martes, 23 de octubre de 2012

35

Hace treinta y cinco años, este día fue domingo, hacía viento y una jovencita de 23 años estaba pariéndome. Todos pensaron que nací muerta, la necedad de un inexperimentado doctor, quien insistió lo suficiente, me hizo llorar luego de cinco minutos de haber nacido.

Hoy inicié este 23 de octubre con una mujer que me quiere mucho, un vaso de vino y al amanecer hice lo que más me gusta: viajé. El viento juguetió con mis cabellos, el sol me inundó de luz y Suchitoto me abrazó.

Hace treinta y cinco años, mi madre no se imaginaba todo lo que nos esperaría, solo tenía una certeza... iba a luchar todo lo necesario para mantenerme con vida. Lo logró y se lo agradezco inmensamente.

Hoy inicio este nuevo año sin saber todo lo que me espera, solo tengo una certeza... no importa lo que venga, lucharé todo lo que sea necesario para honrar la vida que se me otorgó.

Que venga la luz, la música, el viento, los besos y las caricias, las miradas tiernas de Sebastian, los abrazos de los amigos, esos hermanos que nunca tuve, la compañía de más mujeres que me heredan sabiduría ancestral, las risas compartidas, los libros que me hace falta leer, las noches que dejan recuerdos, la lluvia, el amor de mi familia, tazas de café y copotas de vino. Que venga lo triste, las lágrimas y si quiere venir la muerte, también que venga. Que venga todo eso y todo lo que la vida quiera darme, estoy lista para recibirlo todo.

3 comentarios:

Miguel G dijo...

¡Feliz cumpleaños!; pasala super bien y disfruta el día.

Clau dijo...

Me hizo llorar con eso de que vive por pura luchadora. Siga así, llegará a celebrar otros 35 seguramente.
Felicidades.

Clau dijo...

Y puesí, que vengan los comentarios por e-mail (se me olvidó)