jueves, 17 de octubre de 2013

Retrospectiva

Iba a empezar este post diciendo que muchas cosas han sucedido en el último año, pero siendo honesta la vida ha sido tan sin treguas, para todos, no solo para mí, que decirlo sería algo tan inexacto. Cada año suceden tantas cosas.

Recordé que hace tres años fui a una muestra retrospectiva de un artista salvadoreño. Me pareció que la curaduría y la museografía fueron lindísimas y me dio gusto ver todo lo que había hecho este hombre con el arte que sale de sus manos. Pensé en ese entonces que todos deberíamos hacer una retrospectiva en algún momento de la vida, no importa si no se es demasiado viejo, cualquier edad es buena. 

Muchos, al ver hacia atrás y hacer ese recuento de cosas buenas tendrán hijos, trabajos, parejas cuasi eternas, amores escondidos, casas, cosas materiales, dinero en el banco... lo que algunos suponen que son éxitos.

No tengo de qué quejarme, la vida me ha dado justo lo que le he pedido... todo y no tengo nada a la vez, "nada" de todo aquello que la gente cree normal poseer a este edad a la que estoy llegando. Por un momento me preocupé y caí en el juego sucio de pensarme desposeída de esa palabra tilitante: éxito.

Puede ser que no tenga éxito, ni dinero, ni carro, ni casa propia... tampoco he publicado algo decente, a veces (solo a veces) me he dedicado a perder gente, amores y recuerdos, no tengo hijos, no tengo mascotas y la gente que habita en mi corazón es bien contada. Muchos pensarán que mi vida es descolorida y sin sentido y puede ser que no se equivoquen. No lo sé.

He coleccionado dolores, lesiones y enfermedades raras. Hice lo posible por acumular libros, historia y conocimientos... todo eso lo he ido perdiendo. 

En cambio me han ido quedando cosas lindas... atardeceres, canciones, abrazos, historias que nunca muestro, palabras en un repertorio escondido, me queda el amor que prodigo, el calor de mi hogar y los planes para el próximo marzo... las risas pasadas y presentes, suficientes lágrimas para cuando me conmocione la próxima vez, la indignación que me recuerda que debo buscar el bien común. Poseo lo más bello que uno puede poseer: besos de un hombre, abrazos de un niño y los cuentos que me contaba mi abuelo. 

Posiblemente mi retrospectiva, a estas alturas de la vida, aún sea sin pena ni gloria; puede ser que se ponga mejor en unos años, puede ser que encuentre un nuevo punto de quiebre. No importa si pasa o no. 

Para cerrar este post iba a decir que muchas cosas me han sucedido en el último año, pero eso ya lo sabemos, eso nos pasa a todos, la vida de eso trata... de darnos elementos diferenciales entre los humanos para que cuando se nos de la oportunidad adecuada podamos hacer una retrospectiva y podamos maravillarnos de la vida misma.

No hay comentarios: