El fin de semana me mude a vivir sola. Muy macha agarré mis tres trapos y me abrí camino a una vida que siempre he querido.
Durante las siguientes horas compré algunas cosas necesarias para el diario vivir y esos menesteres, luego sacudí, limpié, trapié y desinfecté. Todo muy "de hogar".
Todo iba bien hasta que me llegó la gripe y qué jodida es estar sola y empezar a sentir que te va subiendo la temperatura, que la nariz se congestiona y que el cuerpo empieza a reclamar.
¿Qué sería de una, entonces, si no se tuvieran amigas?
Emmety llegó a eso de las 6 p.m. cuando aún no estaba tan pior, pero ya la mocosera anunciaba el triste desenlace... a las 9 p.m. apareció en mi puerta, con una sopa caliente y tres sobres de antigripales, qué lindo es tener amigas, en serio.
Vivir sola tiene sus méritos... entre ellos, esas amigas.
1 comentario:
Vaya al fin!!! je je.
Ahora entendés los 12 años de enfermedades que he tenido que aguantar enrollado en mi cama. Por eso trato de no enfermarme ^^
Me debés un libro!!
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