martes, 25 de junio de 2013

La llanta

¿Cuántas mujeres son necesarias para cambiar una llanta?

Cuanto tenía 14 años le insistí tanto a mi papá que me enseñara a manejar que accedió con una sola condición... debía aprender a cambiar una llanta pacha, porque según sus propias palabras: "Ninguna hija mía va a estar a medio camino esperando a que un idiota la salve". Así que pasé casi un año cambiando cuanta llanta pacha se me puso enfrente. 

Durante mis gloriosos años 20's mis amigas fueron felices porque en cuanto tenían una llanta pacha y si yo estaba cerca, no tenían ese dolor de uñas para salir del apuro. 

Lo irónico de todo esto... es que nunca he tenido carro.

Anoche nos quedamos con Emmety y su hermana en una "noche de chicas" ahí estábamos cenando y chistando hasta la hora en la que nos dispusimos a regresar a nuestras respectivas casas. Cuando salimos, nos dimos cuenta... la llanta estaba pacha... pero no vayan a creer que le faltaba aire... nooooooo... totalmente pacha, con el rin rozando el piso.

No quiero hacerles largo el cuento, en resumen... tuvimos que usar tres micas, dos llaves cruz, tres mujeres, una cachorra y un buen vecino de la Emme surgido de la nada una hora después de estar luchando por cambiar la pinche llanta. Fernando, desde Guatemala y vía teléfono solo hacía lo que me papá hacía cuando me estaba enseñando a cambiar llantas: regañarnos y reirse. 

¿Cuántas mujeres son necesarias para cambiar una llanta? Respuesta: ninguna, porque luego de una hora de lucha, cansadas, chucas y sudadas, un tipo llega y con un medio empujoncito de macho aflojó la cuarta tuerca y cambió la llanta en menos de cinco minutos.

¬¬

Bien feo sentirse medio inútil. 

2 comentarios:

DEARmente dijo...

Tu post es fresco.
Me gusta tu blog.

KR dijo...

^^
Gracias, es bienvenido cuando apetezca