jueves, 12 de abril de 2012

Las cartas llegan tarde... pero llegan ^^

Había dado como plazo el 13 de abril para preguntar si había llegado una carta que envié antes de salir de vacaciones, quince días exactos.

La carta no iba a la lejana Holanda como antes, en mi adolescencia, iban cada dos veces por mes, tampoco iba para San Francisco, California, mucho menos iban a Japón, donde tengo un par de ahijados que me invitan a cada rato a visitarlos...  no... iba ahí nomasito... por ahí, en algún lado de la ciudad que tanto extraño para habitar.

Ya un par de veces había intentado preguntar, pero justo en el momento de darle "enviar" al botón del chat... me detenía y borraba la pregunta. Quizá me daba miedo escénico, porque puesi... ¿qué loca anda enviando cartas vía correo nacional en estos tiempos?

El día que fui a ponerla al correo, en realidad no iba a eso... andaba polulando por ahí, esperando a que diera la hora de la función del cine, cuando recordé que en una ocasión habíamos conversado sobre el hecho de usar el correo para enviar cartas, ambos sabemos que el chat, los mensajes al celular y hasta la telepatía, son más directas y rápidas, pero le vi un cierto "encanto" a la idea y fui a poner la carta... tuve que ir a comprar un sobre, buscar en mi cartera un papel y no encontré más que una de las páginas blancas de mi cuaderno de garabatos... el muchacho que me atendió en la oficina de correos tuvo que recordarme en qué lugar del sobre iba el remitente y el destinatario porque mis clases de idioma nacional ya están algo oxidadas en esa área. Se me quedó viendo feo el tipo del correo, cuando vio la dirección del destinatario ¬¬, feo su modo... me aseguró que el sobre llegaría a su destino en dos días máximo. MENTIROSOOOOOOOO!

Quiero pensar que fueron las vacaciones insertas en medio de todo el proceso...

Al final, pienso que no importa cuánto se tarden las cartas, el coronel si tiene quién le escriba, aunque hasta este momento cae en la cuenta ^^




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