Pues como esta semana està dedicada a Gabriela, mi hermana menor, sigo escribiendo de, por y para ella.
Hoy este primero de octubre, mi hermana va a ir a sacar su DUI, en celebración de su entrada a la edad adulta.
Anoche me decía que se siente rara, este año le ha tocado mudarse, decidir (AL FIN!) que carrera estudiará y en qué universidad, le ha tocado desamorarse y le veo una chispita que me indica que el que estaba esperando turno está ganando terreno en su corazón, incluso en la familia porque un día de estos me lo encontré en la casa cuando llegue de trabajar.
Mi papá y mi mamá, quienes han hecho lo que mejor les ha parecido para educarnos, empezaron a celebrar este dìa cuando yo tenia como 8 años, o quizá sea que desde entonces me acuerdo... el asunto que recuerdo que una mañana desperté con unos chiclets "mágicos" en la mesita a la par de mi cama, tendría unos 9 o 10 años, eran de esos que al metertelos a la boca producen chispitas, tal cual Alka Seltzer... ah... que dulces y bellas son las cosas simples, recuerdo que casi atraganto a Lorena (mi otra hermana) al compartirle de mi tesoro, ella tenia como 3 o 4 años y casi la mato en un dia como hoy.
Luego los otros días del niño no me parecían gran cosa... empecé a ser más rebelde y ya no quería que me trataran como niña. Y entonces pasó... llegó Gabriela, el primer día del niño que ella celebró junto a nosotras la pasamos bien, aunque cosas feas se avecinaban, pero eso no importa. Seguí celebrando este dichoso día y desde que tuve un empleo traté de preparar algo digno de recordar, no sé si lo recuerda, nunca le he preguntado, pero yo... guardo esos tesoros en mi corazón.
Hoy el niño es Sebastian. Gabriela ya lo advertió... vamos a tener que seguir celebrando este día... gracias a él.
Feliz día niños, niñas... y encapsulados infantiles en cuerpos adultos. La vida es hermosa siendo infantes
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