lunes, 2 de mayo de 2011

Mayo

Mayo y yo no nos llevamos bien, desde hace años no me implica una alegría que llegue este mes, me empiezo a sentir hostigue ahí por el 28 de abril, sintiendo que el cuerpo que habito no me pertenece y que el alma que soy no encuentra sosiego.

El año pasado, quise instaurar con mayo un trato, negocié con él y pude coleccionar recuerdos que ahora, sin sospechar que así sería, me duelen. Mayo sigue siendo un cabrón conmigo y yo nada le he hecho... ¬¬

Y aunque he tratado hasta la saciedad no ponerme a llorar, resulta que ahora mientras trabajaba concentrádamente, un compañero llegó sin que yo lo escuchara e hizo algo que me recordó a otra persona y "dice cristo a padecer"! Me levanté y dije "ya regreso, voy para la central" con la excusa de ir a arreglar el asunto de una actividad, pero en realidad iba huyendo porque no aguantaba el peso de las lágrimas que querían salírseme de los ojos. Caminé las cinco o seis cuadras que me separan de la otra oficina medio llorando, suspirando hondo para que no se me notara la pseudo chillada...

Me caes mal mayo, muy mal.


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