martes, 14 de enero de 2014

Carta para despedir a Juan Gelman.

Querido Juan:

Durante 36 años coincidimos en este ancho mundo y solamente hasta hace poco menos de un año y medio supe de tu existencia, por supuesto vos te fuiste de este mundo sin saber de mí.

Este día moriste, sentí una de esas tristezas extrañas al saberlo, 83 años permaneciste acá... viviendo, amando, buscando a tus nietos, escribiendo, haciéndonos llorar con tu historia y con tu poesía. 

Cuando conocí a Miguel, él se encargó de mencionarte un día, como quien no quería la cosa... de manera casual, de manera inesperada. Como casi todo lo que ha hecho ese hombre, terminó sorprendiéndome y recordándome que tengo que regresar al impulso incontrolable de leer. 

En agosto pasado fuimos a una enorme librería, una de esas que no existe en nuestro país, tuvimos que viajar cuatro horas para encontrar un lugar donde venden tu gran antología poética. Lamento confesarte que no lo compramos, el presupuesto no nos dio para eso. Compramos otros libros y vos quedaste en un stand-by que no logro perdonarme aún. 

Te escribo esta carta Juan, a pocas horas de tu partida, porque quiero darte las gracias. Es sorprendente encontrar tanta belleza y esperanza en medio de un dolor tan grande como el que viviste, como al que sobreviviste. Simplemente me queda claro que esto que llamamos vida vale la pena cuando nos encontramos gente como vos que simplemente se dedica a escribir. Escribir dolores, tristezas, amor, pasión y esperanzas. Todas juntas. 

Fuiste genial Juan, en serio. Magnífico abuelo de ausencias, padre de muertes, marido de un solo amor. Es triste tu muerte, la poesía se queda enlutada y las palabras se ponen grisáceas en esta noche, justo cuando la luna está a punto de ponerse llena, cuando el viento mece mis ideas, cuando es inevitable sentirse un poco sola... cuando una melancólica canción me recuerda que es hermosa la vida, incluso en su melancolía. 

Que tengas un buen viaje Juan, espero que encontrés (allá donde llegues) la paz y la alegría de encontrarte con los seres amados que perdiste durante la dictadura de tu país. Un enorme abrazo. 

Ausencia de amor

Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.

Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobrecristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.

Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo
lo que he esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.

Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.

1 comentario:

Miguel G dijo...

Es para mí, Juan Gelman, una persona especial, salió de la locura de una dictadura y decidió seguir amando; a pesar de todas sus pérdidas y de todo el dolor prefirió seguir alzando la voz y darnos todo: amor, esperanza, dolor, tristeza, rabia.
Gracias a Gelman, por enseñarnos un camino de grandeza cuando se tienen ideales. Su poesía nos muestra un gran camino... aprendamos a recorrerlo.