eso me lo dijo Mynor, hace más de un año, cuando trabajé con él en Guatemala... "Cada uno tiene lo que quiere, uno elige la vida que desea y la asume como mejor le parece"
Eso no implica que una no se pueda equivocar, claro que sí... qué galán fuera que al tomar decisiones tuviéramos garantía contra equivocaciones, no es así.
A veces pienso en las decisiones que he tomado en los últimos dos años (desde enero del 2010 hasta ahora) y veo, ahora en retrospectiva, que a lo mejor, algunas no fueron las más acertadas, pero no las sufro... como sucede con las relaciones interpersonales, también las experiencias abonan a la construcción como personas.
Escuchar a algunas personas, unas muy queridas y otras en proceso de conocerlas, sobre lo que pasa y sus luchas internas por decidir lo que mejores resultados le traigan es toda una experiencia. Encuentro en estas conversaciones no solo una inmensa confianza, cosa que a mí en lo personal me cuesta mucho poner en otras personas a la hora de tomar decisiones, sino también que me deja ver diversas formas de ver la vida, podrá ser cliché, pero eso enriquece, como si se estuviera leyendo un libro.
Con dificultades o no,
con frustraciones o no,
con alegrías o no,
con penas o no... no importa, uno tiene el poder y la decisión de cambiar su entorno, incluso si parece que las cosas no van saliendo como uno quiere.
Esta tarde, mi hermana me dijo algo que me hizo recordar las palabras de Mynor. Sus palabras resumieron lo que otras personas me cuentan... "uno siempre debe ser feliz con lo que decide", tiene razón esta mujer de 28 años... lo que cuenta es aquello que nos hace felices, porque así... somos más creativos, más fuertes y más valientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario