sábado, 27 de noviembre de 2010

La historia de nunca acabar...

Trataré que esta historia sea resumida, pero me disculpo desde ya si no lo es...

Ya les he contando en alguna otra ocasión de mi historia familiar por el lado materno... ahora vamos del otro lado.

Hace diez años, cuando no había ni señales claras de cómo subsistiría el apellido paterno me puse a investigar... la razón, bueno, mi padre solo tiene hijas, en el supuesto de casarnos y reproducirnos nuestros hijos no llevarían su apellido hacia la posteridad... como no tenemos hermanos y mis primos hermanos, son hijos de mis tías... bueno... en resumen... no se iba a heredar el apellido. Los Rauda terminarían ahí.

Poco o casi nada sabía yo de dónde venía el apellido... el registro familiar no pasaba de mis bisabuelos radicados en San José Las Flores, Chalatenango a inicios del siglo XX. Decidí buscar, escarbar y rastrear todo lo que pudiera... no ha sido fácil... ni tampoco de poco tiempo, pero algo he avanzado.

Ahora en la era tecnológica, se supone que sería más rápida y fácil la búsqueda, pero no... si usted googlea nuestro apellido solo aparecerán páginas de Facebook de otros Rauda's esparcidos por el mundo... preguntando lo que yo me he preguntando desde siempre...¿de dónde son nuestras raíces?

Las páginas dedicadas al registro histórico de apellidos no nos encuentran, no hay nada... nada... excepto el significado de la palabra rauda... que según la RAE tiene dos significados... uno es un adjetivo... "rápido, violento y precipitado"  y el otro más que un nombre es un concepto: "cementerio árabe y/o jardín de descanso".

Gracias a amigos corresponsales desde España a los cuales les encargue cierta información... logramos rastrear el origen de mi amplia familia, es decir... los primeros antepasados.

Cuenta la historia que los primeros rauda no eran una familia, sino que eran un grupo social con una tarea específica, eran moros al servicio del monarca del Reino Nazir de Granada, cuya cede estaba en Alhambra, en la región andaluza de España. Su nombre nació ahí. Los rauda no eran cualquier tipo de sirvientes, eran digámoslo así... "la nobleza de la servidumbre",  solo a ellos eran encargadas misiones de estricta confidencialidad y de naturaleza... mmm... digamos... de cierta capacidad conspiratoria. Me gusta pensar que eran algo así como el "servicio secreto" del rey. Recibieron ese nombre debido a la rapidez en la ejecución de sus tareas asignadas. Eso en cuanto a los hombres, las mujeres estaban dedicadas a la creación artística: poesía, música, pintura...y (quién lo iba a decir...) a la alquimia, a cuidar los jardines y otras a formar parte del Harem privado del Rey... Todo iba bien.. siglos y siglos de esplendor arabesco... siglos y siglos de herencia matarife... siglos y siglos de arte y cultura... siglos y siglos de... bueno... ya ustedes se imaginarán de qué... para que vean hasta dónde llegó su fama... Pedro I de Castilla solicitó al Reino de Naziri ayuda para la restauración de los Reales Alcázares de Sevilla, así de buena era la producción artística de las rauda's.

Hasta que un día... años y años después a Fernando e Isabel, los católicos, se les ocurrió que no querían tener vestigios moros (ya fuesen árabes, musulmanes o simplemente de tez morena) en el territorio de una potencia europea que empezaba a tener esplendor gracias al descubrimiento de tierras americanas. Iniciaron la invasión, Castilla y Aragón se unificaron en ese infame matrimonio y arrasaron con toda la cultura andaluza, como arrasaron con tantas otras cosas a miles y miles de kilómetros de ahí.

Muhammad XII fue el sultán derrotado, el último rey de Granada... el último amo de los rauda.

Ante la desdicha de haber perdido no solo su hogar, su jefe principal y su razón de ser... juraron ante la Puerta de la Justicia que jamás tendrían un amo para servir, se convertirían en servidores de sus propias vidas. Los raudas se dividieron en dos partes: los que fueron fieles al sultán derrotado y los que fueron fieles a su promesa. De los que que partieron con el sultán nunca se supo más, se perdieron en los vericuetos de la derrota y ya no hubo mayor registro de su trabajo. En cambio los otros... emprendieron camino hacia Sevilla, donde ya antes habían podido trabajar. Se instalaron ahí. Los pobladores de esa región seguía llamándolos rauda o raudo.. se dedicaron a lo que sabían... arte y muerte. Poco a poco fueron diversificándose... los hombres ocultaron su naturaleza violenta y se integraron a la vida cotidiana como peleteros expertos, carpinteros prodigiosos, maestros de obras exactos, exterminadores anónimos... y ellas pues... se domesticaron un poco... y fueron amas de casa, tejedoras, alfareras, comerciantes habilidosas y sobre todo... mujeres sin temores.

El tiempo les dio el derecho de constituir el sobrenombre como un apellido... Rauda...

¿Cómo es que venimos a parar hasta aquí? Bueno, resulta que allá por 1630 uno de estos Rauda escuchó de una ciudad maravillosa, tan parecida al "Paraíso terrenal" que una vez fue Granada... era la nueva Granada... la Sultana de América... la Gran Sultana... en Nicaragua... supongo que la nostalgia heredada de ese hombre hizo tomar a su esposa e hijos y trasladarse hacia nuevos horizontes. Se instaló ahí... llegó en el mes de julio de 1631, ocho meses después de haber iniciado el viaje desde Sevilla... se llamaba Mohamed Rauda, lo apodaban "el turco" aunque no lo era... no se molestó en corregirlos, no le importaba, sabía que la dignidad de su raza era de otra naturaleza. Vivió ahí durante años, su descendencia se dedicó a la peletería y más de alguno fue maestro... con el tiempo se extendieron... para inicios del siglo XIX y ya con todos los nombres latinizados, a fin de evitar discriminaciones o señalamientos y de entremezclarse con los morenos ya existentes en estas tierras, se trasladaron a Masaya y luego a Chinandega... cada vez se acercaban más y más a El Salvador...

Cuenta la historia familiar, que Adalberto Rauda, hombre de bien, trabajador de la tierra, pacífico católico, libre de todo vicio... estaba enamorado de Estelita Muñoz... niña bella del pueblo, chelita... delgada y virginal... le había ofrecido matrimonio legal y eterno, pero la pinche Estelita Muñoz tenía otro pretendiente... Pedro Córdoba... hijo del alcalde del pueblo... mmm... como que llevaba las de perder mi tatarabuelo... el papá de Estelita Muñoz, junto al pretendiente de alcurnia decidieron que el "tal Adalberto ese" no merecía el afecto de la niña... que en realidad no merecía ni siquiera vivir. Planearon su muerte. Con lo que no contaban los dos matarifes de pacotilla que la herencia matarife era más arraigada en mi antepasado... Adalberto los mató con una de sus herramientas de labranza y aunque fue en defensa propia... seguía llevando las de perder... huyó en el momento en que una turba intentaba colgarlo de un amate.

El tiempo, el camino y el instinto lo llevo a El Salvador, cruzó Honduras por el lado del Golfo de Fonseca y se adentró a nuestro país por el lado del litoral... hasta que llegó a Sonsonate... específicamente a Juayúa... ahí tuvo un su amorío... disque pa quitarse la pena dejada por el episodio cortesía de la "tal Estelita esa". No se casó... no encontró algo que lo atara... como no lo tenía desde que sus primeros antepasados tuvieran al salir huyendo de Granada siglos antes... siguió el camino... subió hacia el norte, hasta que un día encontró a María Elena Vides... mi tatarabuela. Se enamoró de ella... la iglesia de Chalatenango los acogió en santo matrimonio y un terreno amplio sirvió para criar a una numerosa prole de donde destacan dos: mi bisabuelo Mariano Rauda y mi tía-bisabuela... Sevilla Rauda.

Mariano fue un hombre de bien, trabajador de la tierra, pacífico católico, libre de todo vicio... sisisisisi... bla, bla, bla... tuvo una vida tranquila, se casó con Erlinda Guardado, una niña vecina de su casa, se conocieron de toda la vida, sus padres eran compadres entre sí... todo indicaba que era lógico que se casaran cuando fuera el tiempo... y fue el tiempo y se fueron más al norte... se instalaron en un caserío tranquilo.. empotrado en la montaña, llegaron ahí un 19 de marzo... día de San José, el cantón se llamaba "Las Flores",  a los cinco años de vivir ahí y luego de haber procreado a tres de sus numerosos hijos... el cantón fue declarado pueblo... se llamo "San José Las Flores". En total tuvieron 9 hijos... el orden no me lo sé, pero eran: Mariano, Erlinda, Alicia, Candelaria, Serafín, Rogelio, Manuel, Sevilla y Erundina... mi abuela.

En 1950 mi abuela... Erundina Rauda conoció a Ramón Quintanilla... mi abuelo... se enamoraron... él le ofreció matrimonio legal y eterno (esta historia ya es la de nunca acabar!) pero resulta que a mis tíos abuelos y bisabuelo no tragaban al recién llegado usuluteco... así que lo que le ofrecieron fue pasarle el cuchillo por la garganta si no dejaba a mi abuela y como mi abuelo le tenía más aprecio a su vida que a mi abuela... pues la dejó en paz... bueno, ni tan en paz... la razón del presuroso matrimonio fallido nació a los siete meses del incidente... mi abuela le puso Oscar Silvio y le encasquetó su apellido, juró esa tarde del 22 de abril de 1951 que su hijo no tendría más padre que el que lo engendró... y casi cumple su promesa, por eso cuando se enamoró de nuevo e hizo planes de casorio a escondidas, no fuera a ser que sus hermanos y padre, le espantaran el novio de nuevo... envió a mi papá a San Salvador, donde Ramón Quintanilla al fin había encontrado paz y mujer con quien casarse... se quedó con mi abuelo el resto de su infancia.

La historia de cómo se conocieron mis padres, la dejaré para otro post, porque este ya me salió demasiado lárgo. De momento, la tranquilidad volvió a mi padre desde el día que le anunciaron que su primer nieto sería niño... y que por decisión de mi hermana, como lo fue de nuestra abuela, llevaría su propio apellido... Sebastian Rauda es ahora depositario de la misión de hacer trascender el apellido familiar.

Rescatando: Luego de un análisis concienzudo logro entender muchas cosas de mi naturaleza, uno no puede negar las herencias no solo genéticas, sino culturales de sus orígenes... comprendo por qué a veces he tenido esa necesidad de asesinar gente pendeja... o de matarlos con una sola mirada... de dónde viene mi vínculo con la escritura y el arte... de dónde viene esa casi mágica conexión con los nicaragüenses, de donde nace esta violencia que a veces he sentido circular por mis venas o esa necesidad de hacer cosas con las manos...la razón por la cual la gente demasiado europea me da desconfianza o por qué de repente me dan ganas de tejer o por qué encuentro tan maravillosas a las flores.

O por qué me gusta tanto, tanto... tanto... esta canción:




Media luna... brillará
La navaja acechará
Ojos bravos de mujer
Qué veneno fué?

Celo macho... África
Tu abanico se ensangrentara
A mi sino fiel seré
Qué veneno fué?

El corazón que a Triana va
Nunca volverá... Sevilla
Con que pasión te enamorará
Y te embrujará... Sevilla

Sola queda... soledad
La guitarra llorará
Sortilegio sobre tí caerá
Ni una lágrima...

Un perfume... flor de azahar
A la hora de la verdad
Pulso infame... temblará
Pero matará...

Y al alba blanca le contaré
Lo que yo te amé... Sevilla
Bandido, ¡ay! muero yo por tí
Tu paloma fuí... Sevilla

Cantaré... y enloqueceré
Sentiré... puñales de placer

El corazón que a Triana va
Nunca volverá... Sevilla
Con que pasión te enamorará
Y te embrujará... Sevilla

De oro y diamante te cubriré
Te seduciré... Sevilla
Como a una reina te trataré
Y te adoraré... Sevilla

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola mi nombre es Saul Rauda, me parece muy interesante tu historia al igual que tu he querido saber mas sobre mi apellido. Soy originario de san cristobal, Cuscatlan, al igual que mi padre, abuelo y bisabuelo.

Anónimo dijo...

Hola mi nombre es Saul Rauda y al igual que tu he querido saber más sobre el origen de mi apellido y familia, son originario de sano cristobal cuscatlan al igual q mi padre abuelo y bisabielo

Anónimo dijo...

Mi esposo se llama jorge rauda y cuenta que sus bisabuelos eran ascendados de michoacan, México, los dos rauda (eran primos) los desheredaron al enterarse que se amaban y los corrieron de la familia, asi que ellos emigraron a la Ciudad de México tuvieron hijos entre ellos al abuelo de mi novio y despues al papa de mi novio quien se enamoro de una chica que vendia billetes de loteria en el centro ( mi suegra) su familia era muy humilde y los Rauda no la querian cuenta mi novio que muchas veces le hicieron groserias cuando iba de visita, a mi me interesa mucho conocer la historia del apellido tambien pues creo que en ese destierro se separaron mas los antepasados que vendran a ser familia de mis hijos me intriga mucho conocer su historia