El año pasado escribí sobre él. Hacía un recuento de los buenos recuerdos y de las imperfecciones que lo hacen tan especial.
Silvio Rauda ha logrado dejar bien claro el concepto de padre en mi vida. Mas de alguna vez (como anoche) me ha sacado de quicio su testarudez, pero que bueno es tenerlo cerca.
Este papá que nos tocó a mi y a mis hermanas, ahora a asumido el papel paterno con su nieto y ha redefinido el concepto de Abuelo, Sebastian lo ama... lo sabemos, mi mamá hasta se siente un poco celosa. Sebastian es el primero en "sentir" que se acerca a la casa y se escucha su fina voz diciendo "Ya viene mi papí" y sale corriendo a abrir la puerta. Dice mi mamá que todas tuvimos la misma reacción siendo niñas cuando escuchabamos su característico silbido al llegar a la casa.
Es que es bien fácil sentir simpatía por este hombre, ha sido un genial complice de risas y juegos, cantante amateur de boleros, docente de la música vernácula, corrupto del afecto (orejón le diría mi mamá), experto colocador de apodos.
Felicidades papá.
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