Junio era nuestro mes, pasábamos prácticamente todo el mes estudiando, preparando la celebración del mes ignaciano y la semana de la solidaridad. Inventábamos cada palabra extraña y tierna para referirnos uno al otro. Caminábamos bajo la lluvia y no importaba nada, yo detestaba tus canciones románticas y vos no soportabas mis rockones del Tri o de Metallica, vos tan puro y rezador... yo tan inadecuadamente católica, tan irreverente... tan teóloga de línea dura/revoltosa.
Resulta que esta mañana mientras buscaba un libro para mi próximo intercambio de libros, encontré aquel que vos me regalaste, cuando me lo diste hace ya diez años atrás, me dio la impresión que pasaste mucho tiempo ahorrando para comprarlo. Al abrirlo estaba ahí la carta que acompañaba al libro. No pude evitarlo, pensé que esta KR de 33 años dista tanto de la KR de 23 y ni tu timidez, ni mi eterna guerra interna por amar no hicieron la pareja perfecta, vos tan Gerineldo Márquez y yo tan Amaranta Buendía... Todos lo vieron... nuestro amor era perfecto... todo lo vieron, menos nosotros.
Y quizá fueron las caminatas, o las decenas de montañas que subiemos, los kilometros recorridos rumbo a Guatemala, las cientos y cientos de canciones que nos recordaban que podíamos ser inseparables... las fotos, las noches y tu eterna lucha por que dejara de fumar... mi eterna lucha por separarte de lo que te quitaba alegría... Vos tan masón y yo tan bruja...
Has sido el único que tuviste todas las llaves que te aseguraban encontrarme... y a estas alturas del recuento creo que has sido el único del que no he huido y más bien agarrabas las maletas para irte conmigo. Fuiste mi amigo, mi protector, mi hermano, mi alma gemela, mi gigante, mi moreno que sabe bailar tango y salsa, mi intelectual y mi tecnológico que me regañaba cuando no comprendía el lenguaje de las computadoras, el que me llenaba de tanto silencio y de paz.
"Y después nos hemos vuelto a ver alguna vez y siempre igual como dos extraños más que van quedándose detrás..."
Al inicio de esta separación no entendí que nunca más entrarías en mi oficina y me dejarías cartas o encontrar bajo la puerta de mi casa las canciones que decías que te hacían recordarme... ya no más de eso... y yo que siempre odié a Alejandro Sanz... empecé a escucharlo porque te echaba de menos... y "lo ves... lo ves... míranos aquí diciendo adiós.... "
4 comentarios:
me vale verga Saenz.... mirá una consulta, aquel maitrito que nos encontramos en la procesión de los farolitos incandescentes a la altura del café de don pedro roosevelt, es el nuevo rector de la UCA? me pareció que sí, pero sacame de la duda.
Casualmente estoy Cien Años de Soledad y me siempre que lo leo me teletransporta a casi 10 años atras... para mi nunca fuiste Amaranta... siempre fuiste Ursula.. emprendedora, adelantada a su tiempo y mas sabia que los hombres que la rodean :D
IP: a vos todo te vale verga, eso ya lo sé... pero no es necesario que lo estés recordando cada vez que entrés al blog... en cuanto a tu duda... si... es él... se llama Andreu Oliva.
Robz: Una vez al año Cien años de soledad viene a mi y me teletransporta a esa época con vos, Pedro y Palo, tamales y desveladas, cuando Julio de repente decía vamos al cine y terminábamos cenando por ahí y aunque no es bueno vivir de recuerdos, es tan lindo tenerlos guardaditos para cuando cae una rica llovizna en tarde de viernes y desear que cada uno de los protagonistas de esos recuerdos estén bien.
Gracias por recordarme y por venir a este lugar que cada vez más siento que queda justo en medio de El Salvador y Canadá.
aish, me vale...vaya pues, me sosiego. Gracias por sacarme de la duda.
Publicar un comentario