¿Dónde estoy?

¿Con quién hablo? Serás vos o simplemente tu versión honesta... a saber. Me da miedo, tengo miedo.

Desde hace días no sé exactamente dónde estoy, es la oficina o ciudad arce, estoy en medio de un municipio y otro o acaso en mi casa, a veces me ubico en un café hablando con las amigas o en una oscura habitación pensando en qué hice mal, en la tristeza que a veces no se va en largas temporadas y segundos después estoy en un lugar de algarabía, de jolgorio, de colorido y cuetes de vara... tazas de café y las pláticas de mis compañeros, en el carro con Lelouthan, hablando de las cosas que nos proporcionan felicidad, a caso... ahí en medio del bullicio o en medio de canciones horribles, pero que igual escucho mientras mis cipotes me cuentan sus cosas.

Yo debería de estar en Londres, o quizá en Nueva Dheli, en Tokio o en Paris, en el sillón de la casa de mi madre, o en un bar con una cerveza en la mano, a caso en una playa con el cielo enturbiado y expectante de la tormenta que se avecina, o quizá en un parque cortando flores para un ramillete de flores para mi misma.

Hay muchos lugares donde debería de estar, a caso en tu cama, o acostada en el piso blanco de tu casa, viendo el techo azulado, o en un avión camino al lugar más lejano que me designaron para no soportar más nostalgias, esa ciudad gris que tendrá que seguir esperando, que seguirá sin conocerme y yo sin recorrerla.

Yo no debo entrar a iglesias o cementerios, son tierra bendita y no vaya a ser que se de algún cataclismo, tampoco debo entrar a las glamurosas boutiques donde me digan lo que está de moda, o a los centros de reducción de peso, porque este tuche no venía conmigo hasta hace un par de años. También es impensable que esté yo en una bulliciosa discoteca, tratando de recobrar años perdidos, no ternurita... no mi lugar es una biblioteca, o la sala de un cine, o un museo, o un teatro con una orquesta sinfónica tocando la pieza más radical de la música clásica... una librería o una venta de dvd's o (a más no haber) entre tus brazos.