Increíble la cantidad de basura que me llega al mail... entre comentarios absurdos de anónimos que nunca publico, spam y correos de una fundación para la que trabajé y que todavía esperan mi regreso doliente y sufriente para formar parte de la iglesia católica.
Acabo de abrir mi correo y de los 12... solo uno era leíble.
Me parece que es hora que espante ciertos generadores de basura en mi vida... digo... de mi correo.
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