no sé en qué día vivo, ni qué es más urgente de sacar... las preocupaciones ajenas empiezan a pesarme cuando las comparten conmigo y peligro regreso a mi modalidad "ermitaña-no-me-hablen".
estoy cansada a pesar de dormir, no me da hambre y vivo en la constante preocupación de si voy a salir a tiempo con todo. No me gusta vivir así. Todo olvido, todo parece feo, todos me estorban... bueno, no todos, solo algunos.
No quiero contestar dos mensajes y tuve que agarrar valor para escribir un mail que debía. Pido tay y nadie me lo da.
Estados de cansancio como este, me vuelven una versión horrible de mi.
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