sábado, 16 de julio de 2011

Tengo

tu número anotado en mi agenda, está ahí desde hace pocos días, una amiga en común me lo dio... "deberías de hablar con él" dijo. Yo no agarro valor.

Tengo tu número, tal vez un mensajito fuera suficiente: "que tengas lindo día" tal vez sea aplicativo, o un cordial "espero que estés bien" o un simple "me gusta la lluvia", por supuesto con esta última alternativa a lo mejor verías de reojo y recordarías las muchas veces que te lo dije, entonces me reconocerías en esas pocas palabras y pensarías "aún vive". No agarro valor.

Tengo tu número y la insistencia del "llamalo, no seas cobarde" que añadió nuestra amiga en común... tal vez ella sea más valiente que yo, tal vez ella no dimensiona (como nadie logra dimensionar) el detonante de las palabras. Yo no agarro valor porque simplemente, para estas cosas, no soy tan valiente como aparento ser.

Tengo tu número, un interminable miedo a tus ojos y una incesante brusquedad en mis palabras. Tengo tu número y no me atrevo ni a marcarte, ni a mandarte un mensaje, ni a borrarlo.

1 comentario:

iba pasando dijo...
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