñita de tres años, como cuando me espantabas el miedo a los temblores o ibas a revisar que no hubieran animales que me asustaban en la noche y yo estrenaba mis primeros insomnios, como cuando hemos compartido, a lo largo de estos treinta y pico de años, las más honestas risas desbocadas o el silencio aturdidor de la tristeza, siempre he disfrutado estar a tu lado.

Gracias... por tus camisas hawaiianas, por enseñarme a cambiar una llanta del carro, por indicarme el camino y dejarme caminar a mi ritmo, por siempre esperar algo bueno de mi. Gracias, por ser el referente perfecto para la ternura. 





Tomas tus cosas y vámonos ya
si no corremos nos van a dejar
ponte tu casco y tu traje espacial
la carretera no puede esperar

¿dónde vamos?

Las nubes viajan tras el cristal
y las montañas se vienen y van
yo te regalo esta flor que encontré
en tu cabello que bien, mírate

¿dónde vamos?
¿dónde estamos?

Y nuestra casa se quedó allá atrás
¿allá adelante qué iré a encontrar?
En este camino no hay nadie más
tu eres la reina y yo soy el rey
en esta arena te hice un collar
de conchitas, todas de carey.

Y nuestra casa se quedó allá atrás
¿allá adelante qué iré a encontrar?
y mis amigos que aquí ya no están
como las olas que vienen y van.

No hay comentarios: