miércoles, 28 de abril de 2010

¡Qué bonita familia! (Segunda entrega)

El domingo almorzamos solo nosotros los Rauda y se nos unió ER quien por primera vez hacía una aparición oficial en el ámbito familiar.

Como regalo para mi papá ER llevó una botella de vino que iniciamos ese mismo día, pero que, como a mis hermanas no les gusta, no terminamos. Así que quedó un poco menos de la mitad de la botella.

Anoche, al regresar mi padre del trabajo, entró… saludó e inmediatamente se fue a la refri a buscar la botella de vino, se sirvió un poco y se sentó a platicar con nosotras (mi madre y yo), de paja en paja, se echó otro vaso de vino… a servirse el tercer vaso, ya estaba viendo yo que no nos iba a dejar un poquito a mi mamá y a mí, dice:
- Lástima que no hay fresas
- Ashhh! papá – le dice Gabriela – como si fuera Champagne!
- Pero si querés – le dice Lorena – ahí hay un montón de mangos maduros

ASH!

1 comentario:

ER dijo...

Vino con mangos!!

Una vez degusté un vino que venía junto a una bandeja de quesos, de diferentes sabores, olores y colores. Algunos deliciosos que se derretían en la boca otros tan feos que daban la impresión de estar arruinados. Resultado: me enfermé. Maldita intolerancia a la lactosa