Cuando ejercí la profesión de hija pródiga y me largue a vivir sola empecé a adquirir objetos y muebles que me facilitaran y ornamentaran la vida... así también empecé a adquirir deudas en aras de la obtención de tales posesiones.
Uno de mis muebles favorito siempre fue mi chinero, blanco con cuatro gavetas laterales y un gavinete grande donde guardaba azafates, cacerolas y otros utensilios, además tenía dos gavinetes superiores protegidos con puertas de vidrio... lindo! desde que lo vi en el almacen me enamoré de él y entable una relación con dicho mueble, me asistió en el momento de cocinar, adornó mi cocina color azul marino y como él es de color blanco... combinaba magnífico.
Me costó terminarlo de pagar, porque lo saque en sustos y los últimos si fueron sustos para poder pagarlos... me quedé sin trabajo, faltando seis meses para terminar de pagarlo y que fuera real, rotunda y eternamente mío.
Cuando regresé a casa de mis padres, me propusieron la venta del chinero, mi tia lo había visto y lo vijió para sí. Me negue, le dije a mi mami que nos serviría a nosotros y como a mi mamá también le simpatizaba se salvó de ser vendido.
En esta nueva mudanza... nos acompañó, ya tiene cinco años de edad y aunque por la mudanza amenazó con desarmarse porque los cinco muchachos que lo trasladaban lo dejarno caer y creí que sus puertas de vidrio se quebarían, logró llegar de una sola pieza a nuestro nuevo hogar.
¿Por qué es imperante que escriba de mi chinero esta noche? Resulta que hoy... al regresar del trabajo, luego de cambiarme y revisar mi correo electrónico... fui a la cocina a buscar mi cena y café cuando lo vi................. Sebastian que ha estrenado su faceta artística ha realizado una obra de arte tipo Kandinsky en sus puertas blancas con crayolas rojas, azules y amarillas, también logro distinguir un poco de verde por ahí.
No sé si pueda acostumbrarme a su nuevo look, aunque me guste el arte... no me gusta verlo plasmado en mi mueble.
2 comentarios:
JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAAJAJAJAJA. Me encanta
Claro, te proboca gracia... a mi no tanto...
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