miércoles, 18 de agosto de 2010

¿Acaso

no son divinos, espectaculares y superrequete especiales los días lluviosos?

Ahh.... hasta sentí que dormí bien.
Hasta tuve paciencia ante el dilema de una cámara y las respectivas fotografías universitarias.
Hasta no me enoje por la cantaleta materna de la responsabilidad y la moralidad.
Hasta disfruté la neblina que nos envolvió con una gran ternura en un camino árido.

Amo los días lluviosos.

1 comentario:

Clau dijo...

Ahí si no te acompaño...me encantan los dias soleados, con cielo azul y nubes de acuarela.

Una buena tormenta que refresque cae bien, pero odio los dias grises con temporal o que llueve y llueve.

Mi mamá es como vos, le gusta ir al mar con lluvia...a mí me da miedo.