viernes, 13 de abril de 2012

13 de abril, 5 años después

Hace cinco años, fue viernes también... como hoy... 

A las 8:20 a.m. nació, era sietillo, llegó en tonalidad amarillenta a este mundo, tuvo que pasar sus primeros once días en una incubadora.

La primera vez que lo vi, lo vi de lejos, era un pedacito de gente, flaco y en exceso chiquitillo, tenía un antifaz en sus ojitos, un gorrito que le bailaba en la cabeza y un pañal que lo envolvía en forma tamalezca... era el hombre más desprotegido que he conocido. Por supuesto, yo no tuve más remedio que enamorarme. 

De mis amores, este es de los más duraderos y fuertes. 

Cinco años, incontables viajes al hospital, raspones en las rodillas al enseñarle a subir a los árboles, su universo de crayolas regadas a la hora de plasmar sus "obras de arte" en mis muebles, sus abrazos y su vocecita diciéndome que me ama... de todo me ha dado Sebastian... me ha hecho ver caricaturas de nuevo, recordar lo maravilloso que es correr en un parque y cada vez que salgo en mi peregrinar por el mundo, ando viendo qué le voy a traer al regresar a casa. 

Él es lo más cercano a un hijo para mi, la vida me lo mandó en el momento más adecuado y compartimos, además del apellido, el mal genio, los gestos y las frases particulares que nos hacen ser los raros de la familia.

Sebastian es la síntesis de la historia familiar, es el encuentro de muchos y variados mal humores que lo rodean y que solo él tiene la capacidad de apasigüar con sus abrazos, con su mirada sorprendida ante las nubes de lluvia o sus lentas mascotas, con su voz que te dice "te estuve esperando para colorear animales". Él logra darle calor a mi alma y alegría a mi corazón.

Hoy cumple 5 años de imprimirle música a mis días. 


2 comentarios:

S0y la Que No Buscas dijo...

Pues feliz cumpleaños para Sebastian... :D

saludos!

KR dijo...

Gracias! ^^