jueves, 20 de junio de 2013

Emmety

"-Mira... mira.... si tenés miedo o tenes problemas 
vos grita ¡SOS!  y yo vengo a ayudarte
 - dirás que grite... ese, o, ese...
 - si... por eso... vos gritá ¡SOS!"
(Diálogo de dos niñas en la obra... "La Ruta de las Latas")


Hace exactamente un año la conocí. Hace un año muchas cosas estaban cambiando, junio siempre ha sido así... desde que tengo memoria, las mejores personas llegan en este mes y las mejores experiencias también.  

Dirán que estoy loca, a lo mejor; pero es gratificante estar loca con gente linda al rededor. 

Emmety es una chica bastante joven, dedicada a tres pasiones fundamentales: sus estudios, el teatro y construir un hogar con Fernando, su copiloto.

Resulta que  hace un año estaba a punto de irme  a vivir/trabajar a Suchitoto y con una de las personas que trabajaría era con ella, al inicio todo fue caótico... los talleres que dábamos sobre prevención de violencia nos jugaron chuco y fuimos víctimas de la violencia en un municipio ahí por Olocuilta. 

Pensé que luego de esa fea experiencia nunca la volvería  ver, pero no fue así, de hecho... la escuela le ofreció un puesto fijo y se mudó a vivir con mi jefa y conmigo, las tres alquilábamos una casa pero en realidad quienes pasábamos más tiempo ahí éramos ella y yo. 

Tiene la particularidad de la bondad, a veces me he preguntado de dónde le sale tanta, en serio... es que en este mundo tan horrible encontrar a alguien como ella es casi un golpe de suerte. Para mí lo fue.

Pasé un tratamiento a su lado, me ayudó y me cuidó, cuando me dio zóster me untaba crema y sábila todas las noches en la espalda, me cocinaba y calmaba mi llanto cuando me daba por llorar (por diversas razones) durante noviembre y diciembre. Fue un consuelo absoluto.

Tocó regresar a San Salvador y creí, de nuevo, que nuestras nuevas rutinas nos alejarían y estaba dispuesta a esa lejanía con resignación... pero no fue así. Comprende tanto mi estilo de vida nómada que hasta me dio una llave de su casa y me lo dijo: aquí podes venir el día que querrás, a la hora que querrás, este puede ser tu refugio. ¿¿¿Quién en esta vida anda haciendo eso??? ¿¿quién?? Creo que solo ella.

Y fue así. en su casa se sufragó la mudanza que he tenido el fin de semana pasado, me ayudó y cuando supo que estaba con una fuerte gripe hizo lo más humano posible: bajo la tormenta... me trajo un plato de sopa caliente y tres sobres de antigripales, atrás de ella estaba Fernando sosteniendo el paraguas. 

El ser humano tiende al egoísmo, una quisiera que gente como ella nunca se fuera, yo lo he deseado y solo tengo un año de conocerla, siento que si de repente ella decidiera alejarse lo respetaría y ya... así son las cosas... pero creo que la extrañaría mucho. 

Hace un año, hace un año llegaron varias personas y ha sido bueno que llegaran. Es lindo saber que puedo gritarle ¡SOS!

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