domingo, 12 de diciembre de 2010

Conjuro II

De La siguiente accidentalidad...

Que seas ancla para mi alma
que le devuelvas a mi piel el deseo
que apartes de mi vista al traidor. 

Sabes que te entrego a cambio
lo que saben mis dedos, 
las visiones de mis ojos cerrados 
las alucinaciones que me acompañan cada madrugada.

Soy Perséfone, 
y tú la luz de mi imperio
nada se escapa a mi influjo nocturno
que regresen los aislados 
que me amen los que aman la noche.
que mueran con mucho dolor todo aquel
que intente hacerme daño.

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