viernes, 20 de diciembre de 2013

No sé cómo titular este post, así...

La verdad es que una escribe porque no hay otra manera para sobrevivir el día a día. Es como respirar. Es como tomar un manjar y saborearlo. Es obvio que hay días en los que me toca alimentarme de algo sin forma y sin sabor, pero al final me llena y ya.

Siempre he apreciado el tiempo de traslado de mi casa al trabajo, unos leen, otros escuchan música y otros van viendo cómo sobrevivir junto a la avalancha de gente que coexiste en un bus. Yo escucho música y pienso. Me hago preguntas. Planifico mi vida. Sueño y veo la viabilidad de esos sueños. Pienso. A veces he pensado que pienso demasiado. No importa. Me gusta.

Esta mañana, mientras una hermosa multitud nos apelotonábamos en la 44, recordé que mañana cumpleaños Karla, una excompañera de colegio. Nunca fuimos amigas en realidad, pero su ser me marcó por las dificultades que pasamos al hacer nuestro trabajo de graduación de Bachillerato juntas. Nos odiamos y luego nos perdonamos el día en que nos dijeron que habíamos pasado sociología. La recordé y caí en la cuenta de algo...  ahora que somos adultas somos casi las mismas, es decir... hemos cambiado y sin embargo seguimos siendo las mismas. Muchas cosas nos han pasado: Ella migró, yo me quedé. Ella estudió gastronomía, yo estudié letras. Ambas hemos hecho lo que nos dio la gana, tuvimos novios, amantes y borracheras. Este año se casó y yo he mantenido la relación más larga de mis 36 años de historia. Creo que hemos sido felices cada una por su lado y a su manera. 

Karla y yo tenemos algo en común, a parte del nombre. Hemos apostado por sentirnos vivas, a pesar de encontrar dificultades y gente que la detienen a una en ese anhelo. Eso es bueno. A lo mejor somos lo suficientemente tercas. A lo mejor nos parecemos un poquito a pesar de ser tan distintas. 

Hoy pensaba en todo eso, mientras casi 100 personas cohabitábamos en un bus, pensaba que es lindo sentirse viva, saber que hay más por hacer, más por llorar y por reír, más por sanar y a lo mejor tendremos que coleccionar una herida más, pero existe la seguridad de que sobreviviremos, ya lo hicimos 30 y pico de años. 

No sé cómo titular este post, si... pero eso no importa, me siento viva y espero que vos también, Karla. Feliz cumpleaños desde ya.




Transformaremos mundos
inventaremos mares que cruzar
si nos perdemos, nada pasará
ahora lo entiendo, amar es liberar...

No hay comentarios: