viernes, 27 de diciembre de 2013

Escribir es un impulso vital

El sábado se lo decía a Marlon, es imposible pensar mi vida sin escribir. Lo hago desde los 14 años, pero fue cuatro años después, a los 18 cuando empezó un vicio más pernicioso: los cuadernos.

Resulta que durante años coleccioné decenas y decenas de cuadernos... de todos los tamaños, colores y grosores. De todas las tapas posibles: blandas, duras y semi duras. De bolsillo y de bolsón. Con páginas blancas, rayadas, cuadriculadas y de papel reciclado.

Mi mamá me odiaba con pasión cada vez que  le daba por hacer limpieza y encontraba mis cajas llenas de cuadernos, unos llenos, otros usados a la mitad y algunos (no pocos) con unas cuantas páginas usadas. Siempre me insistió en que los botara, que no valía la pena guardar tanta "basura".

Esta tarde Miguel me pasó un post escrito por Henán Casiari, mente maestra de la Revista Orsai, que se titula "Pequeño homenaje a mis cuadernos", en él me enteré que soy una cuaternófila, dícese de la persona que colecciona cuadernos.

Fui leyendo todo el post y no me da pena decir que me reí al verme reflejada en muchas cosas descritas ahí, pero también empecé a llorar al ir llegando al final, cuando caí en la cuenta que este blog ha sido mi cuaderno en los últimos cinco años, que recoge gran parte de mi vida, de mis dificultades, de mis amores profundos y de mi pasión... escribir.

Encontrarme en estas "páginas" electrónicas me da tranquilidad, no tengo hijos a quienes heredar lo que soy o lo que sé, pero me doy cuenta que, con importancia o sin ella, voy dejando rastro de mi existencia acá. Este blog que me ha traído gente nueva, que me ha hecho reencontrarme con mis exalumnos, que describe la ogra que soy o la maravilla que a veces habita en mí.

Anoche platicábamos con Flor y con Otto sobre eso que llamamos "proceso creativo", puedo decir que investigo, leo y puedo escribir otras historias a base de eso, pero hay otra cosa. Vivo, me doy el lujo de encontrarme conmigo misma en cada post escrito.

Este año que va a iniciar ya tiene un par de cuadernos por ahí, creo que es hora que regrese a las páginas normales, esas que puedo tocar, en las que puedo garabatear, escribir pequeñas notas al margen de lo escrito, a las que puedo oler. Este blog seguirá acá, recibiendo letras, comentarios y visitas. Es lindo saber que sigo siendo cuaternófila y que lo seguiré siendo lo que me resta de vida, espero.

Pueden leer el artículo acá, usted que también como yo, es cuaternófilo.

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